Aunque actualmente, Mario Vargas Llosa, estĂ© mĂĄs en el candelero y en la noticias por temas de «prensa rosa» que poco o nada tienen que ver con la literatura, no deja de ser uno de los escritores importantes de este siglo. Premio Nobel de Literatura en 2010 y miembro de la Real Academia Española desde 1994 son sĂłlo dos de los muchos premios y distinciones que alberga en su largo currĂculum literario y creativo.
Este artĂculo, es buen merecedor de su lectura, porque que autores como Ă©l nos recomienden buenos libros, es un hecho a tener en cuenta. Y en otro orden de cosas, ÂżquĂ© autor o autora os gustarĂa que os recomendara sus lecturas preferidas o esos libros que considera de casi obligada revisiĂłn?
Los libros que nos recomienda Vargas Llosa
A continuaciĂłn os dejamos tanto con los tĂtulos de los libros que tienes que leer antes de morir, segĂșn Vargas Llosa como con las razones que da el autor peruano de porquĂ© razones debes hacerlo:
El Gran Gatsby, de Francis Scott Fiztgerald
«Toda la novela es un complejo laberinto de muchas puertas y cualquiera de ellas sirve para entrar en su intimidad. La que nos abre esta confesiĂłn del autor de El gran Gatsby da a una historia romĂĄntica, de esas que hacĂan llorar», nos dice M. V. Llosa.
«Auto de fe», de Elias Canetti
«Al mismo tiempo que los demonios de su sociedad y de su Ă©poca, Canetti se sirviĂł tambiĂ©n de los que lo habitaban sĂłlo a Ă©l. Barroco emblema de un mundo a punto de estallar, su novela es asimismo una fantasmagĂłrica creaciĂłn soberana en la que el artista ha fundido sus fobias y apetitos mĂĄs Ăntimos con los sobresaltos y crisis que resquebrajan su mundo», nos cuenta.
«El corazón de las tinieblas» de Joseph Conrad
«Pocas historias han logrado expresar, de manera tan sintĂ©tica y subyugante como Ă©sta, el mal, entendido en sus connotaciones metafĂsicas individuales y en sus proyecciones sociales», comenta Vargas Llosa.
«Trópico de cåncer» de Henry Miller
«El narrador-personaje de TrĂłpico de CĂĄncer es la gran creaciĂłn de la novela, el Ă©xito supremo de Miller como novelista. Ese âHenryâ obsceno y narcisista, despectivo del mundo, solĂcito sĂłlo con su falo y sus tripas, tiene, ante todo, una verba inconfundible, una rabelesiana vitalidad para transmutar en arte lo vulgar y lo sucio, para espiritualizar con su gran vozarrĂłn poĂ©tico las funciones fisiolĂłgicas, la mezquindad, lo sĂłrdido, para dar una dignidad estĂ©tica a la groserĂa», indica Llosa.
«Lolita» de Vladimir Nabokov
«Humbert Humbert cuenta esta historia con las pausas, suspensos, falsas pistas, ironĂas y ambigĂŒedades de un narrador consumado en el arte de reavivar a cada momento la curiosidad del lector. Su historia es escandalosa pero no pornogrĂĄfica, ni siquiera erĂłtica. Una burla incesante de instituciones, profesiones y quehaceres, desde el psicoanĂĄlisis -una de las bestias negras de Nabokov- hasta la educaciĂłn y la familia, permean el diĂĄlogo de Humbert Humbert», explica sobre la obra.
«La señora Dalloway» de Virginia Woolf
«El embellecimiento sistemåtico de la vida gracias a su refracción en sensibilidades exquisitas, capaces de libar en todos los objetos y en todas las circunstancias la secreta hermosura que encierran, es lo que confiere al mundo de La señora Dalloway su milagrosa originalidad», nos cuenta.
«Opiniones de un payaso» de Heinrich Böll
«Opiniones de un payaso, su novela mĂĄs cĂ©lebre, es un buen testimonio de esta sensibilidad social escrupulosa hasta la manĂa. Se trata de una ficciĂłn ideolĂłgica, o, como decĂan aĂșn en la Ă©poca en que apareciĂł (1963), âcomprometidaâ. La historia sirve de pretexto a un severĂsimo enjuiciamiento religioso y moral del catolicismo y de la sociedad burguesa en la Alemania Federal de la posguerra», opina.
«El doctor Zhivago» de Boris Pasternak
«âŠPero sin esa confusa historia que los manosea, aturde, y, finalmente, despedaza, las vidas de los protagonistas no serĂan lo que son. Ăste es el tema central de la novela, el que reaparece, una y otra vez, como âleimotivâ, a lo largo de su tumultuosa peripecia: la indefensiĂłn del individuo frente a la historia, su fragilidad e impotencia cuando se ve atrapado en el remolino del âgran acontecimiento», nos cuenta.
«El Gatopardo» de Giuseppe Tomasi de Lampedusa
«Como en Lezama Lima, como en Alejo Carpentier, narradores barrocos que se le parecen porque tambiĂ©n ellos construyeron unos mundos lierarios de belleza escultĂłrica, emancipados de la corrosiĂłn temporal, en «El Gatopardo2 la varita mĂĄgica que ejecuta aquella supercherĂa mediante la cual la ficciĂłn adquiere fisonomĂa propia, un tiempo soberano distinto del cronolĂłgico, es el lenguaje», explica.