
La Biblioteca Regional JoaquÃn Leguina abre sus puertas a un viaje por los crÃmenes literarios de Madrid, una mirada que explora cómo la ciudad ha sido escenario, espejo y motor de la narrativa policÃaca en castellano. La entrada es libre y la propuesta puede visitarse hasta el 11 de enero en la Sala de Exposiciones del centro.
Lejos de ser decorado, Madrid se comporta como un personaje que dialoga con el lector: condiciona a detectives, vÃctimas y testigos, y marca el pulso de cada caso. Comisariada por Tania Serrano BenÃtez y con el asesoramiento de Lorenzo Silva, la exposición traza el origen, la evolución y las distintas etapas del noir capitalino.
Una muestra gratuita en la Biblioteca Regional
La exhibición propone un itinerario cronológico y temático que conecta la tradición con las corrientes actuales, reuniendo materiales de archivo, primeras ediciones, fotografÃas, carteles, revistas, libros y recursos audiovisuales. Proceden tanto de los fondos de la Biblioteca Regional y de las bibliotecas públicas de la Comunidad de Madrid como de otras instituciones culturales.
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, subraya que la capital ha inspirado a generaciones de narradores y que el género negro, por su mirada crÃtica y su capacidad para atrapar al lector, forma parte de la memoria cultural compartida. El proyecto, además, refuerza el compromiso institucional con la difusión del patrimonio literario y una oferta cultural diversa.
De Cervantes a la actualidad: mapa del noir capitalino
El recorrido arranca en el Siglo de Oro con una parada llamativa: Miguel de Cervantes y su relato La fuerza de la sangre (1613), donde una vÃctima asume el papel de investigadora y se abren paso códigos embrionarios del misterio. Entre las piezas destacadas figura una primera edición cedida por la Biblioteca Nacional.
Del siglo XIX emergen las aportaciones de Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán. Galdós juega con la duda y el enigma en La incógnita, mientras que Pardo Bazán firma una de las obras canónicas del género, La gota de sangre, y sorprende con Selva, proyecto inacabado cuyos manuscritos han sido prestados por la Real Academia Gallega.
Galdós también dejó una investigación periodÃstica modélica en El crimen de la calle Fuencarral, una indagación en clave de true crime mucho antes de la etiqueta anglosajona contemporánea. Asistió al juicio, contrastó fuentes y documentó el caso de Luciana Borcino, que años después inspiró un capÃtulo de la serie La huella del crimen.
El primer tercio del siglo XX dejó rastros dispersos, entre parodias y juegos de ingenio de autores como Enrique Jardiel Poncela o Wenceslao Fernández Flórez, mientras la imitación del modelo anglosajón asomaba bajo seudónimos. El género, no obstante, no cristalizarÃa hasta mediados de siglo.
Ese punto de inflexión llega con Francisco GarcÃa Pavón y su policÃa Plinio. Aunque su territorio natural es Tomelloso, en Las hermanas coloradas (Premio Nadal, 1969) el investigador viaja a Madrid para seguir la pista de dos desaparecidas. La crÃtica ha visto en Pavón al padre de la novela policÃaca española, y la muestra incluye referencias a su adaptación televisiva de los años setenta.
Con la democracia, la capital se convierte en un laboratorio narrativo para tensiones polÃticas y sociales. Manuel Vázquez Montalbán traslada a Pepe Carvalho a Madrid en Asesinato en el Comité Central y Asesinato en Prado del Rey, mientras Juan Madrid, Julián Ibáñez o Carlos Pérez Merinero tejen tramas en barrios y periferias; Jorge MartÃnez Reverte pasea a su periodista Julio Gálvez por museos y cafés con una marcada cartografÃa urbana.
En las décadas de los ochenta y noventa, Arturo Pérez-Reverte sitúa en la capital La tabla de Flandes y El maestro de esgrima, donde cultura, arte e intriga se entrecruzan. Madrid actúa como escenario simbólico y motor del suspense en estas obras.
En 1998 irrumpen los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva, con un ciclo que transita comisarÃas, juzgados y calles madrileñas. Sus novelas combinan denuncia social y retrato urbano, consolidando un puente entre tradición y renovación del género.
Desde 2010, el panorama se diversifica con Alicia Giménez Bartlett, Jerónimo Tristante, Marta Sanz o Carmen Mola, junto a la mirada nostálgica de Rafael Reig y el vértigo de la trilogÃa Reina Roja de Juan Gómez-Jurado. La nómina actual supera con holgura el medio centenar de autores, prueba de la vitalidad del noir madrileño.
Actividades paralelas: visitas guiadas, conferencias y talleres
La programación se extiende durante los meses de otoño con visitas guiadas los viernes y sábados, previa inscripción a través de la Central de Reservas. Todas las actividades son de acceso libre hasta completar aforo y algunas podrán seguirse por retransmisión en directo.
El ciclo de conferencias incluye la mesa redonda Madrid en Clave Negra con Eduardo Bastos, Marto Pariente y Rafael Guerrero (21 de octubre); la charla de Lorenzo Silva, En un lugar de la Mancha: las raÃces mesetarias del noir (28 de octubre); y el encuentro Escritoras de novela… negra con Berna González Harbour, Rosa Montero y Marta Robles, moderadas por Joana Bonet (4 de noviembre).
Además, se ofrece un taller práctico de escritura sobre género negro dirigido por Fernando J. L. Monterrubio, orientado a técnicas narrativas, construcción de tramas e investigación documental aplicada a la ficción.
Cine: cinco adaptaciones para mirar Madrid en pantalla
El ciclo cinematográfico reúne cinco tÃtulos clave: El clavo (Rafael Gil, 1944), Asesinato en el Comité Central (Vicente Aranda, 1981), Beltenebros (Pilar Miró, 1991), El maestro de esgrima (Pedro Olea, 1992) —con coloquio y la presencia de Assumpta Serna— y El alquimista impaciente (Patricia Ferreira, 2002). Las proyecciones son gratuitas hasta completar aforo.
Madrid, escenario y personaje
La exposición, comisariada por Tania Serrano BenÃtez con el asesoramiento de Lorenzo Silva, pone el foco en cómo Madrid ha consolidado su papel como escenario privilegiado del noir. Con piezas procedentes de fondos públicos y aportaciones externas, también evidencia la creciente recepción del género entre lectores y su proyección en cine, televisión y festivales.
Abierta con entrada gratuita y con programación complementaria, la propuesta invita a revisar cuatro siglos de relatos criminales situados en la capital, desde los antecedentes cervantinos hasta los autores contemporáneos. Quien se acerque a la Biblioteca Regional encontrará un paseo por la memoria negra de Madrid, con pistas, voces y miradas que han dado forma al imaginario del crimen literario.