Una serie de catastróficas desdichas

Una serie de catastróficas desdichas, Un mal principio.

Una serie de catastróficas desdichas, Un mal principio.

Una serie de catastróficas desdichas es una saga de libros creada por Daniel Handler, quien firma bajo el seudónimo de Lemony Snicket. El título original en inglés, A Series of Unfortunate Events, también se traduce como Una serie de eventos desafortunados. Ha sido enmarcada dentro de las mejores novelas infantiles y juveniles, a pesar de la atmósfera lúgubre y misteriosa de su narración.

Ha recibido buenas reseñas desde el lanzamiento del primer capítulo en 1999, Un mal principio, y ha sido bastante popular entre lectores de todas las edades. Por ello, ha inspirado una película homónima (2004) de Nickelodeon (estelarizada por Jim Carrey en el papel del Conde Olaf) y una serie de Netflix (2017-2019).

Sobre el autor

Daniel Handler es un escritor de libros nacido en San Francisco, California, Estados Unidos, el 28 de febrero de 1970. También se ha destacado como músico, pues toca el acordeón y ha compuesto para varios grupos, como la banda Magnetic Fields, por ejemplo. Igualmente ha colaborado en la elaboración de guiones de diversas películas hollywoodenses y de productoras independientes.

Su saga de libros Una serie de catastróficas desdichas ha vendido más de 60 millones de copias en todo el mundo y se ha traducido a más de 40 idiomas. En complemento, Handler lanzó otras publicaciones relacionadas con el autor-personaje-narrador, Lemony Snicket: La biografía no autorizada y Todas las preguntas incorrectas.

El mundo contado por Lemony Snicket

En términos cinematográficos, el universo creado por Daniel Handler ha sido comparado con el elaborado por Tim Burton para Eduardo manos de tijera. Sin embargo, el mundo narrado por Lemony Snicket presenta rasgos particulares muy originales, así como situaciones bastante absurdas y exageradas.

El ambiente de Una serie de catastróficas desdichas puede describirse como un «gótico suburbano». A pesar de que la mansión de la familia Baudelaire es colocada en la ciudad de Boston, Massachusetts, rara vez se mencionan sitios reales en los libros. No obstante, algunas referencias fidedignas aparecen; por ejemplo, el título del texto «Trout, en Francia», descrito en el sexto capítulo (Elevador Ersatz o «Un elevador artificioso») dentro de una librería llamada Jerome y Esmé Squalor.

Asimismo, existen locaciones norteamericanas reales mezcladas con títulos nobiliarios ficticios. Entre esas peculiaridades destacan «El Ducado de Winnipeg» y el «Rey de Arizona». Otro elemento enigmático es el término «V.F.D.», el cual —según algunas reseñas— es una alusión a la novela Slapstick de Kurt Vonnegut, enfocada en la constitución de una «familia artificial» como la cura para la soledad.

Esto es muy importante porque el comienzo de la saga muestra la tragedia en torno a tres huérfanos (los hermanos Baudelaire) y el tenebroso Conde Olaf, quien se convierte en el tutor legal de los menores. La historia se encuentra dividida en los siguientes trece capítulos (algunos nombres se diferencian de su traducción exacta del inglés):

  1. Un mal principio.
  2. La habitación de los reptiles.
  3. El ventanal.
  4. El aserradero lúgubre.
  5. Una academia muy austera.
  6. El ascensor artificioso.
  7. La Villa Vil.
  8. El hospital hostil.
  9. El carnaval carnívoro.
  10. La pendiente resbaladiza.
  11. La gruta sombría.
  12. El penúltimo peligro.
  13. El Fin.

Desarrollo de la trama y estilo narrativo

Trama tétrica

Una serie de catastróficas desdichas cuenta las vivencias perturbadoras de Violeta, Klaus y Sunny Baudelaire. Tras la muerte de sus padres en un incendio, los chicos quedan bajo la custodia de un familiar —sospechoso de ser en realidad el causante del fuego homicida— el Conde Olaf.

En primera instancia, se muestra cómo el temible tutor intenta robarles la cuantiosa herencia a los hermanos Baudelaire. Luego, con la ayuda de sus despreciables cómplices, se dispone a maquinar los desastres más inverosímiles con el fin de simular un accidente fatal para los niños.

Imagen de la versión cinematográfica deUna serie de catastróficas desdichas.

Imagen de la versión cinematográfica deUna serie de catastróficas desdichas.

El ingenio como arma para la supervivencia

A medida que transcurren los hechos, los desamparados protagonistas deben resolver misterios cada vez más complejos relacionados con su propia supervivencia. Además, se revela un entramado de conspiraciones profundas ligadas a su familia y una sociedad secreta conocida como V.F.D., conectada con el Conde Olaf, sus padres y algunos parientes cercanos.

La serie es narrada por Lemony Snicket, quien dedica cada una de sus obras a su fallecido amor, Beatriz. Desde el comienzo se insta al lector a no proseguir la lectura porque «es una historia muy, muy mala». Pero la intención del autor es aumentar la curiosidad mediante un efecto de sugestión.

Un tirano muy ocurrente

La lectura se vuelve muy interesante a medida que aparecen las excentricidades del Conde Olaf, y los hermanos Baudelaire van demostrando su enorme ingenio para resolver cada enigma crucial para prevalecer en medio de ambientes sombríos, llenos de trucos y artificios potencialmente mortales.

Humor negro a flor de piel

En la manera de relatar los acontecimientos son frecuentes los rasgos de humor negro y el sarcasmo. Así como elementos anacrónicos referentes a alusiones culturales y literarias características del estilo gótico. Por ello, Una serie de catastróficas desdichas ha sido clasificada como una saga de textos postmodernos de escritura metaficcional.

Un argumento profundo

La evolución de este argumento explora (insinúa) el proceso psicológico de transición desde una infancia idílica e inocente hacia la complejidad moral de la madurez. En consecuencia, el abordaje de temas intrincados de ambigüedad ética y ambivalencia psicológica, evidencia que algunas de las acciones ejecutadas por los hermanos Baudelaire son bastante difíciles de discernir.

El lector es inducido de forma sutil a reflexionar constantemente sobre la pulcritud moral de todos los personajes presentes en la saga. Al final, el narrador busca de involucrar a sus receptores con su punto de vista de la historia, autoproclamada como el lado bueno del cuento.

El escritor Daniel Handler.

El escritor Daniel Handler.

Personajes

Lemony Snicket

Es el narrador de toda la historia (habla en pretérito) «sobre el intrigante y perturbador misterio que sucedió«. También es el detective que está averiguando los hechos en torno a los hermanos Baudelaire. Adicionalmente, en medio del relato se revela que él mismo sufrió un accidente desafortunado en su pasado.

Mr. Poe

Es el banquero y asesor financiero de la familia Baudelaire. Luego de la muerte de los padres, queda con la responsabilidad de seleccionar un buen tutor legal para los menores. Pero su personalidad displicente lo lleva a tomar la opción menos complicada para él… el Conde Olaf.

Violeta Baudelaire

Es la increíblemente ingeniosa hermana mayor. Su infinita capacidad creativa le permite ensamblar cualquier máquina, artefacto o herramientas a partir de los objetos que llaman su atención.

Klaus Baudelaire

Es «el hermano del medio», un ávido lector con un intelecto muy avanzado. Gracias a su voracidad por el conocimiento, es capaz de encontrar la solución adecuada ante los múltiples misterios que deben enfrentar los Baudelaire.

Sunny Baudelaire

Es una «bebé mordedora» muy adorable. Le encanta clavar sus dientes en cualquier cosa, cuanto más sólida, mejor. No existe objeto que no pueda romper con el poder de su dentadura.

Conde Olaf

Es un personaje absolutamente egoísta, enfermizo, frío, calculador, manipulador y despiadado. Se cree una estrella como cantante y actor, pero en realidad es pésimo. En consecuencia, siempre está corto de dinero para llevar a cabo sus proyectos. Entonces, no duda en recurrir a la fortuna de los huérfanos Baudelaire como medio para edificarse un teatro y aumentar el prestigio de su compañía.

Frase de Daniel Handler.

Frase de Daniel Handler – Frasesgo.com.

El comportamiento cínico e histriónico del Conde Olaf puede desconcertar a los lectores, ni hablar del lenguaje complejo y elaborado empleado por los protagonistas. Por esta razón, es necesario permanecer atento a cada término y juego de palabras que aparece en la trama (en algún momento todos esos conceptos son bien explicados).

En definitiva, Una serie de catastróficas desdichas tiene todos los elementos distintivos de una obra con un elevado aporte cultural. El autor, Daniel Handler, demuestra su enorme variedad de recursos literarios enmarcados en un estilo narrativo genuino que resalta virtudes como la integridad, el fortalecimiento intelectual y la creatividad.


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