Los ojos de Mona
Los ojos de Mona —o Les Yeux de Mona, por su título original en francés— es una conmovedora novela escrita por el historiador de arte parisino Thomas Schlesser. La obra fue publicada por primera vez el 31 de enero de 2024 por la editorial Albin Michel. Huelga decir que su éxito fue rotundo, por lo que se tradujo a veintiséis lenguas, incluyendo el catalán y el español, al que llegó el 7 de marzo.
Tras su lanzamiento, el volumen se convirtió en un fenómeno literario, llegando a ostentar los primeros puestos en los rankings de ventas a nivel internacional en la categoría de ficción. La historia, traída al castellano por la editorial Lumen, posee varios niveles y subtramas que van desde la Filosofía, hasta la enfermedad, la muerte, el amor y el arte.
Sinopsis de Los ojos de Mona
Toda la belleza del mundo puede ser contenida en una sola obra
La novela cuenta la historia de Mona, una niña de diez años que, por una delicada enfermedad, corre el peligro de quedarse ciega. Para que pueda observar la belleza antes de que esto ocurra, su abuelo la lleva a varios museos durante un año. Cada semana, ambos se enfocan en visitar, descubrir, explorar y explicar una pintura en particular con el fin de adentrarse en su trasfondo.
Juntos, asisten al Louvre, el museo d’Orsay y el Centro Pompidou, buscando esas obras de arte que cambiaron la concepción de la forma, la hermosura y la humanidad. La novela desarrolla tres grandes tropos: el de Mona en el hospital, el de Mona en la familia y el del arte. A grandes rasgos, podría decirse que el título de Schlesser es un canto a todos estos cuadros y a los artistas que los pintaron.
Una oda a la historia del arte, un homenaje a la humanidad
Para nadie es un secreto que el arte es un recurso fundamentalmente humano. Quizá, es por ello que nos resultan tan extrañas e incómodas las pinturas realizadas con inteligencia artificial. Pese a la aparente perfección de muchas piezas expuestas en los museos, estas poseen pequeños defectos que dan muestra de que han sido hechas por una mente y unas manos humanas.
Esto es, precisamente, lo que las hace tan exquisitas: la vulnerabilidad de la imperfección en todo lo confeccionado por el hombre. Es con ese sentimiento sobrecogedor de falla con el que la gente suele identificarse con más facilidad. En este sentido, Los ojos de Mona hace un recuento de la historia del arte y la forma en que esta muestra cómo ha cambiado el hombre a lo largo de los años.
Una novela que aspira a ser total
En una entrevista, Thomas Schlesser afirmó que su novela “aspira a ser total”, en respuesta a si su obra era o no demasiado ambiciosa. Para esclarecerlo, el autor se refiere a las tres historias que cuenta su libro, que son la de Mona en la escuela, en el ámbito médico y en el familiar. Por encima de estas, están la relación con su abuelo y luego, a través de lo que él le cuenta, la del arte y el mundo.
Aunque, decir “mundo” le queda un poco grande, ya que la mayoría de las pinturas y anécdotas están enfocadas en Occidente. Asimismo, se abarcan temas como el nacimiento de la filosofía y los conceptos más básicos de esta, por lo que Los ojos de Mona podría ser un buen libro introductorio a esta área del conocimiento. De hecho, el título ha sido comparado con El mundo de Sofía.
¿El arte y la cultura tienen propiedades curativas?
Ante esto, el autor se mantiene humilde, y dice que se toma el dolor y la enfermedad demasiado en serio como para pensar que el arte es capaz de curar. No obstante, opina que algo que sí puede hacer es consolar, lo cual ya es mucho en los contextos más severos. De igual manera, el escritor asegura que el arte puede revelar que las debilidades, si se aprende de ellas, son la verdadera fuerza.
Así, el arte se mantiene como un instrumento maravilloso con la finalidad de afianzar el espíritu y lograr la trascendencia. De igual manera, Thomas Schlesser plantea que toda esta sensibilidad artística viene de su lectura de poesía, la cual lo ha inspirado siempre a imaginar mundos más sutiles. Sin embargo, también existe en su historia mucha melancolía y desazón, elementos que no están exentos de belleza.
Mejores frases de Thomas Schlesser
- “En la poesía encontraba la simple idea de que la libertad de lenguaje permite crearse una libertad en la mente”;
- “Evidentemente los padres son muy importantes para los hijos y al revés, pero hay una presión mutua. Con los abuelos todo es más abierto, más libre”:
- “Vivir no es aprender a ganar, sino aprender a perder, y la primera pérdida es la infancia”;
- “La eutanasia permite poner en el centro de la sociedad un debate inmenso sobre el dolor”.
- “Hay una universalidad de la fuerza del vínculo entre la generación de los pequeños y de los mayores, por encima de los padres”;
- “Si no hubiera la experiencia reiterada del adiós a la vida, las cosas no tendrían la intensidad extraordinaria que tienen. Como se pierde todo constantemente, la vida es maravillosa. Si no, sería aburrida. No habría esa urgencia de vivir”.
Sobre el autor
Thomas Schlesser nació en París, Francia, en 1977. Se licenció en Historia del Arte, y se especializó en esta área hasta convertirse en el director de la Fundación Hartung Bergman. Según el autor, cuando tenía doce años era un muy mal estudiante, turbulento. Aun así, estaba ávido de emociones y sensibilidad. Fue gracias a esta necesidad que comenzó a leer a Guillaume Apollinaire.
Schlesser reconoce que en la poesía encontró un consuelo que no hallada en ningún otro lado, así como una libertad inaudita. Estas son palabras que han sido claves tanto en su carrera en el mundo del arte como en sus inicios en la literatura y el fondo de su primera novela. Al mismo tiempo, ha adoptado elementos como la vejez y la pérdida como una metáfora de la vida misma y su función en ella.