Criadas y señoras: un divertido relato de sureñas unidas

Criadas y señoras

Criadas y señoras (Maeva, 2009) es la novela con la que debutó la escritora Kathryn Stockett. Es un bestseller sobre la discriminación y la segregación racial que se vivía en Estados Unidos en la década de los 60. Se ha traducido a varios idiomas y se ha vendido en más de treinta países. Convertida en fenómeno mundial llegó al cine en 2011 bajo la dirección de Tate Taylor y con la interpretación de Octavia Spencer, Viola Davis o Emma Stone.

Esta es la historia de tres mujeres que ponen voz a los agravios y situaciones cotidianas de todo un colectivo limitado por cuestiones raciales o sociales. Aibileen y Minny, junto a Skeeter, dirán basta y cada una a su manera cargarán contra un orden establecido que las constriñe y ningunea. Criadas y señoras es un divertido relato de sureñas unidas.

Criadas y señoras: un divertido relato de sureñas unidas

Skeeter, la mujer blanca

De manera triangular es como se empieza a contar esta historia. A través de Skeeter, Aibileen y Minny se muestra un cuadro de los años 60 en el sur de Estados Unidos y de cómo eran las cosas para grupos oprimidos, como las mujeres. Aunque más aún, para las mujeres negras que además trabajaban como criadas para acomodadas familias blancas.

Eugenia «Skeeter» Phelan pensaba que lo tenía complicado como mujer joven, sureña y recién licenciada a principios de los años 60. Tras volver de Alabama, donde estudió en la universidad, vuelve a casa, en Jackson, Misisipi, para seguir su sueño de ser escritora. Pero cuando descubre que su querida Constantine, la mujer negra que la crio, ha desaparecido, no descansará hasta descubrir la verdadera razón de su misteriosa marcha. A partir de aquí es cuando conoce la situación en la que vive el servicio doméstico, mujeres de raza negra en su mayoría.

Skeeter toma conciencia de lo que significa ser mujer y empatiza con todas aquellas que lo tienen peor que ella. Pues ella, al fin y al cabo, no tiene necesidad económica y ha vivido con comodidades, además de haber tenido acceso a la universidad. Ella, después de todo, ha sido una privilegiada. Aunque ahora su familia, una rica estirpe algodonera, esté empeñada en que encuentre un buen esposo. Pero Skeeter se vuelca en un proyecto que puede traerle serias consecuencias a ella y a las mujeres que desea ayudar. Estas mujeres son personas como Aibileen o Minny.

Retrato de una familia en los años 60

Haciendo unión

Aibileen y Minny son dos sirvientas negras que han tenido una vida opuesta a la de Skeeter. Skeeter es precisamente del grupo de las señoras. Su familia tiene cultivos de algodón, fue criada por una sirvienta negra y sus amigas son algunas de esas mujeres casadas que le hacen la vida imposible a su servicio doméstico, al que tratan con desprecio o, en todo caso, con cruel paternalismo. Pero Skeeter no es como las demás mujeres de su condición; es una chica despierta, inteligente y consciente de la realidad que le rodea. Ella es el altavoz que necesitan mujeres como Aibileen o Minny.

Aibileen ha cuidado casi una veintena de niños blancos, los ha criado y visto crecer. Mientras que su propio hijo murió estando en la flor de la vida en un accidente laboral que carece de responsables y cuyas causas tratan de silenciarse. Desengañada encuentra consuelo en la niña que actualmente atiende y a la que trata de proteger de la insensibilidad de su propia madre. Por otro lado, está Minny, su mejor amiga, y a la que han despedido en incontables ocasiones por tener tan poca discreción como buena mano en la cocina.

Uno de los puntos de la novela que más dará que hablar, así como uno de los impulsores de los diferentes conflictos, será la urgencia de las señoras de instalar un baño separado para evitar que el servicio doméstico negro contagie enfermedades a los señores. Aibileen y Minny no se quedarán de brazos cruzados y con ayuda de Skeeter armarán su propia revolución para cambiar las cosas.

Algodón en el campo

Qué destacar de la novela

Los personajes de esta novela son su corazón. Es un libro, de hecho, muy directo y atrevido que provoca una sonrisa a sus lectores por el humor tan mordaz que despliega. Es claro y ameno y tanto Skeeter, como Aibileen y Minny, ejemplifican muy bien el contexto social, así como la jerarquía que regía el sur de Estados Unidos en una década tan crucial para los derechos civiles en aquel país. Y todo ello a pesar de tener orígenes tan distintos y problemas tan dispares.

Sobre la autora

Kathryn Stockett nació en Misisipi en 1969. Estudió Literatura Inglesa y Escritura Creativa en la Universidad de Alabama. Se mudó a Nueva York donde estuvo una década trabajando en el mundo editorial. Criadas y señoras es su primera novela, aunque también la única que se conoce de la autora estadounidense. Sin embargo, este único trabajo la ha llevado a la cima del éxito en su carrera como escritora, una obra que en 2009 pudo ser publicada tras múltiples intentos por parte de Stockett. Se han vendido millones de copias de la novela y crítica y público la aplauden y la sitúan en lo más alto de su género dentro de la novela contemporánea.


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