Edgar Allan Poe
El mundo parece decirnos constantemente a todos los cuentistas que debemos escribir una novela cuanto antes, que los cuentos son el aprendizaje para desarrollar obras más extensas, pero yo muchas veces sigo dudándolo. Y posiblemente, estos 5 grandes cuentistas de la historia también lo pensaron en su momento hasta aceptar que se sentían más cómodos en lo breve y lo sutil, siendo suyas algunas de las narraciones más universales de nuestro tiempo.
Antón Chéjov
El mundo del cuento no podría ser concebido sin el primo cuentista de Dostoyevski y Tolstói, el hombre que acercó esa Rusía fría, apática y breve al resto del mundo a mediados del siglo XIX y hasta una actualidad en la que Chéjov sigue siendo uno de los referentes de la literatura corta gracias a su naturalismo crudo, a unos personajes que importan incluso más que el propio argumento.
Alice Munro
Alice Munro, ganadora del Nobel de Literatura en 2013.
El portavoz del Nobel en 2013 la nombró “maestra del cuento contemporáneo”, y a pesar de haber publicado una novela, La vida de las mujeres , la canadiense Munro confirma sentirse más cómoda en sus cuentos de mujeres tristes, maridos déspotas y pueblos marineros donde se mascan tragedias intimistas. Las lunas de Júpiter o Demasiada felicidad son, posiblemente, dos de los ejemplos más destacados de su trayectoria.
Charles Perrault
La fama de los cuentos de hadas no existiría sin él, sin aquel autor francés que en el siglo XVII decidió sustituir los poemas de carácter político por la versión edulcorada de crudas leyendas medievales en forma de cuentos ambientados en castillos, sostenidos por la touche de un hada e inmortalizados por princesas. Cuentos de mamá ganso, publicado en 1655, supuso el pistoletazo de unos cuentos como La bella durmiente o Caperucita roja que pasarían a convertirse en narraciones eternas, en una excusa para la moraleja y en motivo de reinvención por parte de otros autores como los hermanos Grimm cuyo objetivo siempre fue evitar que sus antecedentes orales muriesen con el paso del tiempo.
Edgar Allan Poe
“Un cuento debe tener un humor único y cada frase debe girar en torno a él”, fue una frase que definía la creación del escritor estadounidense. Y en su caso, el humor era más bien tétrico, espeluznante y místico. El autor de El Gato Negro fue una pieza clave en la reinvención del género fantasioso y de terror: reinventó la novela gótico, sembró la semilla del surrealismo francés, fomentó lo detectivesco y también confirmó que vivir solo de escribir no era tarea fácil al tratarse del primer autor estadounidense en proponérselo oficialmente.
Jorge Luis Borges
Latinoamérica está llena de grandes cuentistas: de Gabo a Octavio Paz, de Juan Rulfo a Cortázar, pero si existe un autor que consiguió destacar por encima del resto como “cuentista” puro y duro ese fue Borges. Con la teología, lo alegórico y lo metafísico como base de su obra, Borges ha dejado un poso eterno en las letras universales, más concretamente en la de habla hispana, imborrable, salpicada de todos esos “sueños dirigidos” que simboliza la literatura para el autor argentino.
Estos 5 grandes cuentistas de la historia representan un género literario nutrido por grandes obras y autores que se encargaron de defender lo breve y convertir la sutileza del cuento en el ingrediente estrella de este tipo de narración.
La pregunta es: ¿es el cuento un género a reivindicar? ¿Volverá a estar de moda ? ¿O ya ha comenzado a reclamar su lugar en las estanterías?