Muchas veces, una acción encadena otra, y así, los grandes lugares se tornan paraísos para futuros viajeros. Uno de estos casos tuvo lugar en 1961, año en el que el librero Richard Booth abrió una tienda de libros usados en el pueblo de Hay-on-Wye, en el condado galés de Herefordshire.
A partir de entonces, nada volvió a ser lo mismo, especialmente cuando hablamos del pueblo con más libros del mundo.
1500 habitantes, miles de libros
En 1961, un librero llamado Richard Booth abrió la primera tienda de libros usados en el pueblo Hay-on-Wye, una localidad de más de 1500 habitantes en Gales (Reino Unido). Pero Booth, quien también era bueno en esto del márketing, no sólo se encargó de potenciar la literatura durante sus años en el pueblo, sino que en 1977 se atrevió a declarar «Hay», como comenzaron a llamarlo, en un pueblo independiente del que él se declaraba monarca.
Tras el boca a boca, y especialmente a lo largo de los años ochenta, Hay comenzó a nutrirse de librerías hasta alcanzar dos docenas de establecimientos en los que se marcaron franjas de la acera en los que poder leer al aire libre, los patios de su castillo de piedra comenzaron a albergar tenderetes lectores y los eventos y clubs literarios maceraron las cafeterías y espacios habilitados.
Con motivo del éxito como pueblo bibliófilo, en junio 1988 se celebró la primera edición del Hay Festival, cuya popularidad se ha extendido por todo el mundo, celebrándose también en ciudades como Beirut, Nairobi, Cartagena de Indias o Segovia, ciudad que albergará su próximo edición en septiembre.
Un pueblo en el que hay espacio de sobra para todos los libros: desde iglesias hasta una estación de bomberos, pasando por parques y demás lugares al aire libre, como es el caso de las famosas Honesty Libraries, en la que todos tienen a derecho a depositar y recoger su propio libro a compartir posteriormente en este paraíso de las letras por el que ya han pasado celebridades como Paul McCartney o Bill Clinton.
¿Te gustaría perderte en este pueblo durante unos días?