Libros de Julio Verne

Hablar de los libros de Julio Verne es hablar de uno de los tesoros más grandes de la literatura mundial. Este escritor y poeta nació el 8 de febrero de 1828 en Nantes, Francia. Su extenso trabajo ha trascendido y es reconocido globalmente como uno de los principales y más importantes aportes que dieron paso al comienzo del género de la ciencia ficción en la literatura. Luego de una vida llena de sucesos, a la edad de 77 años y sin dejar de escribir, murió a causa de la diabetes.

Verne fue un hombre con una imaginación adelantada a su época, y eso se reflejaba claramente en su obra, de hecho, hay un montón de datos curiosos sobre su vida. No solo llegó a proponer ideas visionarias, también consiguió describir artilugios e ingenios que para la época parecían una locura, pero que al tiempo se inventaron. Aun así, destacó en toda Europa por su estilo surrealista, mucho antes de haber predicho el futuro en sus modernas novelas.

Antes de los libros

Siendo el primogénito de cinco hermanos y proviniendo de una familia pudiente, Verne logró cursar con éxito sus primeros estudios en el colegio Saint-Stanislas. Posteriormente fue al Liceo Real de Nantes y egresó como un estudiante sobresaliente. En todo ese tiempo Julio empezó a sentirse atraído a lo relacionado con la ciencia, y desarrolló un gran amor por la poesía.

En 1847, financiado por su padre, se trasladó a París para estudiar Derecho. Ahí se introdujo en los círculos literarios y conoció a personas que tuvieron gran influencia en el desarrollo de su obra, como Alexandre Dumas padre, y también su hijo. Para ese entonces Julio escribió la obra Alejandro VI, y así empezó su etapa de dramaturgo.

Estando en la Ciudad Luz entabló amistad con personajes extrovertidos de la época. Tal fue el caso de Nadar, el padre de la fotografía aérea, primer artista en capturar a Francia desde los cielos montado en un globo aerostático. Por medio de él, Verne empezó a interesarse en la idea de volar y sus extensas posibilidades.

En 1849 finalmente se tituló como abogado, cumpliendo con el deseo de su padre. Pero, Julio, apático, se negó a la idea de ejercer su carrera. Más tarde, a causa de su negativa, la ayuda económica que recibía por parte de su familia le fue retirada.

Su carencia de dinero, de comida y su estrés, lo llevaron a sufrir de diferentes problemas de salud asociados al tracto digestivo, además de empeorar su diabetes, así lo explicó a su madre por medio de una carta. A partir de allí, Julio Verne empezó a dedicarse de lleno a las letras.

Julio Verne, una sola vez enamorado

A la edad de once años Verne se enamoró de su prima, Coralie; ella inspiró sus primeros poemas. De hecho, abordó un barco mercante que llevaba rumbo a las Indias con el fin de conseguirle un colgante de perlas como prueba de su amor. No obstante, su padre se enteró y lo hizo bajar de la embarcación inmediatamente. El joven Julio Verne empezó a redactar historias desde entonces.

Con los años, cuando se fue a vivir a París, Coralie se comprometió y él se dedicó a los estudios y a la escritura. No fue sino hasta 1856 que se interesó en una mujer. En enero de 1857 se casó con Honorine Deviane Morel, una mujer que había quedado viuda y tenía dos hijas; Valentine y Suzanne.

Verne se casó por conveniencia y también con la intención de llenar un vacío emocional, pero el matrimonio no le ayudó a curar su dolor, nunca fue feliz. Luego de cuatro años viviendo juntos Honorine quedó embarazada del primer y único hijo de Julio, Michel Verne, y en esos momentos el escritor se preparaba para irse de viaje.

Inspiración

Julio empezó a escribir desde joven sintiéndose inspirado por las historias que su maestra le contó en clases sobre su esposo, quien era marinero. El escritor sentía una extrema pasión por la lectura y le gustaba coleccionar artículos y revistas relacionadas con la ciencia. Fue un hombre de un pensamiento profundo, no en vano sus frases se encuentran entre las mejores de la literatura mundial.

Durante su estancia en París pasó muchas horas dentro de la biblioteca buscando aprender de todo. Destinó gran parte del dinero que su padre le enviaba para comprar libros, principalmente sobre: ingeniería, astrología y geografía.

A partir de 1859 Julio empezó a descubrir su amor por los viajes y halló la principal fuente de inspiración para escribir en ellos. Sin embargo, contrario a lo que se piensa, los viajes que realizó Julio Verne en realidad fueron muy pocos.

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Fragmentos de algunos de los más célebres libros de Julio Verne

A continuación, fragmentos de algunas de las obras más célebres de Julio Verne:

La Vuelta al Mundo en 80 días

“El tren había salido a la hora reglamentaria. Llevaba cierto número de viajeros, algunos oficiales, funcionarios civiles y comerciantes de opio y de añil a quienes llamaba su tráfico a la parte oriental de la península…”.

Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino

“En efecto, desde hacía algún tiempo varios buques venían encontrándose en el mar con «una cosa enorme», un objeto largo, fusiforme, fosforescente a veces, infinitamente mayor y más veloz que una ballena…”.

Temática de los libros de Julio Verne

La mayoría de las obras de Verne tratan sobre aventuras y viajes a lugares desconocidos, donde nunca nadie ha llegado. Pero Julio tuvo varias facetas en su trayectoria como escritor.

Al principio, como padre de la ciencia ficción, sus novelas guardaban principal relación al avance tecnológico. Algunas obras de esta etapa son: De la Tierra a la Luna, Las aventuras del capitán Hatteras, Viaje al centro de la tierra.

Con el tiempo, la temática de sus novelas se volvió más seria y pasó a ser menos surrealista. Aún continuó utilizando la ciencia ficción, pero ahora también incluía biografías, personajes más humanos y viajes a lugares existentes en la realidad. Destacan sus obras: La vuelta al mundo en 80 días y El país de las pieles.

Finalmente, en sus últimos años se notó su cansancio, y sus producciones literarias muestran mucha oscuridad y pesimismo. Verne dejó de plasmar a la ciencia como un elemento que beneficiaba al desarrollo humano. En cambio, la utilizó como un vórtice que consume a la sociedad junto a la política y al capitalismo. Julio pronunció sus ideales en obras como: El eterno Adán, y Los náufragos del Jonathan.

Edición y producción

Los comienzos de Julio Verne en el mundo literario no fueron sencillos. En 1862, impulsado por Nadar, Julio se dirigió a quien fue posteriormente el editor de la mayoría de su obra, Pierre-Jules Hetzel. El manuscrito entregado fue el de Cinco semanas en globo, la primera obra que abrió la serie de títulos que componen Viajes extraordinarios.

Posterior a eso, Julio aceptó un contrato ofrecido por Hetzel, el cual estipuló que escribiría dos libros al año por 20.000 francos, para lo cual tuvo que mudarse a Amiens. Las primeras producciones de Viajes extraordinarios fueron publicadas en la revista literaria de Hetzel, Magasin d’Éducation et de Récréation.

Hetzel se preocupó por la apariencia de Viajes extraordinarios cuando notó que al público le atraía. Así que empezó a diseñar las portadas de los títulos con la técnica del cartonaje. Esta técnica consiste en maquetar la obra utilizando cartón en la cubierta forrado con una tela bordada en hilos. Esto les aportó aún más valor y popularidad a los libros de Verne, volviéndolos famosos en la alta sociedad.

Legado

Aún en su lecho de muerte en 1905, Julio Verne escribió Viajes extraordinarios, y luego de su deceso se continuaron publicando varias de sus obras. Una de ellas fue su “novela perdida”, París en el siglo XX, escrita en 1989, y publicada en 1994.

El conocimiento de Julio y su imaginación lo llevaron a producir obras de gran peso en el género de la ciencia ficción y en la literatura universal. En pleno siglo XIX Verne se adelantó a los avances tecnológicos; y él siempre supo que su ficción no era más que la realidad del futuro.