Lo vi hace dos días y me encantó. Ni más ni menos que John McClaine, uno de mis más grandes héroes. La jungla de cristal, el clásico del cine de acción de 1988, va a publicarse el próximo 17 de octubre en formato de cómic a través de Amazon. Pero…
… parece ser que solo en inglés. Ya veremos si hay una edición en español. Son 32 páginas que se ponen a la venta por 17 dólares, unos 14 euros. Un regalo de anotarse ya para Navidad, aunque no especialmente dirigido a los más pequeños, sino a los más mayores de la casa.
Los autores
Con guion del cómico, escritor y artista norteamericano Doogie Horner, lo ilustra el dibujante J. J. Harrison, que ha trabajado para Disney, Nickelodeon, Peguin Ramdon House o la Marvel. Harrison no ha escatimado la violencia ni la sangre en sus dibujos, calcando escenas que conservan sin reservas la esencia de la película.
Lo que adapta
El texto adapta el muy famoso poema en el mundo anglosajón Una visita de San Nicolás, más conocido por su primer verso (Era la noche antes de Navidad), atribuido al poeta norteamericano Clement Clarke Moore y publicado en 1823. Pero claro, aquí aparece una versión bastante libre que narra, en verso, todo lo que ocurría en la película.
Era la noche antes de Navidad, cuando en toda la casa no se movía ni una criatura, ni siquiera un ratón. Las medias colgaban de la chimenea con cuidado, esperando que San Nicolás pronto estuviera allí.
Los niños se acurrucan cómodamente en sus camas, mientras soñaban con caramelos bailando en sus cabezas; y mamá con su pañoleta y yo con mi gorro, nos preparábamos para una larga siesta invernal; cuando en el prado se levantó tal alboroto que salté de la cama para ver qué ocurría […].
La película
¿Quién no ha visto La jungla de cristal? ¿Quién no conoce al policía John McClaine con la cara y el cuerpo de un Bruce Willis treintañero? ¿Quién no se ha visto en Los Ángeles, en Nochebuena, a las puertas del Nakatomi Plaza? ¿Quién no ha adorado a uno de los mejores villanos del cine, el malísimo Hans Gruber con la elegancia de ese magnífico actor inglés que fue Alan Rickman?
¿Quién no se ha divertido con el chófer que se queda encerrado en el aparcamiento subterráneo? ¿O con el agente Powell, sus donuts y sus estupendos diálogos por la radio con McClaine en todo el meollo? ¿O con la ineptitud e incompetencia de los agentes del FBI? ¿Quién no se ha cortado los pies cruzando el estropicio de cristales después del espectacular tiroteo en el último piso?
Pues eso. Que casi mejor este un regalo que nos podemos hacer todos los McClaine que en el mundo somos.
Fuente: ie9.