La casa de la noche es la última novela publicada de Jo Nesbø, de quien no hay un año que no tengamos una historia. Esta vez nos presenta lo que en apariencia es un giro al terror al más puro estilo Stephen King. Pero, recalcamos, es en apariencia. Así que, como hoy hace 64 marzos que el autor noruego vio la luz por primera vez de seguramente un frío día, ahí va mi reseña de un título que vuelve a demostrar por qué ha llegado donde está en la literatura.
LA CASA DE LA NOCHE — SINOPSIS
Richard Elauved tiene que mudarse a la remota y pequeña localidad de Ballantyne, donde va a vivir con sus tíos después de haber perdido a sus padres en un trágico incendio. Allí no tarda en convertirse en un paria, uno de los marginados oficiales del instituto, algo que se acentuará cuando, una tarde, y en lo que parecía ir a gastar una broma estúpida con un compañero de clase llamado Tom, este desaparece en circunstancias, más que extrañas, terroríficas. Y a pesar de que Richard jura y perjura que lo que le pasó a Tom fue así de terrible, todos lo culparán. Todos salvo Karen, otra estudiante, que parece muy rebelde y especial y que lo empujará a llegar hasta el fondo del misterio.
Y es que a Tom se lo tragó el auricular del teléfono de una cabina cercana al bosque. Pero, evidentemente, ni la policía ni nadie creen la versión de Richard. Sin embargo, él seguirá unas pistas que lo conducirán hasta una antigua casa señorial, ahora abandonada, o no, porque oirá voces. Pero todo se complica aún más cuando otro compañero, también poco popular, desaparecerá de la forma más inverosímil y en la propia casa de Richard. Así que él tendrá que intentar aclarar qué pasa por todos los medios, demostrar que es inocente y no perder la cordura. Pero todo eso es solo en la primera parte.
En la segunda damos un salto temporal donde Richard ya es un escritor que ha conseguido triunfar y vuelve al pueblo para una reunión de antiguos alumnos de su instituto. Pero la noche que se juntan no terminará nada bien y Richard sentirá que ya no puede escapar de esos sucesos tan espeluznantes.
LA CASA DE LA NOCHE — LO QUE ES
Estamos ante 304 páginas de una historia que se mueve entre el terror más fantástico y el misterio insondable que es la mente humana, y todo en un contexto de metaliteratura. Así que se trata de un círculo perfecto entre su principio y su final.
Dividida en tres partes, que funcionan como una de esas matrioskas que se van abriendo para sacar otras, el inicialmente convencional argumento de género de terror se va transformando hasta descubrirnos lo que ocurre de verdad. Porque eso es lo que ya saben los seguidores más fieles de Nesbø, que han leído más allá de Harry Hole: que hay ese más allá, ese truco, revés o giro marca de la casa que te va a dar la sorpresa al final. Por eso no hay que fiarse de las sinopsis ni las apariencias.
Así que, en las dos primeras partes, la presentación de los personajes y sus acciones ya nos van poniendo sobre la pista y, de momento, caemos en la trampa: son los propios del canon terrorífico por excelencia. Y se mezclan desde casas encantadas, siempre dando tanto juego, guiños a La metamorfosis de Kafka y los últimos que reinan en el terror más actual: los zombies. De modo que no podemos evitar ponernos en la piel del protagonista y tomárnoslo como esa historia fantástica de la que queremos saber cómo conseguirá salir. O si, al final, se optará por un recurso deus ex machina que —también lo sabemos—, no es lo propio de un autor como Nesbø.
El remate
Pues esa tercera parte donde, de repente, nos vemos en otro universo que también reconocemos pero es totalmente distinto. Quizás lo hemos llegado a imaginar mientras pasábamos las páginas. De pronto, los personajes son los mismos, pero no se comportan igual y, por supuesto, no están en el mismo sitio. Pero también de pronto todo empieza a encajar.
Las piezas se van juntando una a una en esa mezcla de ingeniería técnica literaria y el muy particular y rotundo conocimiento del autor sobre cómo puede funcionar la mente humana, siempre tan vulnerable y quebradiza como fuerte y poderosa. Todas las conexiones que es capaz de hacer o deshacer, de destruir, pero también de recomponer, con la ayuda de los demás y de otras herramientas como la literatura, que es la que encuentra Richard para solucionar lo que ocurre.
En definitiva
Otra gran historia del maestro indiscutible que es Jo Nesbø que, por supuesto, no se pueden perder sus lectores. Ni los que no lo son.