Esta selección de libros sobre el suicidio en cualquier edad pretende ser una aproximación a la hora de afrontar y enfocar un problema que desgraciadamente sigue estando de actualidad y siendo noticia. Las altas tasas de suicidio en la infancia y adolescencia, por ejemplo, lo llevan a ser la segunda causa de muerte en esa franja de edad, el grupo de población que va de los 15 a los 29 años. Son muchas las causas, pero en ese segmento sobresale el del acoso escolar. En cualquier caso, el suicidio sigue siendo un tema tabú y esta selección de títulos es de amplio espectro para mostrar una realidad que debería poder prevenirse más y mejor.
Libros para prevenir el suicidio — selección
Lo que no tiene nombre — Piedad Bonett
Empezamos esta selección de libros sobre el suicidio con el de esta escritora colombiana que se enfrenta al de su hijo, que murió a los 28 años, una pérdida y desgracia que, sin duda, se gana la definición de su título: algo que no tiene nombre ni se puede explicar o comprender. En general, en este tipo de libros sobre suicidas no se pretende tanto saber o entender el por qué, sino esbozar un retrato de quién fue el muerto para ensalzar o retener su memoria. En el caso de esta escritora, su hijo era un pintor de gran talento desde pequeño y estuvo en tratamiento psiquiátrico.
Delfín: Una historia de principio a FIN — Alma Serra y Blanca Galván
Dirigido a los lectores más pequeños, este libro es un cuento para explicar el suicidio a los niños. El texto lo pone Alma Serra, psicóloga, antropóloga y las ilustraciones son de Blanca Galván, también psicóloga e ilustradora.
Está escrito en verso y cuenta lo difícil que es vivir para muchas personas cuando dejan de encontrarle sentido a la existencia en un momento determinado y por distintas razones. Con un estilo donde predominan el tacto y la sencillez, las autoras recurren a un ejemplo de la naturaleza y cómo la ciencia ha constatado casos de cetáceos e incluso manadas completas, como los delfines, en los que se da el suicidio de forma similar a la humana, sobre todo, en casos de animales en cautiverio. Así el protagonista de este cuento es un delfín que va contando sus sentimientos.
Razones para seguir viviendo — Matt Haig
Haig tenía 24 años cuando pensó que no encontraba razones para seguir viviendo después de sentir que todo su mundo se caía. Pero, gracias a los libros y la escritura, consiguió superar su depresión y aprendió a recuperar esos motivos para seguir adelante. Todo el proceso lo volcó en este libro que recibió muchísimas buenas críticas.
La niña amarilla — María de Quesada
Otro testimonio parecido al anterior es el de esta periodista que en este libro cuenta en primera persona su experiencia propia de intento de suicidio en 1995. A la vez recoge otras veinte historias ocultas tras ese tabú y estigma que rodean esta triste realidad en España y en el mundo. Su pretensión es tratar de poner al lector en el lugar de quien sufre tanto que no quiere seguir viviendo, pero también destapar ese grave problema de salud pública y acompañar a quienes piensen sentirse en un momento vital tan vulnerable. Todo para animarlas a que pidan ayuda cuanto antes.
Este libro también es solidario porque la autora creó la asociación homónima sin ánimo de lucro mientras lo escribía y los beneficios de su venta van destinados a ella.
Nada se opone a la noche — Delphine de Vigan
Este es un testimonio de la escritora del libro que encontró a su madre muerta en su casa. En un primer momento se pensó en un suicidio y ella empezó a investigar qué pudo haber pasado. Así quiso indagar más en quién era su madre y por qué se había tomado aquella drástica decisión. Su descubrimiento la llevó también a descubrir una memoria familiar en la que no faltaban secretos terribles.
Cuando un niño se da muerte ¿Cómo entender el suicidio en la infancia? — Boris Cyrulnik
Terminamos esta selección con un libro, de los muchos que tiene ya, que firma un reputado psiquiatra y neurólogo con mucha carrera de investigación sobre la definición de resiliencia.
En él enumera y sigue los distintos factores que se dan desde distintas épocas y sociedades y que influyen en el sentido de la muerte en los menores. Toma como premisa que este va cambiando con los años y nunca es el mismo que se tiene en la edad adulta. Simplemente pone el objetivo en hechos como las transformaciones en la civilización, con los flujos migratorios y sus consecuencias de desarraigo en los más jóvenes. En definitiva, pretende dar un toque de atención e invitar a la implicación más seria y contundente de políticos, familias, escuelas y especialistas en la infancia.