María Moliner o cuando en España se abrieron 5.000 bibliotecas

María Moliner

Hoy es un día en que suele homenajearse a escritores y grandes obras de la literatura. Sin embargo yo quiero homenajear a una mujer que no escribió libros, sino que se implicó para que todo el mundo tuviera acceso a la cultura y la lectura.

Hablo de María Moliner, una figura algo olvidada de la República y que se implicó en la apertura de bibliotecas y elaboró un conocido diccionario: el Diccionario de María Moliner.

María Moliner (Zaragoza, 1900-Madrid, 1981), fue una bibliotecaria, filóloga y lexicógrafa. Hija de un médico rural, se licenció en Historia en la Universidad de Zaragoza y un año después ingresa por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueológos.

Proclamación de la República y las Misiones Pedagógicas

María, casada y con hijos, residía en Valencia cuando en 1931 es proclamada la República. Un mes después, el gobierno crea el Patronato de Misiones Pedagógicas, en el que María se involucra y crea la delegación valenciana.

En 1931 el analfabetismo en España supera el 44 por ciento, con una mayoría de mujeres, y solo un seis por ciento de la población tenía acceso a libros o periódicos.  El Servicio de Bibliotecas fue coordinado por Luis Cernuda, Juan Vicens y María Moliner y a él se destinó el 60 por ciento del presupuesto de las Misiones Pedagógicas, lo que supuso que entre 1931 y 1936 se crearan 5.522 nuevas bibliotecas.

En Valencia María dedica todas sus energías a extender las bibliotecas circulantes, que consistían en lotes de cien libros para cada pueblo o aldea, tanto para niños como para adultos. En torno a las bibliotecas organizó ciclos de conferencias, sesiones de cine, audiciones de radiotelefonía y discos seleccionados, objetivos básicos en su plan revolucionario de alfabetización y socialización de la cultura.

Como es de suponer, no había tantos bibliotecarios de carrera para tantas bibliotecas, así decidió dejarlas en manos de maestros y maestras así como en madres de familia, ya que observó que tenían más inquietudes por la cultura que los hombres y vio en ellas a las perfectas auxiliares.

Según explica María Moliner sobre las bibliotecas:

Se trata de despertar y fomentar el amor por la lectura, por lo que en los lotes enviados abundan los libros divertidos y de goce estético, al igual que los de adecuada información sobre aquellas ideas, aquellos problemas y aquellos conflictos que agitan el mundo en todos los órdenes del pensar y todos los fines de la vida, lo que constituye aquello humano que no puede ni debe ser extraño a ninguna persona.

El Diccionario de Uso del Español de María Moliner

Considerado uno de los mejores diccionarios alternativos al de la Real Academia (RAE), fue publicado por primera vez en 1966-67 por la editorial Gredos y en su elaboración empleó María Moliner más de quince años.

Este diccionario de definiciones, sinónimos, expresiones y frases hechas, y de familias de palabras, es también un verdadero diccionario ideológico y de sinónimos.

María Moliner se anticipó en algunos aspectos como es la ordenación de la Ll en la L, y de Ch en la(criterio que la RAE no seguiría hasta 1994) o a la inclusión de términos de uso ya común pero que la RAE no había admitido, como la palabra cibernética.

Si queréis ampliar información sobre este diccionario, en la web del  Instituto Cervantes tienen una entrada muy completa sobre él.

María Moliner en la actualidad

María Moliner es el ejemplo de las injusticias hacia la mujer y de la barbarie de los absolutismos.

Sobre sus bibliotecas, la Guerra Civil Española y la posterior Dictadura de Franco destruyó ese gran proyecto de las bibliotecas de las Misiones Pedagógicas y la alfabetización y socialización de la cultura. Tal y como manifestó Juan Vicens en Francia en 1938 al hablar del impulso dado a la lectura pública durante la República en España:

La historia es simple, siempre la misma cuando el pueblo cae ante el enemigo: el bibliotecario es fusilado, los libros quemados y todos los que han participado en su organización son fusilados o perseguidos.

Por otro lado, María Moliner fue la primera mujer candidata a ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua, aunque el hecho de que fuera mujer, y profesionalmente fuera considerada más como bibliotecaria que como filóloga, a pesar de haber elaborado un importante diccionario, hizo que nunca llegara entrar en ella.

Carmen Conde, escritora y primera mujer admitida en la Academia en 1979, no olvidó mencionarlo indirectamente en su discurso de ingreso:

Vuestra noble decisión pone fin a una tan injusta como vetusta discriminación literaria.

Sirva este artículo para homenajear a esta dama de la lengua y la cultura que tantísimo hizo por el libro.


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  1.   Asunción Huertas Izquierdo dijo

    Me parece de justicia reivindicar a esta personalidad de la cultura española, doblemente discriminada por ser mujer y por ejercer su ejemplar labor durante la República. A ella mi más sentido reconocimiento, ya que sus ideas, aunque con demasiados años de retraso, han sebrado sus frutos y las bibliotecas están siendo, a pesar de la crisis, esos lugares de encuentro y entendimiento entre las personas.