Fotografía: perfil de la autora en X.
Marina Tena nació en Madrid, aunque tiene raíces extremeñas y escribe desde hace mucho tiempo, especialmente sobre terror y fantasía. Ha participado en muchas antologías de los géneros, entre las que destaca el II premio Ripley, de Triskel. Firma títulos como Legado de plumas, una novelette nominada a los premios Baskerville, y No escuches a la Luna, ganadora de los premios Ignotus 2021 a la mejor novela infantil, ambos publicados por Literup. También ha escrito varias novelas como Brujas de arena, Los viajeros de sueños y Malditas maldiciones. Su última obra en el mercado es Si un árbol cae en el bosque. En esta entrevista nos habla de ella y de otros muchos temas. Le agradezco su tiempo y amabilidad.
Marina Tena. Entrevista
- ACTUALIDAD LITERATURA: Tu última novela se titula Si un árbol cae en el bosque. ¿Qué nos cuentas en ella y de dónde te vino la inspiración?
MARINA TENA: Tenía muchísimas ganas de escribir un thriller porque es un género que me gusta mucho y al que tenía mucho respeto. La inspiración me viene de mi propio entorno y de lo que me han contado mis padres de cuando vinieron a la sierra de Madrid desde Extremadura: cómo veían todo, cómo se sentían, cómo los trataban… Es una mezcla de mis vivencias con mi entorno y de historias oídas de mi familia.
- AL: ¿Puedes recordar alguna de tus primeras lecturas? ¿Y lo primero que escribiste?
MT: Una saga que me fascinó desde pequeña fue El pequeño vampiro. Me la devoré y he releído una y cientos de veces los libros. También era muy fan de los cuentos tradicionales, ¡y más aún cuando cayeron en mis manos las versiones originales!
Lo primero que escribí fue una historia en primaria que no tenía mucho sentido sobre niños abandonados y vampiros.
- AL: ¿Un autor de cabecera? Puedes escoger más de uno y de todas las épocas.
MT: Me cuesta mucho elegir algunos. Stephen King es de mis favoritos desde siempre, aunque también me gusta mucho todo lo que escriben Catriona Ward o Grady Hendrix. Me encantan también los escritores clásicos como Poe y Bécquer, y quizá la que más me guste es Shirley Jackson. ¡Me cuesta quedarme con uno!
- AL: ¿Qué personaje te hubiera gustado conocer y crear?
MT: Me hubiese encantado escribir Coraline, es un libro con todo lo que me gusta. Y en cuanto a mis personajes, me encantaría sacar del libro a un secundario de Brujas de arena que se llama Lanea, la reina del desierto.
- AL: ¿Alguna manía o costumbre especial a la hora de escribir o leer?
MT: No soy especialmente maniática, pero tengo que tener letra calibri y justificada, y el zoom en 90/80 %. Además, me cuesta mucho escribir con música si tiene letra, así que suelo escribir con bandas sonoras o ruido ambiental. Soy muy dispersa y funciono mejor en sesiones cortas que no pasar mucho tiempo delante del ordenador.
- AL: ¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
MT: Temprano por la mañana. Me gusta levantarme a las 6:15/6:30 y así tener un rato para escribir sin que nadie me moleste antes de ir al trabajo.
- AL: ¿Qué otros géneros te gustan?
MT: Terror y fantasía, son mis dos favoritos de lejos.
- AL: ¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
MT: Estoy en medio de la saga Blackwater, ¡y estoy enganchadísima! Y escribiendo la segunda parte de Las tres hijas del rey muerto, porque no es un libro autoconclusivo.
- AL: ¿Cómo crees que está el panorama editorial?
MT: Es verdad que hay muchas novedades y esto creo que agobia como lectores, ya que no da tiempo a leer todo, y como escritores, porque da la impresión de que los libros duran muy poco en el mercado y enseguida se olvidan. Por otra parte, si no hubiera tanta abundancia, no descubriríamos muchas voces nuevas. Creo que es más fácil que nunca publicar, pero es complicado vender muchos libros.
- AL: ¿Qué tal estás llevando el momento actual que vivimos?
MARINA TENA: Soy muy afortunada y no puedo quejarme de nada, aunque a veces me agobia el ritmo demencial de trabajo en el que es fácil caer. Me encanta ser profesora y me encanta escribir, y no quiero renunciar a nada, pero es verdad que tengo dos trabajos que ambos requieren mucha dedicación y es muy complicado gestionar mi tiempo.
También me cuesta la presencia en redes que, si no se demanda, se da por hecho. Soy una persona muy abierta, pero también muy reservada con ciertos aspectos de mi vida privada, y las redes me resultan un poco intimidantes. Me permití el no estar tan atenta a ellas y puede que pese en mi carrera, pero en mi caso me temía que acabara repercutiendo en mi salud mental y mi intimidad. Me resulta complicada la exposición, y soy demasiado pasional: se me nota cuando estoy bien y cuando me cuesta sonreír, así que limito lo que muestro.