
Fotografía: perfil de IG del autor.
Mario de la Rosa nació en Madrid en 1975 y es escritor y actor. Como escritor empezó componiendo canciones que se convirtieron en poesías y estas en narrativa. Después de su incursión en el guion, publicó Perros con placa, con origen en uno de ellos y su primer título encuadrado en el género negro. Le siguió Hemorragias, un poemario que saltó a los escenarios en el espectáculo TRIVIUM. Como actor ha participado en varias producciones y destacado en títulos como La casa de papel o Conquistadores Adventum. También ha intervenido en proyectos internacionales, entre los que se encuentran The Night Manager, de la BBC, y Hellboy, de Neil Marshall, entre otros.
Su última novela se titula Que arda esta casa con nosotros dentro, un thriller negro repleto de amor y sexo. En esta entrevista nos habla de ella y de otros muchos temas. Le agradezco mucho su tiempo y amabilidad.
Mario de la Rosa — ENTREVISTA
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu nueva novela es Que arda esta casa con nosotros dentro. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde te vino la inspiración?
MARIO DE LA ROSA: Hablo del amor, del sexo y de la muerte y su conexión a lo emocional, instintivo y racional del ser humano. Es un thriller internacional que parte de Madrid (Carabanchel) y viaja tanto hacia fuera (por Europa) como hacia dentro (introspección en cada uno de sus protagonistas).
Me gusta hablar de personas y que lo que les pase acabe contando una historia mayor. Trato de evitar los personajes supeditados al servicio de lo ortodoxo.
- AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y lo primero que escribiste?
MDLR: Las primeras lecturas tienen que ver con la edad escolar y los libros que nos mandaban en el colegio, pero de aquella época recuerdo mucho más los cómics que leía en casa y un libro que me fascinaba: Las aventuras de la Mano Negra.
Lo primero que escribí, más allá de cuentos en el colegio, fueron canciones de rap (1990). Pronto estas canciones dejaron su lugar a la poesía (1991), influenciado por la figura de Jim Morrison.
Autores, personajes y costumbres
- AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
MDLR: Creo que soy más de libros que de autores, pero Charles Bukowski, Bret Easton Ellis y Ray Loriga me aportaron mucho en mi juventud.
- AL: ¿Qué personaje literario te hubiera gustado conocer y crear?
MDLR: Creo que disfrutaría de largas conversaciones con Robert Langdon (Dan Brown). Crear personajes como Callan y Nora (El poder del perro, de Don Winslow) me haría sentir satisfecho.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
MDLR: Para escribir necesito esparcir mis notas manuscritas por el escritorio y casi siempre en silencio, pues a veces uso música (volumen bajo) que genere atmósfera para el capítulo en curso. Para leer soy muy de sofá y luz natural, aunque cuando una novela me atrapa con fuerza la devoro a todas horas.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
MDLR: Ya que parte he contestado en la pregunta anterior, te diré que escribir siempre escribo en el despacho de casa, fuera solo tomo notas. En cuanto a leer, también añadiría camas de hotel, trenes y aviones.
- AL: ¿Qué otros géneros te gustan?
MDLR: Me gusta la ciencia ficción clásica y los futuros distópicos.
Panorama actual
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
MDLR: Ando leyendo novelas de autores nacionales que voy conociendo en los festivales (mayoritariamente thriller y novela negra). Y estoy escribiendo otra. Sigo desarrollando la inquietud sobre el amor, la pasión y la muerte en un nuevo thriller.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial?
MDLR: Si hablo por mi experiencia, diría que hay de todo «como en la viña del Señor». Creo que aún es pronto para mí para hacer un análisis más profundo… y eso que he publicado con tres editoriales diferentes.
- AL: ¿Qué tal llevas el momento actual que vivimos?
MDLR: Con mucha controversia. Es un momento diverso y accesible, culturalmente hablando. Sensible y crispado, en lo social. Y desesperado generalmente en lo humano. Disfruto con lo esencial dentro del marco trascendental.