Los 7 motivos por los que no escribes

Te levantas y tomas el mismo café de todas las mañanas. Las galletas, como siempre, se deshacen antes de tiempo en la taza. Fumas un cigarrillo de camino al trabajo,  comes esa ensalada con vinagreta y para cuando vuelves a casa y abres tu ordenador lo sigues viendo ahí, ese archivo de Word que prometía demasiado y en el que no te animaste a seguir escribiendo por una razón; una quizás incluida en los siguientes 7 motivos por los que no escribes.

No tienes tiempo

Motivos por los que no escribes

La persona que dijo que el estrés era el mayor mal  del siglo XXI no se equivocó, a juzgar por unas rutinas cada vez más aceleradas, de unas mentes llenas de pequeñas tareas que no vemos el momento de resolver. Encontrar tiempo para dedicarnos a nuestro arte se torna algo difícil, e incluso frustrante, cuando nos dedicamos a otro trabajo que sí nos reporta beneficios económicos. Difícil… pero no imposible, especialmente si te puede tu ilusión y confianza en lo que haces. En caso de que aún así no sea suficiente, estoy seguro de que alguno de estos 5 consejos para encontrar tiempo para escribir te serán de gran ayuda.

Otras prioridades

A diferencia del primer punto, en esta ocasión vamos a hacer hincapié en esas otras «prioridades» que no lo son tanto. O peor, que no nos hacen felices. Porque a veces, escribir cuando lo necesitas es mejor que irse de cubatas por tercer día consecutivo y trabajar horas extras que nunca te pagarán en lugar de dedicarle tiempo a escribir una realidad incómoda de la que, antes o después, te darás cuenta.

Nadie leerá tu obra

Hace unos años, plantearse vivir de escribir  era un propósito algo más difícil. Después llegaron la reinvención ciertas editoriales, la aparición de las plataformas de autopublicación o la difusión que suponen los blogs para convertirse en perfectos aliados del escritor en la era de Internet. Herramientas al alcance de cualquier autor que busque, por sus propios medios, darse a conocer o triunfar con su pasión.

Ideas que se desinflan

En ciertas épocas, y en los momentos más inesperados, te sorprende una idea que tienes que correr a anotar en un cuaderno. ¡Es grandiosa!, te dices, pero a medida que van pasando los días esta comienza a desinflarse como producto de tu propia ansiedad. Quieres que la creación fluya tan rápido como las propias ideas, pero lo cierto es que una buena premisa merece un desarrollo a la altura a la hora de convertir esa promesa inicial en algo grande. Sé persistente con las buenas ideas, apuesta por el desarrollo de las mismas y trata de crear la estructura apropiada conservando la esencia de lo brillante.

No llega la inspiración

Abordar el tema de la inspiración podría ocupar más de un post, pero al final todo se resume en una sencilla pregunta: ¿por qué no llega la inspiración? El estado emocional puede tener parte de culpa de ese desierto en el que ya no hay manantiales, también una rutina poco estimulante de la que no podemos extraer una brizna de originalidad. Si la inspiración no llega a ti, búscala, lee artículos y entradas de blog, haz deporte, consume arte o pon a prueba esa tarea que siempre abre la puerta a las ideas (en mi caso, curiosamente, suele ser pintar mandalas o… fregar los platos, no me preguntéis por qué…)

El móvil. . .

Parece que si el móvil no suena no eres nadie, una realidad que nos ha hecho esclavos de nuestros smartphones durante los últimos años. Algunos lo llaman nanofobia, otros una pérdida de tiempo de la que no somos conscientes en un primer momento, cuando la atención se dispersa y las prioridades del escritor se postergan. A muchos les sucede que se encuentran inmersos en una gran historia hasta que una notificación le distrae. Después pasa a un link sobre recetas indias y termina viendo un vídeo de gatos en Youtube mientras la pasión vertida en su trabajo se esfuma para tardar en volver. Uno de los más sutiles motivos por los que no escribes.

No crees en tus ideas

Se te ha ocurrido una gran idea o, al menos, para ti lo es, pues apenas existen historias parecidas ni referentes que puedan ahogar la originalidad de tu premisa. Sin embargo, muchas veces la combinación de buenas ideas con inseguridad o baja autoestima pueden traducirse en la errónea certeza de que nadie comprenderá esa historia más que tú, que es necesario escribir un «Sombras de Grey» o un «Crepúsculo» para llegar a más gente. Puede que sea así, pero es demasiado triste no darle esa oportunidad a una historia que nadie más ha creado antes.

¿Cuál es el motivo por el que no escribes en ciertas épocas?


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