Reabierto el Café Comercial. Madrid recupera uno de sus locales clásicos literarios

Fachada del Café Comercial.

Casi dos años después de su inesperado cierre el histórico Café Comercial, uno de los grandes locales literarios de Madrid, reabrió sus puertas el pasado 27 de marzo. Los madrileños de la Glorieta de Bilbao y alrededores lo habían echado de menos. Pero en general todos los amantes de los hermosos cafés literarios que tiene la ciudad.

Ayer entré a tomar un café a mi salud y a la de todos los lectores y amigos que amamos estos lugares y su historia. Junto con el Café Gijón, no muy lejos, el Comercial es otra institución. Así que quedáis invitados, locales y foráneos, a pasaros de nuevo por él cuando queráis. 

Historia

El Café Comercial, que cumplirá ahora 130 años de actividad aunque sea interrumpida, cerró en julio de 2015 por decisión de los propietarios. Fue una sorpresa para empleados, vecinos y clientes, que en los siguientes días, forraron de mensajes sus cristaleras a modo de homenaje.

El Comercial, fundado en 1887 y un negocio que se mencionaba en uno de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, fue adquirido por el empresario Arturo Contreras, quien lo compró en 1909. Desde entonces lo gestionaba su familia hasta ese cierre inesperado. Hoy Fernando Vera, biznieto de Contreras, es también socio del nuevo proyecto y el enlace con su esencia histórica. Testigo de la historia madrileña, este café se reinventó una y otra vez, siempre en manos de su familia.

De los desayunos y meriendas a menús del día, carrito de bollería, cenas con bailes de salón, conciertos en directo o, incluso, el equivalente a un cibercafé en su planta de arriba. Pero, como viene siendo habitual en el sector, con la venta de cafés (con churros o tostadas) no podía mantenerse un negocio de casi 400 metros cuadrados y un equipo integrado por una veintena de empleados. Por cierto, el Comercial fue uno de los primeros cafés en emplear camareras.

El Comercial era, con el Café Gijón, uno de los últimos reductos de los bares de tertulia, aunque el Gijón tenía fama (y la mantiene) de ser más elitista. Durante el siglo XIX y principios del XX Madrid contaba con más de 100 cafés donde se reunían intelectuales, escritores y artistas. Ahora el mítico local emprende una nueva etapa donde también es bar y restaurante. También fue el primero en servir los populares platos combinados.

Los nombres más famosos del Comercial

Las tertulias literarias atrajeron al Café Comercial a muchísimos escritores. Entre la larga lista están Antonio Machado, Camilo José Cela, Blas de Otero, Gabriel Celaya, Enrique Jardiel Poncela, Gloria Fuertes, José Hierro, José Manuel Caballero Bonald, Rafael Azcona o Rafael Sánchez-Ferlosio. Machado tenía su propio homenaje: El Rincón de don Antonio. Y Cela ideó allí a su novela más famosa, La colmena. De los contemporáneos, eran asiduos Francisco Umbral o Arturo Pérez-Reverte.

Rincón del Café Comercial.

La nueva etapa del Comercial

El local está catalogado con el nivel uno de protección por la Dirección general de Edificación municipal, reservado a locales de gran valor histórico. Esto implica la conservación integral de su arquitectura. Entre estos elementos están las escaleras, el mostrador o las lámparas que adornan el salón. También la fachada y ese salón, los paramentos verticales, techos, paños, rótulo, muebles auxiliares y otro tipo de mobiliario.

El acceso se mantiene por la puerta principal del número 7 de la Glorieta de Bilbao y otra puerta a la calle Fuencarral. Un primer espacio con la barra y las cristaleras invita a un café mañanero o de sobremesa que te sirven muy rápidamente los varios camareros que atienden. Una plantilla joven e internacional, diligente y amable, e impoluta con sus chaquetillas blancas y sonrisas inextinguibles. Y de su entrada principal se accede al elegante interior, que funciona ya también como restaurante.

En definitiva, una alegría ver resurgir locales míticos que merecen seguir teniendo mucha y buena vida. Sobre todo si es tan literaria e inspiradora.

Fotografías: ©Mariola Díaz-Cano Arévalo


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  1.   Concha D'Olhaberriague dijo

    Me sorprende que no se mencione a Luis Landero y su extraordinaria novela Juegos de la edad tardía, una de las mejores novelas en español del siglo XX. De hecho recibió el premio de la Crítica, el Nacional de Narrativa y fue galardonada en Francia. En Juegos de la edad tardía el Café, llamado de los Ensayistas, es un escenario fundamental en la trama. Es fácil reconocer que se trata del Comercial. Se habla de su puerta giratoria (en la novela en plural: «puertas», pero al girar, realmente se multiplica), de los espejos y de los amplios ventanales. Ya me sorprendió que no se recodora a Luis Landero en ninguno de los cuadritos que hay en el bar, junto a la puerta giratoria, felizmente repuesta ya. Hablé con Pepe Roch y le conté todo esto. Luego les lleve un ejemplar de Juegos de la edad tardía dedicado expresamente al Café por su autor. Espero que se le recuerde allí como se merece. Un. Saludo cordial,