Vicente Blasco Ibáñez está de cumpleaños. Algunas frases de sus obras

Retrato de Blasco Ibáñez. Antoni Fillol i Granell (1900).

Don Vicente Blasco Ibáñez está hoy de cumpleaños. Precisamente ayer se cumplían 90 años de su fallecimiento, pero sin duda siempre es mucho mejor celebrar los nacimientos. Así que hoy recuerdo a este escritor valenciano con un vistazo a su obra y una selección de algunas frases que encontramos en ella.

Vicente Blasco Ibáñez

Es uno de los autores más populares de finales del siglo XIX y principios del XX. Su obra se puede considerar perteneciente al naturalismo, pero también tiene elementos costumbristas.

Estudió derecho, pero su carrera se dirigió pronto hacia la escritura y la política. Fue partidario y defensor de la república y estuvo en el Congreso de los diputados en dos ocasiones. No perteneció a ningún movimiento literario, pero desarrolló una corriente denominada blasquismo que fue motivo de su exilio en países como Italia o Francia.

Gran parte de su obra refleja perfectamente a la sociedad valenciana de la época como La barraca Cañas y barro, pero el gran éxito a nivel internacional le llegó con Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Fue una obra que se vendió en todo el mundo y que se adaptó al cine dos veces.

Además de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, se han llevado al cine otras obras como Sangre y ArenaMare NostrumEl torrente o Entre naranjos, y también Los muertos andan y La maja desnuda. Y por supuesto hay que destacar las adaptaciones televisivas de La barraca o Cañas y Barro en los años 70 y, más recientemente, Entre naranjos o Arroz y tartana.

Algunas frases de sus obras

La barraca

  • Estaban más solos que en medio del desierto; el vacío del odio era mil veces peor que el de la Naturaleza.
  • Esta habitación, oscura y húmeda, exhalaba un vaho de alcohol, un perfume de mosto, que embriagaba el olfato y turbaba la vista, haciendo pensar que la tierra entera iba a quedar cubierta por una inundación de vino.
  • Como también encontraba en él despacho, la pobre huertana se metió valerosamente en los sucios callejones, que parecían muertos a aquella hora. Siempre, al entrar, sentía cierto desasosiego, una repugnancia instintiva de estómago delicado. Pero su espíritu de mujer honrada y enferma sabía sobreponerse a esta impresión, y continuaba adelante con cierta altivez vanidosa, con un orgullo de hembra casta, consolándose al ver que ella, débil y agobiada por la miseria, aún era superior a otras.
  • Azuleaba la huerta bajo el crepúsculo. En el fondo, sobre las oscuras montañas, coloreábanse las nubes con resplandor de lejano incendio; por la parte del mar temblaban en el infinito las primeras estrellas; ladraban los perros tristemente; con el canto monótono de ranas y grillos confundíase el chirrido de carros invisibles alejándose por todos los caminos de la inmensa llanura.

Cañas y barro

  • El bosque parecía alejarse hacia el mar, dejando entre él y la Albufera una extensa llanura baja cubierta de vegetación bravía, rasgada a trechos por la tersa lámina de pequeñas lagunas.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

  • Donde un hombre hace su fortuna y constituye su familia, allí está su verdadera patria.
  • ¡Hurra por la paz, Frenchy, y la vida sencilla! Cuando un hombre puede vivir cómodamente y no corre peligro de ser asesinado por las cosas que no entiende, ahí tiene su verdadera patria!

Los naranjos

  • Los naranjos, cubiertos desde el tronco a la cima de las blancas florecillas con la nitidez del marfil, parecían árboles de cristal hilado.

Los argonautas

  • Mi dios no me conoce, no conoce a nadie. Es ciego y sordo para los humanos, como lo son las fuerzas de la naturaleza.

Oriente

  • ¡Benditos los pueblos que carecen de imaginación! ¡De ellos serán la tranquilidad y las virtudes vulgares!
  • Cuando se viaja se abandonan las ciudades, por gratas que sean, con un sentimiento de alegría. Es la curiosidad que se despierta de nuevo, el instinto ancestral de cambio y movimiento, que llevamos en nosotros como herencia de nuestros remotísimos abuelos, nómadas incansables del mundo prehistórico ¿Qué habrá más allá? ¿Qué nos espera en la próxima etapa?

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