Obras de William Shakespeare

Comedias y tragedias de William Shakespeare.

Comedias y tragedias de William Shakespeare.

Las obras de William Shakespeare son un tesoro para la literatura mundial; este hombre fue un poeta, dramaturgo y actor de teatro británico que vivió entre los siglos XVI y XVII. Sin embargo, el impacto cultural de sus obras ha trascendido las épocas. En la actualidad se le considera un ícono de las artes, las letras y la cultura popular de Occidente. Hay quienes le tienen como el autor más importante de todos los tiempos en lengua inglesa.

Las piezas teatrales de Shakespeare abarcan la comedia, los dramas históricos y la tragedia. Estas se enmarcan en la tradición del teatro isabelino, pero destacan entre las de otros autores por su calidad y trascendencia. Su grandeza radica tanto en el empleo novedoso del idioma, como en la verosimilitud, crudeza y universalidad de los personajes que creó.

William Shakespeare y la vigencia de su legado

Las características antes mencionadas han mantenido vigentes los argumentos, frases y personajes de William Shakespeare a lo largo de los siglos. En distintas épocas las obras de su autoría han inspirado a otros escritores, artistas plásticos, bailarines, actores y cineastas. Además, sus creaciones han sido traducidas a un sinnúmero de idiomas. Escribió además sonetos y poemas.

Existe aún hoy en día cierta discusión sobre la autoría de sus piezas. Esto se dice, principalmente, debido a que los orígenes no aristocráticos de Shakespeare resultan incongruentes con la calidad y riqueza de su escritura. También se dice porque existen pocas fuentes documentales que respalden los hechos de su vida. Sin embargo, la mayoría de críticos atribuyen sus obras a un solo autor de nombre William Shakespeare, quien fue, además, actor y copropietario de la famosa compañía teatral londinense llamada Lord Chamberlain’s Men.

Biografía

Nacimiento y familia

William Shakespeare nació en la ciudad de Stratford-upon-Avon el 23 de abril de 1564, o en alguna fecha cercana del mismo mes. Se tiene certeza respecto a su bautismo, acaecido el 26 de abril de ese año en la Iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford.

Fue hijo del matrimonio formado por John Shakespeare y Mary Arden, un comerciante con cierta relevancia en su comunidad y la heredera de un terrateniente católico.

Estudios

Se cree que durante su infancia asistió a la Stratford Grammar School, la primaria local a la que tuvo acceso debido a la posición social de sus padres. De ser cierta esta suposición, allí aprendió latín e inglés avanzados y estudió literatura clásica de la antigüedad.

El resto de su educación se asume que fue de manera autónoma, a través de libros de diversas fuentes. De aquí que muchos especialistas asumieran que William Shakespeare tenía condiciones cognitivas especiales por encima de la media poblacional. Estas aptitudes le hicieron ganar fama, pero también muchos enemigos.

Retrato de William Shakespeare.

Retrato de William Shakespeare.

Matrimonio

A sus 18 años (en 1582) el escritor contrajo matrimonio con Anne Hathaway, hija de un granjero local. De la unión nacieron tres hijos. Se conjetura que tuvo muchas relaciones extramatrimoniales, e incluso, que Shakespeare era homosexual. Poco más se sabe con exactitud de la juventud del dramaturgo.

Mudanza a Londres y unión a la compañía Lord Chamberlain’s Men

A finales de la década de 1880 el escritor se mudó a Londres. Para 1592 ya gozaba de cierta fama y reconocimiento como actor y dramaturgo en la escena de la ciudad. Durante su estancia en Londres escribió y estrenó la gran mayoría de sus piezas para teatro, se hizo popular y gozó de bonanza económica.

Alrededor de esos años se unió a la compañía Lord Chamberlain’s Men, una de las más populares de entonces y auspiciada por la corona.

Retorno a Stanford y muerte

Entre 1611 y 1613 se mudó nuevamente a Stratford, donde enfrentó algunos problemas legales asociados a la compra de unas tierras. La pluma del escritor nunca terminó de crear, a Shakespeare siempre se le veía creando obras teatrales y poemas, su producción literaria era prodigiosa.

William Shakespeare murió en el año 1616, el mismo día de su cumpleaños número 52 (esto, por supuesto, si son acertados los cálculos respecto al día de su nacimiento).

Como por obra de algo muy oscuro y lamentable, su único hijo varón, llamado Hamlet, murió durante la infancia, y los hijos de sus hijas no tuvieron descendencia, por lo que no existen descendientes vivos del matrimonio de Shakespeare y Hathaway.

Obras de William Shakespeare

Sus piezas para teatro se clasifican en comedias, tragedias y dramas históricos.

Comedias

  • La comedia de las equivocaciones (1591)
  • Los dos hidalgos de Verona (1591-1592)
  • Trabajos de amor perdidos (1592)
  • La fierecilla domada (1594)
  • El sueño de una noche de verano (1595-1596)
  • El mercader de Venecia (1596-1597)
  • Mucho ruido y pocas nueces (1598)
  • Como gustéis (1599-1600)
  • Las alegres comadres de Windsor (1601)
  • Noche de reyes (1601-1602)
  • A buen fin no hay mal principio (1602-1603)
  • Medida por medida (1604)
  • Pericles (1607)
  • Cimbelino (1610)
  • Cuento de invierno (1610-1611)
  • La tempestad (1612)

Tragedias

  • Tito Andrónico (1594)
  • Romeo y Julieta (1595)
  • Julio César (1599)
  • Hamlet (1601)
  • Troilo y Crésida (1602)
  • Otelo (1603-1604)
  • El rey Lear (1605-1606)
  • Macbeth (1606)
  • Antonio y Cleopatra (1606)
  • Coriolano (1608)
  • Timón de Atenas (1608)

Dramas históricos

  • Eduardo III (1596).
  • Enrique VI (1594)
  • Ricardo III (1597).
  • Ricardo II (1597).
  • Enrique IV (1598 – 1600)
  • Enrique V (1599)
  • El rey (1598)
  • Enrique VIII (1613)

Shakespeare escribió también poesía. Destacan en este género literario extensos poemas de temática mitológica, como, por ejemplo, Venus y Adonis y La violación de Lucrecia, pero, sobre todo, son muy célebres sus Sonetos (1609).

Descripción de algunas de las obras más representativas de Shakespeare

La fierecilla domada

Es una comedia en cinco actos precedida de un prólogo, en el cual se plantea que los hechos a desarrollarse conforman una pieza teatral que se presentará ante un ebrio vagabundo, a quien un noble desea gastarle una broma. Esta introducción (metateatro) enfatiza al espectador el carácter ficticio de la historia.

El argumento central era común en la literatura y la tradición oral de la época, incluso en la comedia italiana: una mujer hosca y rebelde a quien su marido intenta domar. Sin embargo, el desarrollo y la caracterización de los personajes la diferencian notablemente de obras previas, esto, por supuesto, por la finura de la pluma de su creador. Hoy en día es una de las piezas más populares de Shakespeare.

Frase de William Shakespeare.

Frase de William Shakespeare.

Su protagonista es Catalina Minola, una mujer soltera hija de un noble de Padua. Catalina desprecia a sus pretendientes y desdeña el casamiento. Caso distinto es su hermana menor, Blanca, quien es una doncella dulce y soñadora con muchos pretendientes. El padre de ambas desea casar a Catalina primero para respetar las tradiciones, rompiendo el corazón a los pretendientes de Blanca.

La llegada de Petruchio a la ciudad, pretendiente de Catalina, desata una serie de situaciones y confusiones de identidades. Al final el hombre logra domar el carácter bravío de Catalina y casarse con ella. Esta obra ha resultado de inspiración para muchas novelas y comedias románticas de siglos posteriores.

Fragmento

“Gremio: No sé. Yo preferiría aceptar su dote con esta condición: que me azotaran cada mañana en la plaza del mercado.

“Hortensio: Sí, como decís, poco se puede elegir entre manzanas podridas. Pero mirad: ya que este impedimento legal nos hace amigos, seamos amigos hasta que, después de ayudar a encontrar marido a la hija mayor de Battista, dejemos a la menor para encontrar marido, y después volvemos a luchar. ¡Dulce Bianca! Feliz quien te gane. Que se quede el anillo quien corra más rápido. ¿Estáis de acuerdo, signior Gremio?

“Gremio: De acuerdo, sí. Daré mi mejor caballo a quien, en Padua, empiece a cortejar a la mayor, la corteje hasta el final, la despose, la encame y libre de ella a la casa. ¡Vamos!

(Salen Gremio y Hortensio. Tranio y Lucenzio se quedan).

“Tranio:
Os lo ruego, señor, decidme si es posible
que el amor de repente tenga tanta fuerza.

“Lucenzio:
Ah, Tranio, hasta que vi que era verdad,
nunca creí que fuera posible ni probable.
Escucha, mientras yo, indolente, la miraba
sentí en mi indolencia los efectos del amor.
Y ahora, con franqueza te confieso
a ti, que eres tan íntimo y querido,
como lo fue Ana para la reina de Cartago,
que ardo, me consumo y muero por ganar,
buen Tranio, el amor de esta chica tan modesta.
Aconséjame, Tranio; sé que puedes;
ayúdame, Tranio; sé que lo harás”.

Macbeth

Es una de las más conocidas y oscuras tragedias del dramaturgo inglés. Consta de cinco actos, en el primero de los cuales se presenta a Macbeth y a Banquo, dos generales escoceses a quienes se les aparecen tres brujas profetizando que uno de ellos llegaría a ser un rey y padre de reyes, respectivamente. Tras este encuentro Macbeth comienza a ser carcomido por la ambición y cumple fatalmente su destino, asesinando al rey, a su amigo Banquo y a otros tantos en su camino al trono.

Las ansias de poder, la traición, la locura y la muerte son los temas principales de la obra. Macbeth finalmente muere asesinado, esto tras pronunciar un famoso monólogo sobre el sinsentido de la vida. Se cumplen así todas las profecías, tal y como se desenvolvían las tragedias griegas.

En esta pieza son más que evidentes las influencias de Sófocles y Esquilo en la obra de Shakespeare. Esto no es raro, el escritor era asiduo lector y admirador de la literatura griega, de sus grandes genios.

Fragmento

“Primera escena
(Un lugar solitario, se escuchan truenos y rayos. Y llegan tres brujas).

“Bruja primera:
¿Cuándo volveremos a encontrarnos nuevamente las tres? ¿Alguna ocasión que truene y caigan rayos y centellas, o cuando llueva?

“Bruja segunda:
Después de que acabe el estruendo, cuando se haya perdido y ganado la batalla.

“Bruja tercera:
Eso sucederá antes de ocultarse el Sol.

“Bruja primera:
¿Y dónde nos veremos?

“Bruja segunda:
Entre los matorrales.

“Bruja tercera
Allí nos encontraremos con Macbeth.

“Bruja primera
¡Voy, andrajosa!

“Todas:
Ese espantajo nos llama… ¡De inmediato! Lo hermoso es horrible y lo horrible hermoso: volemos a través de la niebla y del aire corrompido.

(Se retiran)”.

Sonetos

Shakespeare escribió muchos sonetos a la manera inglesa a lo largo de varios años. Fueron finalmente publicados, con algunas omisiones, en 1609. En ediciones posteriores se recoge finalmente una versión definitiva que consta de 154 poemas.

Los primeros 126 sonetos están dirigidos a un joven de identidad desconocida, otros a una dama de cabello oscuro y otros a un poeta “rival”. La compilación está dedicada a “Mr. W.H.”, un caballero aún sin identificar, aunque existen varias teorías. Los personajes a los que la voz lírica canta, más la incertidumbre de la dedicatoria, aumentan el misterio y la polémica en torno a los sonetos y a la vida de Shakespeare en general.

Los temas que se tratan son el amor, la conciencia de muerte, los afectos familiares y la belleza. Sin embargo, lo hace de una manera muy distinta a la de sus antecesores y contemporáneos. En estos poemas Shakespeare juega con los géneros de sus personajes, dedicando los más dulces y felices a un joven en lugar de a una dama, hace sátiras y alusiones explícitas al sexo. También en ocasiones altera la estructura tradicional del soneto inglés.

Estos sonetos han sido traducidos a casi todos los idiomas y reimpresos incontables veces.

Soneto 1

“Queremos que propaguen, las más bellas criaturas,

su especie, porque nunca, pueda morir la rosa

y cuando el ser maduro, decaiga por el tiempo

perpetúe su memoria, su joven heredero.

Pero tú, dedicado a tus brillantes ojos,

alimentas la llama, de tu luz con tu esencia,

creando carestía, donde existe abundancia.

Tú, tu propio enemigo, eres cruel con tu alma.

Tú, que eres el fragante, adorno de este mundo,

la única bandera, que anuncia primaveras,

en tu propio capullo, sepultas tu alegría

y haces, dulce tacaño, derroche en la avaricia.

Apiádate del mundo, o entre la tumba y tú,

devoraréis el bien que a este mundo se debe”.


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