Miranda James es uno de los muchos nombres que cultivan el género tan de moda como es el cozy crime. Hasta aquí han llegado esos tres títulos que pertenecen a su serie de Misterios felinos, porque uno de sus protagonistas es un gato muy particular. Conocemos un poco más sobre él y esas novelas, que son ideales para leer en cualquier momento.
Miranda James
En realidad, Miranda es el seudónimo de Dean James, un escritor norteamericano aficionado al misterio desde muy pequeño y que escribió su primera novela a los doce años. Trabaja como bibliotecario del Centro Médico de la Universidad de Misisipi, en Jackson. Empezó a publicar en 1994, junto a una colega, Jean Swanson, y ganaron un premio Agatha. La Asociación Americana de Escritores de Misterio también los nominó al premio Edgar a la mejor obra crítica-biográfica.
Su primer libro ya en solitario se publicó en 2000 y desde entonces lleva más de treinta, firmados con su propio nombre y otro par de seudónimos: Jimmie Ruth Evans y Honor Hartman. Fue en 2010 cuando sacó esta serie como Miranda James, con la que ha sido superventas. Vive con cuatro gatos y rodeado de muchos libros.
Miranda James — Serie de Misterios felinos
Hasta ahora en español solo se han publicado esos tres títulos, pero son ya dieciséis los que componen esta serie. Aquí se la ha llamado Misterios felinos, ya que uno de sus personajes más importantes es el gato de su protagonista.
Todos tienen lugar en Athena, una pequeña localidad de Misisipi y su principal baza y atractivo está en sus personajes principales: un bibliotecario ya entrado en la cincuentena, viudo y con dos hijos que están fuera, que vive con su gato, un ejemplar atigrado de maine coon, la raza más grande y originaria del estado de Maine, que pesa 15 kilos, afable, cariñoso y muy listo, que va llamando la atención por donde va. Juntos investigan crímenes que suceden en su, al parecer, no tan apacible pueblecito.
Crimen descatalogado
En este primer título conocemos a Charlie Harris, el amable bibliotecario dueño de un gato llamado Diesel. Su mujer murió de cáncer y tiene dos hijos, Sean y Laura, que hacen sus vidas lejos de él. Ha heredado una bonita y gran casa de su tía Dottie y alquila habitaciones. Su primer inquilino es Justin, el hijo adolescente de una amiga.
Un día un famoso autor de libros superventas y antiguo compañero de clase de Charlie llamado Godfrey Priest vuelve al pueblo. No caía bien a nadie y guardaba más de un secreto. Muy poco después aparece muerto en su hotel y es Justin quien lo encuentra. Charlie, con la ayuda de Diesel, y a pesar de los resentimientos de por medio, deciden investigar lo que ha pasado. Sin embargo, también se encontrarán con el recelo de la dura detective que lleva el caso y que es hija de la asistenta que se encarga de la casa de Charlie.
Una muerte de libro
En este segundo título tenemos a la excéntrica familia Delacorte cuando uno de sus miembros, el más anciano y coleccionista de libros raros, James Delacorte, sospecha que alguien le roba y acude a Charlie para pedirle que haga un inventario de su colección. Al mismo tiempo aparece Sean, el hijo de Charlie, que ha dejado su trabajo como abogado por razones desconocidas y le pide quedarse con él. Poco después de que Charlie, Sean y Diesel se pongan con el inventario, Delacorte aparece muerto en la biblioteca de la enorme mansión. Para colmo, también desaparece un valioso ejemplar de Edgar Allan Poe, la herencia de James Delacorte da más de un disgusto a sus familiares y ocurre un segundo asesinato. Muchos frentes para Charlie, pero será Diesel el que dé con la clave.
A de asesinato
Y en este último Charlie se lleva una grata sorpresa cuando llega Laura, su hija, que ha dejado temporalmente su carrera de actriz en Hollywood y regresa para ser profesora de interpretación en la universidad. Ha sido gracias a su ex, el escritor Connor Lawton, que está casi tan obsesionado con la obra que está escribiendo como con que Laura vuelva con él, algo que la exnovia de Connor, Damitra, no está dispuesta a permitir. El problema es que poco después, y tras una fiesta en su honor, Laura encuentra el cuerpo sin vida de Connor. Así que Charlie, también con la ayuda de Sean, que se ha establecido como abogado, hará todo lo posible por descubrir lo que ha ocurrido, aun a costa de arriesgar sus vidas.
Lo que destaca
El acierto de esta serie es que es de capítulos cortos que terminan con una revelación que obliga a seguir leyendo. Eso permite ir conociendo a los personajes, que tienen historias propias, desde los inquilinos que pasan por casa de Charlie hasta los vecinos, colegas del trabajo y amistades habituales de los protagonistas. Y todo envuelto en el esquema clásico a lo Agatha Christie.
Pero sin duda, el gran atractivo es Diesel, el enorme, juguetón y cariñoso gato, que va con Charlie a todos lados, de paseo con su correa y que tiene un instinto especial para conocer a la gente y saber qué necesitan, y para olfatear y resolver misterios.
En definitiva
Un entretenimiento con los toques de este género. Y, por supuesto, más que recomendable para los amantes de los gatos.