Pedro Salinas

Pedro Salinas.

Pedro Salinas.

Pedro Salinas es considerado uno de los mejores autores del siglo XX, y gran representante de la prosa castellana. Su trabajo es reconocido como perspicaz y, al mismo tiempo, sutil. El escritor fue un hombre de letras y de evolución, en todos los aspectos.

Él mismo dijo de sí y de su obra: “Estimo en la poesía, sobre todo, la autenticidad. Luego, la belleza. Después, el ingenio». La mayoría de los textos de este célebre poeta español están dedicados al romance, desde una perspectiva general y con una chispa de vanguardia.

Perfil biográfico

Nacimiento e infancia

Pedro Salinas Serrano nació en Madrid, España, el 27 de noviembre de 1891. Fruto del matrimonio entre Soledad Serrano Fernández y Pedro Salinas Elmos. Este último ejerció como comerciante hasta su fallecimiento en 1897. Para ese entonces, el futuro escritor contaba con tan solo seis años de edad.

A partir de la muerte de su padre, instituciones como el colegio Hispano-Francés y el Instituto de San Isidro de Madrid constituyeron las bases principales de la formación académica de Salinas para abrirse paso al mundo universitario. Tiempo después, Pedro se matriculó en la Universidad de Madrid, recinto en el cual comenzó a estudiar derecho.

Al cabo de dos años, abandonó leyes para adentrarse en la pasión de la filosofía y las letras. Esta carrera lo llevó más tarde, en 1917, a obtener un doctorado. Lo consiguió con una tesis acerca de las ilustraciones de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

El poeta del amor

Reconocido por muchos como “El poeta del amor”, este célebre escritor cimentó su carrera y obras literarias en la profundidad y sutileza de ese gran sentimiento que guardaba. Cabe destacar que el romance que describe Pedro en sus libros no siempre es feliz y perfecto.

Salinas halló la manera de incluir lo desagradable y doloroso que puede llegar a ser el amor, pero de una forma magistral. De la misma manera, integró reflexiones personales con respecto a la separación y al sentimiento de la perdida.

Su vida, una historia de amor

Para 1915, en Argelia, contrajo nupcias con Margarita Bonmatí. Salinas solo contaba con 24 años de edad para la época. Residieron principalmente en París. Años más tarde, en 1917, se establecieron en España. Tuvieron dos hijos: Soledad y Jaime Salinas. El matrimonio se mantuvo intacto y feliz hasta el verano de 1932.

Con la creación de la Universidad de Verano de Santander, en la que estuvo involucrado, Pedro Salinas centró sus ojos en una estudiante estadounidense llamada Katherine R. Whitmore. Perdidamente enamorado de ella y en su honor, inspiró la trilogía poética: La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1938) y Largo lamento (1939).

El romance se conservó aun cuando Katherine volvió a su país natal. Pero, para el periodo académico de 1934-1935, Margarita —esposa de Pedro— se enteró de la relación clandestina e intento suicidarse. A raíz de esto, Katherine promovió la ruptura total de su nexo con Salinas.

Frase de Pedro Salinas.

Frase de Pedro Salinas.

Un final dramático

La Guerra Civil Española fue el motivo que terminó por distanciar a ambos amantes. Tras el golpe de estado, Salinas se fue a Francia y posteriormente se exilió en Estados Unidos. Para 1939, Katherine se casó con Brewer Whitmore y adoptó su apellido. No obstante, este falleció luego de cuatro años en un accidente de auto.

Al parecer, la relación entre Katherine y Pedro se mantuvo ocasionalmente, pero con el tiempo se desvaneció. Su último encuentro fue en 1951. Unos meses después, el 4 de diciembre, murió el poeta en Boston, Massachusetts. Su cuerpo fue enterrado en la capital de Puerto Rico, San Juan.

Posteriormente, en 1982, Katherine también falleció. Pero, no sin antes autorizar que el Epistolario entre ella y Salinas fuese publicado. Siempre y cuando se cumpliera su última voluntad: que fuera veinte años luego de su deceso y que sus cartas fueran omitidas.

Generación del 27

Indudablemente, Pedro Salinas es considerado uno de los mayores poetas del siglo XX y representante de la llamada Generación del 27. Este movimiento se dio a conocer culturalmente en dicho año y surgió como relevo del novecentismo. El escritor estuvo acompañado de autores de la talla de Rafael Alberti, Federico García Lorca y Dámaso Alonso.

A diferencia de las corrientes anteriores, la Generación del 27 empleó diferentes formas de literatura. Entre estas, se destacan: el neopopularismo, la filología hispánica —área destacada de Salinas—, la poesía surrealista y el homoerotismo.

Análisis de sus obras

Como profundo humanista y erudito, las labores más conocidas de Pedro Salinas Serrano son sus prodigiosas obras como poeta y ensayista. No obstante, no se puede dejar de mencionar sus otras ocupaciones. Como, por ejemplo, la de prosista, género de donde salieron tres de sus mejores títulos.

Salinas ejerció también como dramaturgo entre 1936 y 1947, creando un total de catorce piezas teatrales. Asimismo, fue el traductor del novelista Francés Proust, quien logro catapultar sus novelas en el mundo hispanohablante a través de él.

Estilo humanista

Este poeta-trovador definió la poesía como: «Una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o menos cerca, se recorre más o menos camino: eso es todo». Para él, la poesía era, de primera mano, autenticidad, seguida de belleza e ingenio, seleccionando en sus libros como mejor opción versos cortos renuentes a rimas.

La voz a ti debida, de Pedro Salinas.

La voz a ti debida, de Pedro Salinas.

Por otra parte, críticos y colegas del entorno literario han definido la obra de Salinas como un intento de defensa contra los valores de la cultura europea preliminar a la Segunda Guerra Mundial. Su amor y carácter humanitario lo llevaron a indagar y a escribir acerca del lado lúgubre de las cosas.

Para Leo Spitzer, el genio de la estilística de origen austriaco y experto en lenguas romances, la poesía de Salinas concebía siempre una misma característica: el conceptismo propio. Toda su obra tiene algo de sí mismo. La manera en que el autor lo exterioriza es por medio de la paradoja y la elocuencia.

Tres etapas poéticas

Su inicio en el mundo literario empieza cronológicamente en 1911 con sus primeros poemas llamados “espeluznantes”. Estos fueron publicados por Ramón Gómez de la Serna en su revista Prometeo. No obstante, su consolidación como un poeta subjetivo y con tradición amorosa se dio a conocer a partir de tres etapas poéticas.

Se observa una gran evolución en cada una de estas etapas. Esto no solo se debió al contenido de las obras, sino también a las actitudes del mismo poeta. Sus letras siempre estuvieron influenciadas por sus experiencias de vida. Además, Salinas solía encontrar inspiración en su propio crecimiento personal.

Se destaca especialmente la segunda etapa. Los títulos elaborados en esa época, además de enriquecer todo su trabajo, fueron los más renombrados en el tiempo.

Primera etapa

La primera etapa comprende desde 1923 hasta 1932. Salinas, entonces, era un joven que apenas empezaba a adoptar un estilo fino donde la temática afectuosa era la protagonista. El camino durante este periodo estuvo iluminado por la poesía de Rubén Darío —escritor nicaragüense— y los autores de origen español: Juan Ramón Jiménez y Miguel Unamuno.

Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931) fueron producto de esta etapa. El objetivo del autor era hacer de su poesía algo lo más perfecto posible. Este ciclo fue una especie de preparación para su segunda etapa conocida como: plenitud.

Segunda etapa

Durante esta etapa, que va desde 1933 hasta 1939, el poeta Salinas da un vuelco encantador y sorpresivo al escribir una trilogía amorosa. La voz a ti debida (1933) fue el primero de los títulos. Esta obra narra por completo, de comienzo a fin y de manera minuciosa, un intenso amorío.

Seguidamente, apareció Razón de amor (1936). En ella, Salinas plasma el amor desde su punto de vista más doloroso. Recalca lo duro que puede llegar a ser una ruptura y el sufrimiento que queda después de la separación. Frases como: “Serás, amor, un largo adiós que no se acaba” son épicas en este libro.

Como cierre, aparece Largo lamento (1939) —rememorando a Gustavo Adolfo Bécquer—. Esta obra también sigue el mismo rumbo de rompimiento descrito en los otros libros. La etapa es llamada plenitud debido a que coincide con su temporada de amor con Katherine Withmore.

Presagios, de Pedro Salinas.

Presagios, de Pedro Salinas.

Tercera etapa

A partir de este periodo, comprendido entre 1940 hasta 1951, Salinas desarrolla poemas inspirados por el mar de la isla boricua. Tal es el caso de: El contemplado (1946). Surge la obra Todo más claro y otros poemas (1949) —título que recalca el poder de crear por medio de la palabra—.

Otro poema representativo de esta etapa es “Confianza” (1955). En este, el autor presume de la alegre y enérgica afirmación de la realidad vivida. Cabe destacar que fue un título publicado en 1955, después de su muerte.

Lista completa de sus libros

Poesía

  • Seguro azar. (Revista de Occidente, 1929)
  • Fábula y signo. (Plutarco, 1931).
  • La voz a ti debida. (Signo, 1933).
  • Razón de amor. (Ediciones del Árbol, 1936).
  • Error de cálculo. (Imp. Miguel N, 1938).
  • Largo lamento. (Alianza Editorial, 1939).
  • Poesía junta. (Losada, 1942).
  • El contemplado. (Nueva Floresta ,1946).
  • Todo más claro y otros poemas (Sudamericana, 1949).
  • Confianza (Aguilar, 1955).

Narrativa

  • Versión modernizada del Cantar de Mio Cid. (Revista de Occidente, 1926).
  • Víspera del gozo. (Revista de Occidente, 1926).
  • La bomba increíble. (Sudamericana, 1950).
  • El desnudo impecable y otras narraciones (Tezontle, 1951).
  • Narraciones completas. (Península, 1998).

Ensayo

  • Literatura española. Siglo XX. (1940).
  • Jorge Manrique o tradición y originalidad. (1947).
  • La poesía de Rubén Darío (1948).
  • La responsabilidad del escritor. (Seix Barral, 1961).
  • Ensayos completos. Edición: Salinas de Marichal. (Taurus, 1983).
  • El defensor (Alianza Editorial, 2002).

Epistolario

  • Cartas de amor a Margarita (1912–1915). Alianza Editorial, 1986
  • Cartas a Katherine Whitmore. Tusquets, 2002.
  • Salinas, Pedro. (1988 a). Cartas a Jorge Guillén. Christopher Maurer, ed. Boletín de la Fundación García Lorca, n.3, p. 34- 37.
  • Ocho cartas inéditas a Federico García Lorca. Christopher Maurer (ed.) Boletín de la Fundación García Lorca, n. 3, (1988); p. 11- 21.
  • Cartas de Pedro Salinas a Guillermo de Torre. Renacimiento, n. 4, (1990) p. 3- 9.
  • Ocho cartas de Pedro Salinas. Enric Bou (ed.) Revista de occidente, n.126, nov. (1991); p. 25- 43.
  • Salinas/Jorge Guillén correspondencia (1923-1951). Edición, introducción y notas de Andrés Soria Olmedo. Barcelona: Tusquets (1992).

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