Los Mundos de Valken. Oceanos en llamas.
Hace un par de semanas os recomendaba la compra de Los Mundos de Valken. Oceanos en llamas. Hoy toca reseña de la misma, que es como dar los motivos de porqué dije que era una buena inversión en diversión de la buena (casi capicúa). Los Mundos de Valken. Oceanos en llamas es una digna hija de su padre, Nacho Fernández. El historietista bilbaino pone en este primer tomo (se esperan más con el paso del tiempo) una cantidad de referentes reconocibles para el amante de la ciencia ficción, del cine y la literatura en general, que al menos en lo que respecta a los de mi generación siempre te deja con una sonrisa de medio lado mientras haces un alto en la lectura. Esto sin contar los guiños que servidor no haya identificado claro está, que seguro que haberlos los hay. Por poner algunos ejemplos rápidos, podemos pasar de ver detalles dignos de El Señor de los Anillos, a escenas que nos recuerdan a las películas de John Carpenter (La Niebla y La Cosa), abriendo con momentos que pueden evocar cintas como La Caza del Octubre Rojo. Y todo ello envuelto con elementos a caballo entre la ciencia ficción pura y dura (iros a Aliens si queréis) y el retrofuturismo de clásicos como Dune. Si pensáis que con semejante mezcla no puede jamás salir un coctel malo… estáis en lo cierto.
Si nos ponemos a indagar en busca de alguna pega, quizá podríamos señalar que el hecho de presentar un mundo con multitud de personajes y escenarios, hace complicada la tarea del autor en cuanto a lo que es dirigir un circo de siete pistas (que se lo digan a Whedon con Los Vengadores). Quizá esa ambición puede dificultar la transición de unas escenas a otras cuando comienza la invasión de los diferentes sistemas de Valken por parte de los Volg. El ritmo entonces se acelera y hay que tomarse unos segundos para distinguir donde nos encontramos cada vez que se cambia de entorno. En contraposición hay que destacar por encima de las muchas virtudes que tiene esta obra, los diseños de personajes, naves, criaturas y escenarios. Construir todo eso le habrá llevado bastante tiempo a Nacho, que no en vano admite en la presentación que estamos ante un viejo sueño que se ha convertido en realidad con la publicación de Los Mundos de Valken. Oceanos en llamas. Imagino que sus planes incluyen, como he dicho al principio, darle una continuidad a este planteamiento, ya con la libertad de entender que el lector sabe quién es quién en esta representación.
El tema de la edición ya os lo comenté con la reseña de Chorizos. Atraco a la española (aquí si no lo habéis leído). Grafito Editorial se lo está currando de lo lindo para ofrecer tomos que merezca la pena coleccionar. Ya no solo por el formato en sí, bastante cuidado, con una encuadernación en rústica con solapas, con un buen papel, extras al final de la historia (y en esta se hacen bastante importantes de cara a entender la trama) y a un precio bastante ajustado de 16,5 €. No me gusta mucho repetirme pero cuando las cosas están bien hechas da gusto. El camino marcado por Yolanda Dib y Guillermo Morales debería ser el espejo en el que se miren otros sellos de nuevo cuño, algunos de ellos atrincherados en la cantinela de las dificultades del que comienza para justificar ediciones de pacotilla a precios disparatados. De la misma manera que con Chorizos. Atraco a la española, además del tomo en sí, Los Mundos de Valken viene con algunos regalos: una historia extra que explica algunos de los puntos con que arranca la trama de la historia (por tanto os recomiendo también leer esta historia extra antes de comenzar con el tomo), un póster y una lámina ilustrada de Nacho Fernández con su dedicatoria en la parte posterior.