Ética para Celia es un libro de filosofía muy accesible y honesto de la profesora Ana de Miguel. Trata el posicionamiento social de la mujer y el lugar donde ha sido expuesta, ante la atenta mirada de los otros y bajo la que se encuentra hoy sometida. Fue publicado en el año 2021.
Podría ser un libro feminista, la autora lo es, sin embargo, tildarlo solo de esta manera sería quedarse muy corto. Es un retrato actual, una reflexión muy apropiada para estos tiempos que recoge el pensamiento y la causa por la que todavía hoy la mujer no puede vivir en completa igualdad con el hombre. ¿Lo conocías? Vamos a descubrirlo.
Ética para Celia
La ética y el problema de base
¿Qué es la ética? La RAE la describe en varias acepciones y que definen este concepto como «conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida», o como «parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores». Las palabras claves serían «moral», «valores» y «conducta».
La conducta de las niñas y las mujeres ha estado sometida a los designios de los otros, de los hombres y de las mujeres que las precedieron, incluyendo a las féminas que fueron aleccionadas en su momento. El patriarcado se ha perpetuado por hombres y mujeres, y en esto estaremos la mayoría de acuerdo. Todos formamos parte del sistema, y este sistema y este modo de aleccionar y de continuar una rectitud moral impuesta es lo que Ana de Miguel trata de poner de manifiesto para que una vez más la sociedad se dé cuenta del problema de base.
La doble verdad
Ana de Miguel habla de la doble verdad. ¿Qué es la doble verdad? Es una dualidad para los niños y las niñas permanentemente segregados por su educación, obligaciones, derechos, destino y socialización. La filósofa se centra mucho en este hecho. Ya que la socialización de las niñas es totalmente diferente a la de los varones, porque históricamente han tenido papeles diferentes que cumplir.
Se expone cómo la mujer ha sido vista siempre a través del otro. ¿Y quién es el otro? Todos y todas, hombres y mujeres. La mujer ha estado hecha para el otro. Bajo un escrutinio permanente, la mujer ha sido madre, ha sido esposa, hija, hermana, cuidadora, ama de su casa. Y Ana de Miguel simple y llanamente denuncia este hecho con un estilo muy asequible. Lo pone en contexto, lo trae a la actualidad y dice: «mira, ahí lo tenéis, los residuos del problema siguen aquí, vamos a cambiar esta situación».
La voz de Ana de Miguel
Ana de Miguel habla de manera contundente, reflexionando sobre cuestiones que han estado ahí siempre, comentadas por otros pensadores, y vuelve a la carga para hacernos conscientes a todos como sociedad para responsabilizarnos de nuestra parte. Porque a todos afecta. A las mujeres que lo sufren y perpetúan y a los hombres que incurren en la desemejanza de géneros de forma activa o que, por el contrario, la mantienen con su inacción.
El libro habla de la falta de empatía que existe. Es un ensayo para el conjunto de la comunidad porque se dirige también a los hombres que no han visto todavía que algo está fallando en la paridad de la sociedad en cuanto al juego de roles. Sin la perspectiva de género y sin la empatía necesaria será muy difícil cambiar la balanza para que sea completamente igualitaria. Ana de Miguel afirma que la doble verdad ha mutado, especialmente en las últimas décadas, pero no se ha llegado a extinguir.
Este libro es también un desafío ante los pensadores de la tradición filosófica, cuyos artífices han sido en su mayoría hombres. Pero no se pierde en reflexiones farragosas, sino que explica de manera fluida la raíz del problema para tomar conciencia. Además, se explaya en los diferentes aspectos de la invisibilidad de la mujer, habiendo sido ignorada de la vida pública, o vejada como víctima de violencia sexual.
Conclusiones
Ética para Celia es un libro que habla de los problemas de la desigualdad histórica entre hombres y mujeres, tocando de manera efectiva y sencilla la cuestión elemental: que no somos iguales, porque no nos han criado de manera igualitaria. Los niños debían estar fuera de casa, ser los proveedores, ser fuertes y líderes, para lo cual debían desarrollar su agresividad. Las niñas, por el contrario, fueron criadas para estar en el hogar, a la atención de la familia y cultivando un carácter pacífico, amoroso que las mantuviera alejadas de situaciones peligrosas.
No obstante, todo esto puede entrar en evolución y para ello de Miguel da en la tecla correcta cuando habla de empatía, socialización, moral e igualdad. Se puede cambiar todo esto; es más, el cambio ha empezado. Pero para que este sea definitivo todos han de tomar su propia parte de responsabilidad y unirse en la solución del problema.
Ana de Miguel elige una ética para ejemplificar de manera práctica los conceptos más crípticos de la filosofía y así entenderla, y poner medios para el cambio. Y lo hace también eligiendo el nombre de «Celia» en un guiño hacia la escritora Elena Fortún.
Algunas notas sobre Ana de Miguel
Ana de Miguel nació en 1961 en Santander. Estudió Filosofía en la Universidad de Salamanca y es docente en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En esta universidad es titular de la materia Filosofía Moral y Política. También es directora del curso «Historia de las Teorías Feministas» en la Universidad Complutense de Madrid.
Esta autora es una investigadora cuyos estudios se centran en corrientes feministas y marxistas. Entre sus publicaciones destacan los títulos: Neoliberalismo sexual: El mito de la libre elección (2015), Alejandra Kollontai (2011), o Marxismo y feminismo en Alejandra Kollontai (1993).