Tennessee Williams nacía tal día como hoy de 1911 en Columbus, Mississippi. Fue un afamado dramaturgo, actor, poeta y novelista estadounidense, que además ganó el Premio Pulitzer en dos ocasiones. La mayoría de sus obras como Un tranvía llamado deseo o La gata sobre el tejado de zinc han sido llevadas al cine y siguen representándose con éxito. En su recuerdo selecciono algunos fragmentos.
Tennessee Williams
Se llamó Thomas Lanier Williams III. Lo de «Tennessee» se lo pusieron sus compañeros de escuela por su acento sureño y el origen de su familia. Forma parte de la Santísima Trinidad de dramaturgos norteamericanos junto a Arthur Miller y Eugene O’Neill. Ganó el Pulitzer de teatro dos veces: una en 1948 por Un tranvía llamado Deseo, y la segunda en 1955 por La gata sobre el tejado de zinc.
Y suma y sigue con premios de la Crítica Teatral de Nueva York para El zoo de cristal y La noche de la iguana. Además de un Premio Tony a la mejor obra por La rosa tatuada. Pero sin duda si por algo tan conocida la obra de Tennesse Williams es por sus inolvidables adaptaciones al cine.
Su vida estuvo tan llena de claroscuros como las que creó y reflejó en su teatro. El escándalo, la culpa, la soledad, la maldición… Nada le fue ajeno. Estos son unos breves retazos de lo que escribió.
De repente el último verano
- «Las vidas de todas las personas, ¿qué son sino rastros de escombro… cada día más escombro… más escombro… largos, muy largos rastros de escombros que nada puede limpiar más que la muerte?».
- «¡Yo no puedo cambiar la verdad! Yo no soy Dios. Ni siquiera estoy segura que él pudiese. No creo que Dios mismo pueda cambiar la verdad».
- Alguien escribió una vez: «Somos todos niños en un vasto jardín de infantes, procurando formar el nombre de Dios con letras de un rompecabezas que está equivocado».
- «Sí, todos nos necesitamos mutuamente, y eso es lo que consideramos amor… Y el no necesitarse unos a otros es… el odio».
Un tranvía llamado deseo
- «El objetivo de su vida, desde su adolescencia, es el placer con las mujeres, que da y recibe, no con indulgente ligereza sino con el orgulloso poder de un gallo de buen plumaje en un corral de gallinas. De esta satisfecha plenitud derivan todos los cardes secundarios de su vida: amistad con los hombres, humor rudo y directo, amor a la buena mesa y a la buena bebida, al juego, a su coche, a su radio, a todo cuanto posee y lleva por ello la impronta orgulloso del sembrador. Valora las mujeres al primer vistazo, las clasifica sexualmente y les dedica la sonrisa justa».
- «Oh, no se puede describir al que se ama».
- “No hay nada más lejos de la muerte que el deseo”.
La gata sobre el tejado de zinc
- «Era tan hermoso saber que me querías… Lo más hermoso del mundo para mí. Si yo creyera que nunca volverías a hacerme el amor, hundiría en mi corazón el cuchillo más largo y más afilado que encontrara».
- «¿Sabes cuál es la mayor victoria de una gata sobre un tejado de zinc caliente? Resistir en él todo el tiempo que le sea posible, hasta el último segundo».
BRICK —No me gusta que me digan lo que debo hacer. ¿Ya has olvidado las condiciones que acepté para que continuáramos viviendo juntos?
MARGARET —Tú no vives conmigo, Brick. Únicamente compartes la misma jaula.
El zoo de cristal
- «Así es. Todas las muchachas lindas son una trampa y los hombres esperan que lo sean».
- «¡Oh, estar enamorado ha hecho de mí un hombre nuevo! ¡La fuerza del amor es algo tremendo! El amor es algo que… transforma el mundo entero».
- «Eres el único joven de los que conozco que ignora que el futuro se convierte en el presente, el presente en el pasado y el pasado es un remordimiento eterno si uno no hace planes con antelación».