Y esta es la 2ª entrega de la selección de novelas leídas en estos meses de julio y agosto. Tres títulos de novela romántica con los que suelo compensar la intensidad y la negrura de mi género preferido. Que no todo puede ser sangre y crímenes. Siempre hace falta un poco de color rosa, de romance y amores imposibles en todas las épocas y con su toque de erotismo.
Edenbrooke – Julianne Donaldson
Primera novela de esta autora norteamericana que publicó en 2012. He de decir que también he leído la segunda, Blackmoore (2013), pero esta me ha entretenido más. En realidad son ambas del mismo estilo, corte y confección. Ambientadas en la época de la Regencia, comparten personajes y escenarios propios del género. Así que si se es un amante de la época y la Inglaterra más idílica y novelesca, son maravillosas. Y yo también tengo mi punto rosa.
Edenbrooke, por supuesto, es esa gran mansión llena de lujosas habitaciones, biblioteca sin igual y paisajes de ensueño a su alrededor. Y a ella llega Marianne Daventry, aburrida de vivir en Bath y huyendo de un pretendiente espantoso. Ha recibido una carta de su hermana Cecily para que vaya a visitarla allí.
Pero en el camino ella y su criada son asaltadas por un bandido. Deben parar en una posada donde Marianne se encontrará con un misterioso desconocido que resultará ser el heredero de Edenbrooke. Ese apuesto heredero también resultará el prometido de Cecily. Y mientras esta aún sigue en Londres, Marianne, que ignora ese dato, tendrá ocasión de hacerse más que amiga de él. Así que el conflicto está servido cuando las dos hermanas vuelven a encontrarse.
Un duque sin honor – Olivia Ardey
Ardey es una reconocida autora de novela romántica que nació en Alemania. Muy pronto su familia se trasladó a Valencia y vive allí con su marido y sus dos hijos. Escribe también cuentos y relatos y es autora de varias novelas más con las que ha ganado varios premios.
Este ha sido el título digamos más caliente de todos, ya que Ardey se recrea en los detalles más explícitos de los encuentros amorosos de sus protagonistas. En esta novela nos encontramos a Damien Murray, que es el libertino más conocido de Londres.
Pero cuando muere su padre y, durante la lectura del testamento, el ahora ya nuevo duque de Kedwell recibe dos noticias que no le gustan. Una es que existe un heredero desconocido. Otra, que debe cumplir ciertas cláusulas testamentarias si quiere recibir su parte de la herencia. Pero resulta que la encargada de que se cumplan esas condiciones es lady Oriana Williams, madre del pequeño rival de Damien.
Así Oriana y Damien deberán hacer un viaje con cuatro destinos para cumplir esas cláusulas. Y aunque va de mala gana, Damien no podrá evitar sentirse atraído por ella, quien descubrirá que bajo esa fachada de vividor, Damien es un hombre que ha sufrido.