Pensar en cuentos casi siempre se relaciona con un público infantil. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así ya que hay muchos tipos de cuentos. Algunos de ellos están enfocados en el público adulto, mientras que otros, de temáticas más infantiles, sí que serían para los niños.
Pero, ¿qué tipos de cuentos hay? ¿De qué va cada uno de ellos? Si te ha picado la curiosidad, a continuación te hablamos de ello.
Qué es un cuento
Un cuento se define como una historia breve, que puede estar basada en hechos reales o no, y cuyos personajes son reducidos. El argumento de estas narraciones es muy sencillo y puede contarse mediante la vía oral o la escrita. En él se mezclan aspectos de ficción con hechos reales, y sirve para contar una historia pero también para ayudar a los niños a aprender valores, moralejas, etc.
La estructura del cuento se basa en tres partes bien definidas en todos ellos:
- Una introducción, donde se presenta a los personajes y se les inicia en un problema que tienen.
- Un nudo, donde los personajes están inmersos en el problema debido a que ha pasado algo que impide que todo sea bonito como en la introducción.
- Un desenlace, que se produce cuando se encuentra una solución a ese problema que se tiene para volver a tener un final feliz, que puede ser como el inicio.
¿Qué tipos de cuentos existen?
No podemos decirte que haya una clasificación única sobre los tipos de cuentos que existen, ya que hay autores que los clasifican en mayor número que otros. Por ejemplo, según la conferencia «Del cuento popular al cuento literario» de José María Merino, hay dos tipos de cuentos:
- Cuento popular. Se trata de una narración tradicional donde se presenta la historia de unos personajes. Esta, a su vez, se divide en cuentos de hadas, de animales, fábulas y cuentos de costumbres. Además, anexas a todas ellas estarían los mitos y las leyendas, aunque no se englobarían dentro de la división del cuento popular.
- Cuento literario: es aquella obra que se transmite a través de la escritura. Uno de los más antiguos que se conserva es El conde Lucanor, una composición de 51 cuentos de distintos orígenes, escrito por Don Juan Manuel. Es dentro de esta gran categoría que podemos encontrarnos una división mayor, ya que se englobarían los cuentos realistas, de misterio, históricos, románticos, policiales, de fantasía…
Otros autores no ven esta clasificación y consideran que las subdivisiones son en realidad los tipos de cuentos que existen. Así, las más destacadas serían:
Cuentos de hadas
Estaría definido dentro de los cuentos populares, uno de los más leídos y caracterizado por ser una historia que no es real, que ocurre en tiempo y espacio desconocidos y que tienen una prueba que debe superarse para alcanzar el final feliz.
Cuentos de animales
En ellos los protagonistas no son personas, sino animales que tienen personalidades humanas. En ocasiones los animales sí que pueden venir acompañados de humanos, pero estos actuarían en un segundo plano.
Cuentos de costumbres
Son historias donde se busca ser crítico con la sociedad o la época en que se narra la historia, a veces a través de la sátira o el humor.
De fantasía
Se englobarían dentro de los cuentos literarios, pero muchos opinan que también pueden ser cuentos populares. En este caso, la historia se basa en algo inventado donde aparece la magia, la hechicería y el que los personajes tengan poderes.
Realistas
Son aquellos que cuentan escenas del día a día, con las que los niños pueden identificarse y, de esta manera, aprender.
De misterio
Se caracterizan por buscar que el lector se enganche a la historia de tal forma que viva casi lo mismo que el protagonista del cuento.
De terror
Al contrario que el anterior, donde se busca la intriga, aquí es el miedo lo que va a caracterizar la trama. Pero también se busca que el lector experimente lo mismo que el protagonista, que se asuste y viva el terror que se narra en el cuento.
De comedia
Su objetivo es presentar una historia hilarante y que haga reír al lector, ya sea mediante bromas, situaciones graciosas, personajes patosos, etc.
De historia
No es tanto el explicar un hecho histórico, sino más bien utilizan ese hecho real para ubicar a los personajes y el tiempo y espacio, pero no tienen por qué ser fieles a la realidad.
Por ejemplo, podría ser una historia sobre Leonardo Da Vinci un día que se tomó un descanso de pintar. Se sabe que el personaje existió y el cuento se sitúa en ese espacio-tiempo, pero no tiene por qué ser algo que ocurriera de verdad.
Románticos
La base de estos cuentos es una historia en la que el tema principal es el amor entre dos personajes.
Policiales
En ellos la trama se basa en un crimen, un delito o en esclarecer un problema a través de personajes que son policías o detectives.
De ciencia ficción
Son aquellos que se ubican en el futuro o bien en el presente pero con avances tecnológicos muy adelantados (que aún no existen en la vida real).
Qué hace que un cuento se englobe en una categoría u otra
Imagina que vas a contarle un cuento a tu hijo o hija, a tu sobrino o sobrina… En lugar de coger un libro y leérselo, empiezas a contarle la historia inventándotela. O bien narrando uno que ya te sabes. Si nos basamos en la clasificación anterior, este podría ser un cuento popular si trata de alguna subdivisión de esos cuentos populares.
En cambio, si lo que haces es leer un libro de cuentos, entraría dentro de lo literario, puesto que se va a transmitir a través de la escritura.
Realmente, a la hora de clasificar un cuento, se puede hacer de muchas formas:
- De si está narrado o es leído (escrito).
- De si es fantástico, de hadas, una fábula, de policías, de una pareja…
Incluso algunos cuentos pueden englobarse en dos o más categorías ya que a la hora de catalogarlo, puede hacerse según los personajes o según la trama. Por ejemplo, imagina que los personajes son animales que tienen rasgos humanos (hablan, razonan, etc.). Estaríamos ante un cuento de animales. Pero, ¿y si esos personajes fueran detectives que investigan un robo en la selva? Ya nos estamos metiendo en un cuento infantil policial.
No hay que darle tanto importancia al hecho de querer clasificar un libro. Solo las editoriales los clasifican y lo hacen para llevar un “orden” en su catálogo de libros, así como para saber qué libros deben publicar y cuáles no. Pero a la hora de pensar en los lectores, estos leerán las historias en base a sus gustos, pudiendo mezclarse géneros y, así, ser más originales para sorprenderlos.