La interpretación visual o pictórica de cualquier género narrativo siempre me ha causado una cierta fascinación, quizás porque la necesidad de evocar imágenes concretas mediante las letras dan como resultado una representación mucho más instantánea.
Cuadros surgidos de libros, arte urbano inspirado en la literatura y, también, la poesía visual, una forma experimental en la que el arte plástico prevalece sobre las letras (o viceversa), adquiriendo resultados tan singulares como infinitos. ¿Quieres saber qué es la poesía visual y descubrir algunos ejemplos?
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El futurismo fue una corriente artística surgida a principios del siglo XX y que precedería al cubismo, estilo que inmortalizado por artistas como Picasso o Bracque cuyo objetivo era reinventar la historia del mundo mediante un uso más exaltado de los colores o la modernidad como elemento clave de una vanguardia que buscaba nuevas vías de expresión.
Esta corriente pictórica también influyó en las formas de concebir la poesía, dando como resultado la conocida como poesía visual, una forma experimental con claros referentes en una Antigua Grecia en la que sus caligramas serían sustituidos poco después por formas narrativas más conservadoras.
En la poesía visual el arte plástico, las imágenes o las formas pictóricas definen el poema y viceversa, convirtiéndose en un híbrido curioso y, ante todo, muy visual . Los ejemplos pueden ir desde un collage elaborado a partir de los versos de un escrito hasta una imagen que por sí sola define la intención del poema.
En España las primeras referencias de la poesía visual tuvieron lugar en el siglo XVII, con ejemplos como el Romance mudo a la Inmaculada Concepción de Gerónimo González Velázquez. El poema, introducido como leyenda de los jeroglíficos que lo acompañaban no sólo convertían la lectura en algo más visual, sino que su difusión a las diferentes clases sociales lo convertían en una modalidad narrativa más instantánea y hasta didáctica.
Si bien los ejemplos fueron contados a lo largo de los siguientes años, finalmente en el siglo XX las vanguardias del futurismo o el cubismo darían como resultado ejemplos de poesía visual como la urbana de Joan Brossa o la banda musical Grupo Zaj, compuesta de compositores, letristas y artistas plásticos que en la década de los 60 acompañaron la música de sus conciertos con el uso de objetos o la ejecución de teatrillos.
Tras la llegada del siglo XXI y la consolidación de las nuevas tecnologías, la poesía visual ha pasado a ser conocida también como ciberpoesía o incluso poesía electrónica, dadas las muchas posibilidades que esta ofrece en redes sociales y, especialmente, entre ilustradores o diseñadores gráficos. De ahí que el arte de lo instantáneo que tanto predomina en nuestros días haya encontrado en esta poesía «plástica» a uno de sus mejores exponentes, ofreciendo un sinfín de posibilidades.
La poesía visual es experimental, juguetona, creativa. Una relación peculiar entre lo visual y las letras en el que ambas expresiones se solapan una a la otra hasta adquirir un resultado a veces impactante, otras más intimista y unas pocas incluso oportunista. Claro que, cuando se trata de arte, nadie tiene nunca la última palabra.
A pesar de que es en el siglo XX (concretamente por los años 70) donde la poesía visual parece que empieza a florecer, lo cierto es que ese no es su origen. Ya se utilizaba muchísimo antes. De hecho, hablamos épocas muy antiguas, como por ejemplo el 300 antes de Cristo. ¿Cómo puede ser? Para ello, nos tenemos que desplazar hacia la Grecia clásica.
En esa época, no solo los grandes triunfaban. Había escritores de muchos tipos y géneros. Y la poesía visual era una de ellas.
Por citarte un ejemplo, puedes ver el caligrama «El huevo». Es de Simmias de Rodas y es un poema que sigue las características de la poesía visual. Pero realmente no es el único que podemos citar. Otro, y no de Grecia sino de Francia, es Rabelais (de 1494 a 1553) con su poema «Sombrero».
¿Qué hacían estos dos poetas? Buscaban crear un poema con la silueta del nombre que lo definía. Por ejemplo, en el caso del huevo, todo el poema estaba dentro de esa silueta. Lo mismo con el sombrero, o con cualquier otra imagen.
Así, las palabras, los versos, las letras… todo jugaba para crear la composición perfecta y que nada se saliera del conjunto final. Pero además tenía que tener sentido, y que fuera un poema bien construido.
Como hemos visto antes, la poesía visual surge de los caligramas. Estos son realmente los antecedentes y el cómo ha evolucionado hasta lo que ahora conoces como tal. Pero también los autores fueron, en su modo, propios antecedentes de esa poesía visual.
Por ejemplo, destacan dos autores del siglo XIX, Guillaume Apollinaire, y Stéphane Mallarmé. Ambos se les considera los autores modernos representativos del antecedente de la poesía visual, es decir, de los caligramas. De hecho, hay obras suyas que quizá has visto a menudo y has pensado que son «modernas» cuando en realidad ya tienen unos años. Son, «La torre Eiffel» o «La dama con sombrero».
En el caso de España, la poesía visual tuvo su auge en los años 60, tiempo en que afloraron muchos autores que hoy todavía están en activo, si bien muchos de ellos han fallecido. Casi todos se iniciaron en este género literario como una forma de reivindicación política y de crítica social. Lo que querían era llamar la atención acerca del orden que se había establecido y que no era ya el correcto.
Nombres como Campal, Brossa, Fernando Millán, Antonio Gómez, Pablo del Barco, etc. son algunos ejemplos de poetas visuales que buscaban cambiar el mundo con creaciones más originales que no solo entraran por los oídos, sino también por los ojos.
Muchos de ellos siguen en activo, y otros están empezando con esta corriente literaria. Son conocidas las obras de Eduardo Scala, Yolanda Pérez Herraras o J. Ricart. Realmente hay una larga lista y las propias redes sociales han hecho que la poesía visual proliferara ya que hay muchas imágenes y composiciones que están haciendo evolucionar lo que empezó hace años con los caligramas.
La poesía visual no es única en realidad. Tiene diversos géneros que la clasifican según los elementos visuales que se utilicen. De esta manera, te puedes encontrar con las siguientes:
En este caso, se caracteriza por usar solo las letras para formar creaciones originales, que capten la atención de los lectores, bien distribuyendo las letras de una manera determinada, bien dándoles color a aquellas que se quieren fomentar, etc.
En este caso, no solo las palabras del poema son importantes, sino las propias imágenes que, en muchos casos, tienen relación con las palabras. Por ejemplo, está la imagen de un imperdible con la palabra separada de tal forma que el alfiler lleva las letras «perdible» y el «Im» se queda en lo que abrocha el objeto.
Son realmente los caligramas que dieron origen a la poesía visual. De hecho, no hay tantos que se animen a hacerla por las dificultades que entraña, pero sigue estando en auge, sobre todo usando la de poetas y autores antiguos.
Podríamos decir que es un tipo de poema visual entre imagen y palabras, pero en lugar de usar una fotografía, es una pintura la que entra en juego, bien creada específicamente para el conjunto visual, o bien utilizando alguna otra y dándole ese toque poético.
Difiere de la de imágenes o la pintura en que se usan fotografías reales de los objetos, no dibujos ni tampoco creaciones pictóricas de esos objetos. Debido a esto son más realistas e impactan más al dar al lector o a cualquiera que la vea otro uso a ese objeto que puede tener en casa.
Un collage es un conjunto de fotografías que se colocan de una determinada manera para, de esa manera, crear una composición. Junto con las palabras, se puede convertir en una forma de poesía visual (aunque en este caso se utiliza más con fines publicitarios o comerciales).
Es una corriente relativamente nueva pero que está en auge, sobre todo en las redes sociales. Se basa en la animación para conseguir darle más consistencia a los diseños.
Igual que la poesía visual evolucionó de los caligramas, esta también ha dado paso a una nueva forma de ver los poemas. Hablamos de la ciberpoesía, aquella caracterizada por el uso de medios digitales para la creación y desarrollo. Así, se utilizan, por ejemplo hipertextos, animación, tridimensionalidad, etc. e incluso, algo que todavía no se ha llegado a ver, pero que ya existe, el uso de la realidad virtual.
Así, la poesía visual, está más relacionada con las artes plásticas o de diseño gráfico que con la literatura ya que el texto en sí no es tan importante como sí la visual del conjunto.
¿Qué opinas de la poesía visual?