La obra y figura de Pablo Neruda vuelven al centro de las conmemoraciones literarias con motivo de un nuevo aniversario de su nacimiento. El 12 de julio se recuerda la llegada al mundo de uno de los autores más influyentes y universales de la poesía en español, cuya vida y legado siguen generando debate, homenaje y reflexión aún más de un siglo después de su nacimiento.
Neruda, nacido como Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto en Parral en 1904, fue hijo de un conductor de tren y una maestra rural. Su infancia transcurrió en Temuco, donde los paisajes del sur chileno y el contacto con la naturaleza alimentaron desde muy temprano su sensibilidad creativa y poética. Con sólo trece años, ya publicaba sus primeros textos y poemas en la prensa local.
Los primeros acordes de un poeta

El joven Neruda, todavía bajo su nombre de pila, emprendió viaje a Santiago con escasas pertenencias y una gran cantidad de sueños. Se instaló en una humilde pensión, donde comenzó a codearse con otros futuros poetas y miembros de la generación literaria de 1920, influidos por autores europeos y una vida bohemia marcada por la precariedad y la pasión por la literatura.
En esos años universitarios, Neruda alternó estudios y poesía, publicando su primer libro, «Crepusculario», en 1923, tras sortear importantes dificultades económicas. Poco después, su éxito «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» lo consagró ante el público nacional e internacional, mostrando ya una voz lírica inconfundible, llena de amor, naturaleza y melancolía.
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Del oficio diplomático a la voz universal
Ya convertido en Pablo Neruda, el poeta pronto desarrolló una intensa carrera diplomática que le llevó a destinos tan dispares como Birmania, Java, Singapur, España, Argentina, México y Francia. Fue en estos años cuando su escritura tomó un cariz más político y social, especialmente a partir de obras como «Poemas de Pablo Neruda» y el monumental «Canto general», un poemario épico sobre América Latina publicado en 1950, el mismo año en el que se celebran sus 75 años.
El contacto con los grandes acontecimientos históricos y los conflictos de su tiempo moldearon la voz comprometida de Neruda, que también destacó como organizador del famoso embarque del Winnipeg, el barco que permitió a casi 2000 exiliados españoles huir de Europa y encontrar refugio en Chile.
Compromiso político y el exilio
Pablo Neruda fue militante activo del Partido Comunista, senador y hasta embajador en Francia, lo que marcó tanto su vida pública como su poesía. Su compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos humanos está presente en gran parte de sus versos y discursos. Debido a la persecución política, vivió etapas de clandestinidad y exilio, experiencias que nutrieron su obra y su pensamiento.
El Nobel de Literatura le fue concedido en 1971 «por una poesía que, con la acción de una fuerza elemental, da vida al destino y los sueños de un continente». Para entonces, Neruda era reconocido como uno de los grandes escritores universales y había sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Oxford, entre muchos otros galardones.
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El regreso, el Nobel y el legado inmortal
Su muerte en Santiago el 23 de septiembre de 1973 cerró un capítulo de su vida marcado por la influencia y la controversia, en un contexto de agitación política tras el golpe militar en Chile. La causa de su fallecimiento ha sido objeto de investigación desde 2011, cuando surgieron hipótesis de un posible envenenamiento durante la dictadura de Pinochet. La justicia chilena ha reabierto el caso en varias ocasiones, buscando esclarecer si fue el cáncer o una acción externa lo que terminó con su vida. La familia y sectores políticos mantienen una vigilancia constante sobre el proceso judicial, destacando la importancia simbólica de su figura en la historia chilena y latinoamericana.
En este aniversario, instituciones y admiradores de todo el mundo rememoran la riqueza de su legado, que incluye más de 45 libros traducidos a decenas de lenguas. Obras como “Residencia en la Tierra”, “Canto General” o “Las odas elementales” abordan temas universales como el amor, la naturaleza, la dignidad humana y la memoria histórica. Los homenajes incluyen recitales, conciertos, lecturas públicas y nuevas ediciones de sus principales libros. La Fundación Pablo Neruda ha destacado no solo la efeméride de su nacimiento, sino también los 75 años de «Canto general», considerado uno de los hitos de la poesía hispanoamericana y un testimonio lírico de la historia de América Latina.
Su estilo, que combina la experimentación formal con una palabra directa, permanece vigente y atrae a nuevas generaciones de lectores y escritores. Neruda representa una voz que nunca dejó de evolucionar, y un símbolo de libertad, inspiración y compromiso en la literatura y en la vida pública.
Pablo Neruda sigue vivo en la memoria colectiva, con su poesía como puente entre continentes y generaciones, y con una biografía marcada por la pasión, la lucha y la transformación de la palabra en un instrumento de belleza y justicia.