Jugadores de billar: José Avello Flórez

Jugadores de billar

Jugadores de billar

Jugadores de billar es una novela contemporánea escrita por el fallecido profesor universitario y autor español José Avello Flórez. La obra fue publicada por primera vez en 2001 de la mano de la editorial Alfaguara, después de que el periodista y también escritor Juan José Millás leyera el manuscrito para el premio de dicha casa de letras, recomendándola para su edición y lanzamiento el mismo año.

Fue así como, gracias a Millás, la segunda y última novela de José Avello Flórez vio la luz, consagrándolo como uno de los autores “de culto” más respetados de España, pese a su lejanía de los focos de atención y la palestra literaria. Esta obra se considera como una herencia tardía del retrato social plasmado por el famoso Leopoldo Enrique García Alas y Ureña, alias Clarín, en La Regenta.

Sinopsis de Los jugadores de billar

Lo que cuenta la voz de un amigo

Ya desde su primera página, es posible notar que Los jugadores de billar es una novela que se salta todas las convenciones actuales sobre lo comercial y lo grotesco del lenguaje. En cambio, presenta un juego entre el narrador omnisciente y los lectores. El primero, resulta ser uno de los amigos protagonistas, quien se presenta con la siguiente frase: “De mí prefiero no hablar, porque no me atrevo y porque no sabría hacerlo sin mentir”.

A partir de entonces, comienza a relatar una serie de complejas aventuras que él y sus compañeros —íntimos amigos desde la adolescencia— vivieron y viven, dando elegantes saltos del presente al pasado y viceversa. El título de la novela hace honor al juego que estas amistades disfrutan, a la par de funcionar como un recurso narrativo para sostener la trama y una analogía sobre la sociedad, respectivamente.

Estructura narrativa de Los jugadores de billar

Los jugadores de billar cuenta con más de seiscientas páginas, las cuales están divididas en veintiséis fragmentos que, a su vez, se seccionan en cuatro partes. Estas piezas literarias representan las cuatro estaciones del año, así como un sentimiento que se procede a describir en cada sección.

Estas emociones se encuadran en subtítulos que aluden alegóricamente a su contenido: “Primavera, Espejos y cristales”, “Verano, El lado oscuro de la calle”, “Otoño, El cuarto jugador”, e “Invierno, Nieve sobre la ciudad”.

Asimismo, la trama principal está fraccionada en varias subtramas con ciertos niveles de drama, acción, romance, crimen y erotismo. El primer nivel ocurre en el tiempo presente, donde cuatro cuarentones sufren varios inconvenientes sentimentales y humanos.

El segundo y tercer nivel

Al tiempo que sufren todos estos cambios, siguen asistiendo al billar, juego que sigue convocándolos desde los años de la primera juventud, cuando eran audaces editores de una rebelde revista poética. Por su parte, más allá de la superficie se encuentra el segundo nivel, en el cual se cuentan todas las experiencias individuales de cada uno. Estas siempre son marcadas por el fracaso o la frustración.

Este nivel también se narra en tiempo presente, pues ocurre al mismo tiempo que el primero. Más allá de este existe un tercer nivel, el cual está marcado por escenas sangrientas, viles, sórdidas, que arrancan a partir de la guerra civil, o se producen en los años del franquismo, y que acaban comunicándose con otro asunto decisivo para el desenlace, lo que podría traducirse como un crimen.

Ambientación de Los jugadores de billar

Los jugadores de billar se encuentra ambientada en la ciudad de Oviedo, dándole así la espalda a todas aquellas obras cuyos escenarios suelen ser Barcelona o Madrid. Siendo heredero de Clarín, José Avello Flórez retoma el cuadro social que el primero dibujó en La Regenta, y lo sigue coloreando en su propio libro, el cual, por obvias razones de tiempo, cuenta con espacios más actuales.

No obstante, existen algunos lugares que se mantienen, y que son una clara referencia al aparente “simbolismo” de la obra de Clarín. Estos sitios pueden ser la fábrica de cerámica, objeto de los afanes especulativos, los domicilios —algunos albergando peculiares instalaciones—, la zapatería, Las Novedades, el café Mercurio, el bar Chipi, entre otros entrañables y misteriosos paisajes antiguos.

¿Una dosis de novela realista o un libro simbolista en su máximo esplendor?

La vida cotidiana de los personajes, sus manías, sus gustos, su forma de enfrentarse a los demás, se van señalando con pequeños detalles que componen retratos escuetos y convincentes. El realismo se muestra mediante elementos como el trabajo, contando con un educador, un bibliotecario, un oficinista, un periodista y un director de un negocio familiar, además de otros cargos.

La novela también hace mención a la vida parasitaria como excusa para el trabajo artístico, al narcotráfico, el porno, los estimulantes. Aun así, todas las relaciones en Los jugadores del billar ocurren gracias a que uno de ellos quedó prendado de una muchacha, lo que le produce una severa obsesión que, al mismo tiempo, arrastra a todos sus compañeros. Es aquí donde se muestra algo de simbolismo.

Sobre el autor

José Avello Flórez nació en 1943, en Cangas del Narcea, España. Cursó estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo y en la Universidad Complutense de Madrid. Durante los diez años posteriores, fue profesor de Teoría de la Comunicación y, después, de Sociología de la Cultura en la Facultad de Bellas Artes de Madrid. Al mismo tiempo, desarrolló su vocación literaria.

A pesar de que solo publicó dos novelas, y se mantuvo alejado de los medios a causa de su amor por la privacidad, obtuvo mucho reconocimiento crítico, tanto en sus primeros días como ahora. Su talento lo hizo finalista de lauros como el Premio Nacional de Narrativa, así como de los denominados Premio Villa de Madrid y Premio de la Crítica de Asturias.

Es fácil realizar una comparativa entre Clarín y José Avello, dada la afinidad que el segundo sentía por el primero, y la forma en la que, de algún modo, continuó su obra. Por ejemplo, La Regenta —novela que se percibe como una versión española de Madame Bovary, de Gustave Flaubert— es el pilar para Los jugadores de billar, ora por su ambientación, ora por su estilo narrativo y construcción de personajes.

Otros libros de José Avello Flórez

  • La subversión de Beti García (1983).

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