El escritor finlandés Mika Waltari moría en Helsinki el 26 de agosto de 1979. Es uno de los autores de este país más famosos internacionalmente. Es conocido por sus novelas históricas y fue un autor muy prolífico. Su título más conocido es Sinuhé, el egipcio. Hoy en su memoria, recuerdo su obra.
Mika Waltari
Mika Toimi Waltari nació en Helsinki y fue (y sigue siendo) uno de los escritores de Finlandia más famosos. Es conocido sobre todo por sus novelas históricas. Estudió Teología y Filosofía y trabajó como periodista y crítico literario para varios periódicos y revistas finlandesas. También Fue miembro de la Academia Finlandesa. Escribió al menos 29 novelas, 6 colecciones de poesía y 26 obras de teatro además de varios guiones para radio y cine, traducciones y cientos de reseñas y artículos.
Su novela más aclamada es Sinuhé, el egipcio, publicada en 1945. Pero fueron muchas más como Kuriton Sukupolvi, Akhamaton, Miguel, el renegado, El ángel oscuro, El sitio de Constantinopla, Juego peligroso, Reina por un día, Un forastero llegó a la granja, La reina del baile imperial, De padres a hijos, Marco el Romano, Vacaciones en Carnac, Una muchacha llamada Osmi. Sus obras han sido traducidas a más de 30 idiomas.
Sinuhé el egipcio
Fue la primera y más exitosa de las novelas históricas de este autor. Está ambientada en el Antiguo Egipto, durante el reinado del faraón Akenatón. El protagonista es Sinuhé, su médico real, que cuenta su historia en el exilio después de la muerte de este faraón. Además, ha perdido su posición debido a su relación fallida con una cortesana. También pierde la casa de sus padres y toda su herencia. Aparte de los hechos ocurridos en Egipto, la novela también relata los viajes de Sinuhé por Babilonia, Creta y otros pueblos.
Fragmentos de la novela
Principio
Yo, Sinuhé, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del país de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo. No para halagar a los dioses, no para halagar a los reyes, ni por miedo al provenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pérdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza en la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mí solo para quien escribo, y sobre este punto creo diferenciarme de todos los escritores pasados o futuros.
Final
Porque yo, Sinuhé, soy un hombre y como tal he vivido en todos los que han existido antes que yo y viviré en todos los que existan después de mí. Viviré en las risas y en las lágrimas de los hombres, en sus pesares y sus temores, en su bondad y su maldad, en su debilidad y su fuerza. Como hombre, viviré eternamente en el hombre y por esta razón no necesito ofrendas sobre mi tumba ni inmortalidad para ni nombre. He aquí lo que ha escrito Sinuhé, el egipcio, que vivió solitario todos los días de su vida.
Más fragmentos
- La verdad es un cuchillo afilado, la verdad es una llaga incurable, la verdad es un ácido corrosivo. Por esto durante los días de su juventud y de su fuerza, el hombre huye de la verdad hacia las casas de placer y se ciega con el trabajo y con una actividad febril, con viajes y diversiones, con el poder y las destrucciones. Pero viene un día en que la verdad lo atraviesa como un venablo y ya no siente más el júbilo de pensar o trabajar con sus manos, sino que se encuentra solo, en medio de sus semejantes, y los dioses no aportan ningún alivio a su soledad.
- Escribo porque el vino me es amargo al paladar. Escribo porque he perdido el deseo de divertirme con las mujeres, y ni el jardín ni el estanque de los peces causan regocijo a mis ojos. Durante las frías noches de invierno, una muchacha negra calienta mi lecho, pero no hallo con ella ningún placer. He echado a los cantores, y el ruido de los instrumentos de cuerda y de las flautas destroza mis oídos. Por esto escribo yo, Sinuhé, que no sé qué hacer de las riquezas ni de las copas de oro, de la mirra, del ébano y del marfil. Porque poseo todos estos bienes y de nada he sido despojado. Mis esclavos siguen temiendo mi bastón, y los guardianes bajan la cabeza y ponen sus manos sobre las rodillas cuando yo paso. Pero mis pasos han sido limitados y jamás un navío abordará en la resaca.
La película
De 1954, la produjo Darryl F. Zanuck para la 20th Century Fox y la dirigió Michael Curtiz, el famoso director de Robin de los bosques o Casablanca. Entre sus intérpretes están Edmund Purdom, Jean Simmons, Gene Tierney, Victor Mature, Michael Wilding, John Carradine o Peter Ustinov. No obtuvo el éxito esperado, pero fue nominada al Óscar a mejor fotografía.