Fotografía: Roberto Lapid, perfil de Twitter.
Roberto Lapid es argentino de Córdoba y actualmente reside entre su país y España. Ha escrito ya otras novelas, sobre todo históricas basadas en casos reales, como Dizna: Mensaje desde el Pasado o El Enigma Weis. Y la última es Pasión imperfecta, con una protagonista muy especial: la actriz Hedy Lamarr. En esta entrevista nos habla de esta obra y de mucho más y le agradezco mucho el tiempo y la amabilidad para concedérmela.
Roberto Lapid — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: El título de tu último libro es Pasión imperfecta. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?
ROBERTO LAPID: El embrión de esta historia nace entre unas montañas al oeste de la ciudad de Córdoba en Argentina. Allí hay varias extrañas construcciones y una entre ellas llamó mi atención: el castillo Mandl. En el pueblo aledaño se mencionaban diversos, contradictorios y enredados relatos sobre quien había sido su propietario, Fritz Mandl: ¿espía de los aliados durante la guerra?, ¿criminal nazi?
La investigación develó que Fritz había sido un poderoso y millonario fabricante de armas. Exótico, extravagante y enigmático, y odiado y venerado por muchos. Sus clientes habían sido nada menos que Hitler, Mussolini y Franco, entre otros, y entre sus amigos estaban el general Perón, Hemingway, Truman Capote y Orson Wells.
Fritz ve en el microcine de su mansión en Viena la película Éxtasis, donde Hedy Kiesler interpreta el primer desnudo y el primer orgasmo visto en la pantalla a sus 16 años. Esta joven superdotada, que estudia teatro e ingeniería y domina varios idiomas, se casa con Fritz. Ambos viven en su castillo de Salzburgo y Hedy era la anfitriona ideal para recibir todo tipo de personajes. Entre los dos se desata una pasión tan desenfrenada como destructiva. Luego Hedy Kiesler huye y llega a Hollywood para convertirse en Hedy Lamarr, la mujer más bella del cine. Pero, además, patenta inventos, entre ellos un sistema de comunicaciones que ha dado lugar a lo que hoy es el wifi, el GPS y el bluetooth.
Es una historia real, con una trama donde los personajes fueron protagonistas de varios importantes eventos del siglo XX.
- AL: ¿Te puedes remontar a ese primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?
RL: Entre mis primeras lecturas durante la infancia, recuerdo la saga de Sandokán, el tigre de la Malasia, de Emilio Salgari. Mi primera historia fue escrita a los 14 años, un cuento para un concurso de Editorial Kapeluz. Ganar el premio mayor levantó mi entusiasmo. Comencé entonces a escribir para el periódico escolar. Luego, ya mayor, notas, crónicas y relatos que se publicaban en algunos diarios. Mi primera novela tuvo que esperar hasta 2010 para ver la luz.
- AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
RL: He leído a muchos: A. J. Cronin, Howard Fast, John Le Carré, Ken Follet, Wilbur Smith, Carmen Laforet, Paul Auster, Julio Verne, Cervantes, Homero, Walter Scott, Herman Hesse.
- AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?
RL: Me hubiese gustado conocer a Robert Langdon, protagonista de los libros de Dan Brown, y a varios personajes de las historias de Noah Gordon.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
RL: Antes de plasmar una historia me apasiona investigar: acceder archivos, entrevistar testigos, recorrer los espacios. Indagar, desentrañar lo oculto, transmitir lo que poco se conoce pero que resulta importante.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
RL: Generalmente dedico las tardes a la literatura, cuando no estoy pintando. Acostumbro a cambiar de espacios, quizás por el hecho de viajar y haber vivido entre Barcelona y Argentina durante varios años. Para escribir elijo espacios con mucha luz, silencio y soledad.
- AL: ¿Hay otros géneros que te gusten?
RL: Para leer, el listado es diverso: aventuras, enigmas, pasiones. Para escribir, novelas históricas basadas en casos reales. Por el momento solo eso.
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
RL: Estoy leyendo Brooklyn Follies, de Paul Auster y he terminado de escribir una novela cuyo devenir se desarrolla en la costa valenciana. Un caso explosivo de 1969 que involucra eventos poco conocidos de la reciente historia española donde surgen traiciones, espionaje e intrigas ocultas. Este libro está ya en la editorial, listo para ser publicado.
Trabajo ahora en una historia que acontece durante la época de la Guerra Fría en la Berlín dividida por el conocido muro. Ambas novelas están basadas en casos verdaderos que llevaron a una investigación que resultó fascinante.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?
RL: El mundo editorial es difícil y la pandemia ha deteriorado el mercado. Tengo la suerte de contar con una buena agencia literaria y una editorial que apoya mi trabajo. Miro hacia adelante con optimismo y no dejo de escribir.
Escribí el primer manuscrito y lo envié a algunas editoriales argentinas, una de ellas se comunicó y con el tiempo publicó tres de mis libros. Ahora desde Roca Editorial de Barcelona mis textos llegan a bastantes países de habla hispana.
- AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?
RL: Ha sido difícil. Quedé atrapado en Argentina bajo una larguísima y rigurosa cuarentena. La escritura, la pintura, la familia que estaba lejos y las comunicaciones con amigos ayudaron a sobrellevar la soledad y el encierro. Se avizora una luz de esperanza y lo que deseo se concrete en recuperar libertades y salud, además de dejarnos importantes aprendizajes.