Los libros silentes son libros ilustrados sin palabras, excepto el título, la información editorial y quizás algunas dentro de las ilustraciones. Cuentan una historia a través de imágenes y permiten conectar con cualquier otra persona aunque no se tenga el mismo idioma. Son ideales para quienes todavía no saben leer o tienen distintos niveles de lectura o conocimiento intelectual. Lo mejor también es que la edad tampoco es un factor importante para verlos o entenderlos.
Su principal ventaja es que amplían las posibilidades de interpretación de una historia al mismo tiempo que proponen a sus usuarios que sean ellos mismos los que la construyan a su modo o le den un significado propio. Eso estimula la capacidad creativa, de observación y de concentración, sobre todo en los más pequeños. Echamos un vistazo a una selección de 8 títulos que pueden interesar.
Libros silentes — Selección de títulos
El mágico mundo de los estereogramas
Seguro que muchos recuerdan El ojo mágico, que fue un gran fenómeno a mediados de los años 90 pasados. Pues este recupera su estela y tiene otro con animales. Se trata de un libro compuesto de autoestereogramas, más conocidos como estereogramas, o ilusiones ópticas que permiten distinguir una escena en 3 dimensiones a partir de una imagen. No necesitan ningún dispositivo para verla, como gafas, sino que es cuestión de paciencia y concentración. Los estereogramas se suelen usar como ejercicios de rehabilitación ortopédica.
Mientras tú duermes — Mariana Ruiz Johnson
Con este libro su autora ganó el Silent Book Contest 2015 y antes también se había llevado el Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado. Está ambientado en la hora del cuento antes de dormir y las imágenes transportan a los lectores desde el interior del cuarto hasta el exterior de la casa, del barrio y más allá de la ciudad.
El muñeco de nieve — Raymond Briggs
Este es el libro pionero y más famoso, un álbum editado en 1978 en formato cómic. Cuenta la amistad entre un niño y su muñeco de nieve a través de unas imágenes que transmiten la magia de la nieve y el enorme poder de la imaginación.
El Arca de Noé — Peter Spier
Otro título emblemático de libros silentes es este. Una manera de acercarse a la historia sagrada con una de las historias más conocidas —y sin duda visuales— del Antiguo Testamento. La potencia de sus ilustraciones consigue que los lectores asistan al peligro y la enormidad de la inundación, pero también a vivir momentos más luminosos y llenos de esperanza.
El último verano — Jihyun Kim
Este es un álbum sin texto que nos cuenta la historia de cómo un niño y su perro viven y disfrutan de cada instante en un verano que ya no olvidarán. Esos momentos sencillos a los que no se da importancia porque no tenemos tiempo de mirarlos o sentirlos: observar en el cielo estrellado, darse un chapuzón en el agua fría o encontrarse con pequeños peces rayados… Todo con unas ilustraciones exquisitas de estilo oriental que no pretenden explicar cómo se siente su protagonista, sino que invita a experimentar y absorber las mismas emociones del chico en cada doble página.
El Bosco: La extraña historia de Hieronymus, el gorro, la mochila y la pelota — Thé Tjong-Khing
Este es otro libro sin palabras que pretender acercarnos al arte de una figura tan fascinante como fue la de Hieronymus van Aken, universalmente conocido como Hieronymus Bosch, o El Bosco. Lo hace a través de imágenes que nos presentan a Hieronymus como un niño que sale a jugar todos los días. Pero esta vez le ocurre algo inesperado, porque, al caer por un acantilado, va a parar a un mundo de extrañas criaturas que le roban el gorro, la mochila y la pelota. Para recuperarlos, Hieronymus deberá emprender una travesía llena de apariciones extraordinarias y armarse de valor y astucia, porque nada es lo que parece.
Buenas noches, Gorila — Peggy Rathmann
Publicado en 1992, la autora se basó en un recuerdo infantil, de cuando jugaba en verano con sus amigos en la calle. Y es que muchas veces se quedaban mirando las ventanas de sus vecinos y se preguntaban cómo sería entrar en esas casas. La ambienta en el zoo a la hora en que todos los animales se van a dormir. Todos, menos un sonriente personaje, bajito y peludo, que tiene una llave en la mano y al que el guardián todavía no ha visto.
Migrantes — Issa Watanabe
Terminamos esta selección de libros silentes con este álbum sin palabras. Con imágenes de gran fuerza nos cuenta el viaje de un grupo de animales que se marcha de un bosque en una gran y única migración. En definitiva, cuentan una situación real que pretende conmover al lector y apelar a su solidaridad y empatía. Y lo hace con escenas de la rutina en campos de refugiados u otras imágenes que se emiten habitualmente en los medios de comunicación.