Fotografía: Andrea Izquierdo, IG.
Andrea Izquierdo es de Zaragoza y también uno de los últimos nombres de referencia en el panorama literario juvenil. Con su saga Otoño en Londres, Invierno en Las Vegas, Primavera en Tokio y Verano en Barcelona y la trilogía de Helen Parker, es además cofundadora de Meikabuk, empresa de servicios editoriales para autores, y LITERALI Box. La última novela publicada que tiene es La chica del zodíaco. En esta entrevista nos habla de ella y de mucho más. Le agradezco mucho su tiempo y simpatía al atenderme.
Andrea Izquierdo — Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela lleva por título La chica del zodíaco. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde surgió la idea?
ANDREA IZQUIERDO: La idea de la novela nace de un día, en casa de una amiga, en el que empezamos a encontrar patrones comunes entre nuestros amores del pasado y su signo del zodiaco. A partir de ahí empezamos a investigar y surgió la premisa de esta historia. Desde la idea original hasta la actualidad han cambiado muchas cosas, pero la esencia se ha mantenido desde entonces.
- AL: ¿Te puedes remontar a ese primer libro que leíste? ¿Y la primera historia que escribiste?
AI: Uf… No sé cuál sería el primer libro que leí, pero sí que recuerdo crecer como lectora cuando acababan de publicarse sagas como Memorias de Idhún o Los Juegos del Hambre en España, por ejemplo. Recuerdo estar en el colegio y no poder parar de leerlos, incluso en la hora del recreo.
Con la escritura me pasa un poco lo mismo: cuando algo te viene de pequeña, no sabría decir qué momento fue un antes de un después. De adolescente escribía fanfics de Harry Potter, recuerdo pasar todos los veranos tecleando en el ordenador de mis padres, imaginando qué habría pasado si el final hubiera sido muy diferente. La primera novela que terminé fue Otoño en Londres; hasta entonces, todo eran borradores o historias a medias que todavía guardo en ese viejo ordenador.
- AL: ¿Un escritor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
AI: Creo que Cornelia Funke es una de las escritoras de juvenil más brillantes, y me da pena que en España no se le haya dado todo el reconocimiento que se merece. Se hizo muy famosa con su trilogía Corazón de tinta, pero siento que desde entonces está muy desaparecida de las estanterías de las librerías de nuestro país. Recomiendo a todo el mundo, tanto lector como escritor (¡o ambos!) que lean por lo menos uno de sus libros. El que sea.
- AL: ¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?
AI: Suena un poco cliché, pero me habría gustado mucho conocer y/o crear a Hermione Granger. No solo por todo lo que implicaría (Hogwarts, poderes…), sino porque siento que nos parecemos mucho, y no me habría sentido tan sola de pequeña si hubiera tenido una historia así.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
AI: ¡Muchas! Y cada vez más, jaja. Como escritora me he vuelto muy tiquismiquis. Tengo un ordenador que utilizo únicamente para escribir, el resto (redes sociales, Netflix, etc.) tengo que hacerlo sí o sí en el portátil que me lleva acompañando desde que empecé la universidad. Si no, no me concentro. La única excepción es cuando tengo que viajar, claro, y se me hace superraro. También soy una loca de los ruidos de fondo cuando escribo. Ahora me he aficionado a escuchar sonidos marrones (black noise), que me ayuda mucho a concentrarme, sobre todo por la noche cuando ya estoy cansada.
Como lectora, un poco de lo mismo. Escojo mi próxima lectura en función del humor en el que me encuentre o de lo que estoy escribiendo en ese momento. Por ejemplo, durante la escritura de La chica del zodiaco, he estado leyendo novelas similares. No me atrevería a ponerme con un thriller, por ejemplo, mientras escribo chick lit. Me gusta más leer en papel, ya que en la pantalla lo hago por trabajo.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
AI: Va a sonar muy incómodo pero me gusta leer sentada frente a una mesa, con el libro bien apoyado. El sofá, sillones, cama y muebles similares pueden parecer muy cómodos pero al final terminan dándome dolor de espalda, como poco. En cuanto al momento, depende mucho del trabajo y de cuánto me esté gustando el libro, pero suele ser por las tardes y noches. Raramente leo por la mañana.
- AL: ¿Hay otros géneros que te gusten?
AI: Ahora leo un poco de todo, pero me encanta la literatura juvenil, young-adult, new-adult y romántica. Estos últimos años me he vuelto una friki de los libros de no ficción, estoy aprendiendo muchísimo gracias a ellos. No hay un tema en particular, leo de todo: economía, salud mental, alimentación…
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
AI: Pues ahora me pillas leyendo Crush, de Estelle Maskame, y La revolución de la glucosa, de Glucose Goddess. Estos días de calor estoy aprovechando para reescribir algunas escenas de La chica del Zodiaco (segunda parte) antes de entregárselo a mi editora.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial y qué te decidió a ti para intentar publicar?
AI: ¡Está cambiando tanto que es difícil decir algo que envejezca bien! Ahora mismo, muy estresante. La crisis del papel está pasando factura, obligando a revisar escandallos y precios de venta al público de las novelas. Siempre ha sido complicado acceder a él, pero ahora mismo lo veo muy movidito. En mi caso, como escritora y lectora, mi ilusión siempre fue ver un libro mío publicado. Y, a día de hoy, después de diez libros, todavía me cuesta creer que todo esto es real.
- AL: ¿Te está siendo difícil el momento de crisis que estamos viviendo o podrás quedarte con algo positivo para historias futuras?
AI: Me gusta ser realista, pero también mirar al futuro con optimismo, si es posible. Aunque todo se ha vuelto un poco más complicado, creo que en los últimos años el sector editorial se ha abierto mucho más a la gente joven que escribe y que tiene un gran talento, así que es esperanzador en ese aspecto. Me encanta cuando aparecen nuevas caras, nuevas voces que son un soplo de aire fresco. Y, al mismo tiempo, me emociona ver cómo gente a la que vimos nacer casi de la nada ahora se han convertido en grandes fenómenos y siguen siendo igual de trabajadores y humildes. Se lo merecen.