¿Quién no leyó el «Lazarillo de Tormes»?

Con sólo mencionar este libro mi mente viaja bastante atrás en el tiempo y se para en los primeros años de Secundaria. Tendría, ¿cuantos? Trece o catorce años, quizás. Y como yo, supongo que muchos sois los que habréis leído este libro «medio» obligados por la profesora de lengua y literatura que tocaba ese año en concreto.

La verdad es que no tengo malos recuerdos de su lectura, a pesar de estar en un lenguaje totalmente en desuso en la actualidad y haberlo leído casi por obligación para una materia de la escuela. Se podría decir que todo lo contrario, creo recordar que me gustó en su momento y que tampoco me importaría volver a leer en caso de no tener infinidad de lecturas pendientes y tantos libros nuevos y buenos por descubrir. De este tema hablaremos en otro artículo, de releer libros o de empezar lecturas nuevas (¿qué os parece este tema?).

Pues eso, hoy vengo a hablaros de esta novela de género picaresco y de la importancia que tuvo en su época.

Primera novela de género picaresco

Podría parecer una novela picaresca más, pero no es así, sino todo lo contrario, el «Lazarillo de Tormes» tiene una importancia exclusiva que ninguna otra novela de género picaresco tiene, y es que fue la primera novela de este tipo.

De autor anónimo a día de hoy, se le han atribuido a lo largo de los años bastantes autores, entre ellos: Juan de Ortega, Diego Hurtado de Mendoza, a los hermanos Juan y Alfonso de Valdés, Sebastián de Horozco o Lope de Rueda, entre otros mucho.

Ni qué decir tiene que es una novela española, de estilo epistolar y está escrita en primera persona. La fecha más antigua de publicación data de 1554. Se trata de una novela con una gran condición crítica a la sociedad española de ese momento, es bastante realista, rozando incluso la crueldad en algunos momentos de la historia.

¿De qué trata?

Lázaro, el protagonista, es de origen humilde y bastante pobre, por lo que se las tiene que ir ingeniando para sobrevivir en una sociedad cruel, hipócrita y tremendamente dura. A continuación, resumimos todas las fases por las que pasa la narración de dicho libro, varias de ellas relacionadas con los «amos» que tiene Lázaro:

• Origen de Lázaro: Comienza su relato autobiográfico explicando las condiciones de su nacimiento y su niñez, marcadas ambas por la deshonra y la más absoluta pobreza.

• El ciego, su primer amo: La madre de Lázaro lo entrega muy pequeño a un ciego. Con él tiene que aprender a sobrevivir ya que pasa tremendas calamidades. En esta época en la que más astucia gana Lázaro.

• El escudero, su tercer amor: Después del ciego, Lázaro sirve a un clérigo avariento y egoísta que casi nunca le da de comer, y posteriormente a este llega el escudero. Este y sus prejuicios de hidalgo le impiden trabajar por lo que Lázaro es nuevamente el que se las ingenia para conseguir comida y repartirla con él. Este perezoso escudero es sin embargo el primero que trata con respeto a Lázaro, pero huye y nuevamente el mozo vuelve a quedarse solo.

• Servir a varios: Lázaro sirve a un fraile, a un vendedor de bulas, a un capellán y a un alguacil. Después de esto consigue trabajo como pregonero en Toledo y se casa con la criada del Arcipreste de San Salvador.

• Etapa del Arcipreste de San Salvador: Por fin, Lázaro ha conseguido alcanzar cierta prosperidad y no le importan las murmuraciones que existen en torno a su mujer y a la relación que esta lleva con el arcipreste. Un ejemplo de ello se puede ver el siguiente párrafo extraído del libro:

– Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas nunca medrará. Digo esto, porque no me maravillaría alguno, viendo entrar en mi casa a tu mujer y salir de ella. Ella entra muy a tu honra y suya. Y esto te lo prometo. Por tanto, no mires a lo que pueden decir, sino a lo que te toca, digo, a tu provecho.

 

– Señor -le dije-, yo determiné de arrimarme a los buenos. Verdad es que algunos de mis amigos me han dicho algo de eso, y aun por más de tres veces me han certificado que, antes que conmigo casase, había parido tres veces, hablando con reverencia de Vuestra Merced, porque está ella delante.