Lope de Vega: biografía

Frase de Félix Lope de Vega.

Frase de Félix Lope de Vega.

Lope de Vega es uno de los próceres de la literatura en lengua castellana. Su nombre —junto a ilustres como Cervantes, Quevedo, Góngora y Molina, entre otros— forma parte de los protagonistas del denominado Siglo de Oro español. Dicha centuria (que en realidad fue más o menos desde 1492 a 1681) es considerada la de mayor progreso artístico y literario en España.

Apodado el “Fénix de los Ingenios”, supo ganarse el reconocimiento de la aristocracia española de aquel período a pesar de sus polémicas. Es más, no fueron pocos los eventos transgresores de las normas sociales en los cuales se vio envuelto. Al mismo tiempo, él fue ampliamente conocido por sus facetas de conquistador, clérigo, inquisidor y prolífico escritor (completó más de mil textos).

Nacimiento, familia, infancia y juventud

El 25 de noviembre de 1562 (algunos historiadores indican que fue el 2 de diciembre) vino al mundo Félix Lope de Vega y Carpio, en el seno de una familia humilde apostada en Madrid. Sus padres, oriundos de las montañas cantábricas, fueron Félix de Vega —recamador de profesión— y Francisca Fernández Flórez. Asimismo, tuvo cuatro hermanos: Francisco, Juliana, Luisa y Juan.

De acuerdo con el Archivo de San Sebastián, existieron dos hermanas más: Catalina e Isabel. Por su parte, Vega pasó su infancia temprana en Sevilla, junto a su tío —el inquisidor de la ciudad andaluza— Don Miguel Carpio. Luego, retornó a Madrid cuando cumplió diez años para comenzar una instrucción privilegiada en el Colegio Imperial.

Niño prodigio

El Fénix de los ingenios fue un crío realmente brillante; desde muy joven ya era capaz de leer castellano y latín (además de traducir éste último). En aquel momento también completó sus primeros escritos (principalmente comedias como La pastoral de Jacinto, por ejemplo). Tras su cumpleaños número quince, inició estudios de bachillerato en la Universidad de Alcalá.

Adolescente vivaz, estudiante eterno

En 1678 murió su padre; entonces, Félix mostró un comportamiento rebelde y se fugó —acompañado de Hernando Muñoz, un amigo cercano— del hogar familiar. Pese a semejante “faceta de bribón”, él seguía ávido de conocimiento. Por ello, profundizó sus saberes en matemáticas y astronomía bajo la tutela de Juan Bautista Labaña, el astrónomo mayor de Felipe II.

En añadidura, Lope aprendió Artes Liberales con Juan de Córdoba, filología con los teatinos y fue secretario del Marqués de Navas. A decir verdad, solo la muerte detuvo los hábitos investigativos del intelectual ibérico en materias muy diversas. En paralelo, él siempre fue un poeta con una debilidad muy evidente por las féminas y las aventuras.

Amores y viajes

Un eterno enamorado

El primer enamoramiento conocido de Lope de Vega fue María de Aragón, con quien procreó a una hija, Manuela (1581 – 1586). Más o menos hacia el año 1582, el escritor entabló un amorío con Elena Osorio, una dama casada. Sin embargo, cuando ésta formalizó la ruptura con su marido —el actor Cristóbal Calderón— a principios de 1588, prefirió contraer matrimonio con un hombre adinerado.

Carrera militar y destierro

En 1582, el escritor madrileño se trasladó a Las Azores para alistarse en la misión (que duró menos de un año) del Marqués de Santa Cruz a Terceira. Posteriormente, se enlistó como voluntario en la Gran Armada a finales de mayo de 1588, dicho regimiento fue derrotado por la milicia lusitana.

Al concluir el periplo, Lope de Vega se radicó en Valencia con su esposa, Isabel de Urbina, con quien contrajo nupcias el 10 de mayo de 1588. Para ese tiempo, él ya estaba desterrado de las Cortes de Madrid durante ocho años y dos del Reino de Castilla. La causa: representó de forma indecente a Elena Osorio en una pieza dramática cuando sufrió la decepción sentimental descrita en la sección anterior.

Otras parejas, amantes y descendencia del eminente literato español

Isabel de Urbina le parió dos hijas: Antonia (1589 – 1594) y Teodora (1594 – 1596); el alumbramiento de ésta última causó la muerte de su madre. En 1598, Lope volvió a casarse —por conveniencia, según algunos historiadores— con Juana de Guardo, quien murió de un sobreparto en 1613. De ese matrimonio nacieron Jacinta (1599), Carlos Félix (1606 – 1612) y Feliciana (1613 – 1633).

Entretanto, Vega fue amante de doña Antonia Trillo de Armenta y de la actriz casada Micaela de Luján. Con la intérprete engendró al menos cinco hijos (comprobables): Ángela, Mariana, Félix, Marcela y Lope Félix. Otra consorte notoria del literato fue Marta de Nevares, y fruto de esa relación nació Antonia Clara. Además, se le conocen dos hijos de cuyas madres no se sabe la identidad:

  • Fernando Pellicer;
  • Fray Luis de la Madre de Dios.

Obra escrita

Al igual que otros autores de su época, Lope de Vega incursionó sin miramientos en todos los géneros literarios con un éxito evidente. De hecho, antes de cumplir los 30 años de edad ya era un personaje muy famoso en territorio ibérico. Al respecto, Cervantes lo calificó en La Galatea como uno de los ingenios más notables de España.

Prosas más destacadas de Lope de Vega

  • La Arcadia (1598), su primera novela, incluye varios poemas de talante pastoril;
  • El peregrino en su patria (1604), novela bizantina;
  • En los pastores de Belén (1612), novela pastoril con numerosos poemas sacramentales;
  • La Dorotea (1632); texto en prosa con una amplia antología poética en la cual introduce el denominado género celestinesco (originado a partir de la comedia humanística).

La lírica de Lope de Vega

El poeta madrileño se nutrió de muchas tendencias al momento de ensamblar sus poemas y estimó ecuánimemente distintos estilos. Por este motivo, en su obra hubo cabida para la métrica culterana (influenciada por Luis de Góngora) y, en paralelo, para la lírica popular. No obstante, es necesario aclarar que él siempre fue un defensor del “verso claro”.

Frase de Félix Lope de Vega.

Frase de Félix Lope de Vega.

Del mismo modo, en su lírica es posible encontrar poemas extensos de tono narrativo que pueden incluir tintes paródicos. Por otro lado, el poeta español no vaciló en emplear métricas y géneros diversos dentro de sus poemas de estructura corta. A continuación, se mencionan los temas explorados por Lope de Vega en sus poemas largos (con algunos ejemplos):

  • Épicos: La Dragontea (1598), La Gatomaquia (1634);
  • Religiosos: El Isidro (1599), Jerusalén conquistada (1609), Soliloquios amorosos (1626);
  • Mitológicos: La Andrómeda (1621), La Circe (1624).

Poemas breves más conocidos de Lope de Vega

  • Rimas (1602);
  • Rimas sacras (1604);
  • Romancero espiritual (1619);
  • Triunfos divinos con otras rimas sacras (1625);
  • Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634);
  • La Vega del Parnaso (1637), publicado post-mórtem.

Algunos poemas de Lope de Vega

«De Andrómeda»

Atada al mar Andrómeda lloraba,
los nácares abriéndose al rocío,
que en sus conchas cuajado en cristal frío,
en cándidos aljófares trocaba.

Besaba el pie, las peñas ablandaba
humilde el mar, como pequeño río,
volviendo el sol la primavera estío,
parado en su cénit la contemplaba.

Los cabellos al viento bullicioso,
que la cubra con ellos le rogaban,
ya que testigo fue de iguales dichas,

y celosas de ver su cuerpo hermoso,
las nereidas su fin solicitaban,
que aún hay quien tenga envidia en las desdichas.

«Ay, amargas soledades»

¡Ay, amargas soledades
de mi bellísima Filis,
destierro bien empleado
del agravio que la hice!

Envejézcanse mis años
en estos montes que vistes,
que quien sufre como piedra
es bien que en piedras habite.

¡Ay horas tristes,
cuán diferente estoy
del que me vistes!

¡Con cuánta razón os lloro,
pensamientos juveniles
que al principio de mis años
cerca del fin me trujistes!

Retrato de mala mano,
mudable tiempo me heciste
sin nombre no me conocen
aunque despacio me miren.

¡Ay horas tristes,
cuán diferente estoy
del que me vistes!

Letra ha sido sospechosa,
que clara y escura sirve,
que por no borrarla toda,
encima se sobre escribe.

Pienso a veces que soy otro
hasta que el dolor me dice
que quien le sufre tan grande
ser otro fuera imposible.

¡Ay horas tristes,
cuán diferente estoy
del que me vistes!

«Hombre mortal»

Hombre mortal mis padres me engendraron,
aire común y luz de los cielos dieron,
y mi primera voz lágrimas fueron,
que así los reyes en el mundo entraron.

La tierra y la miseria me abrazaron,
paños, no piel o pluma, me envolvieron,
por huésped de la vida me escribieron,
y las horas y pasos me contaron.

Así voy prosiguiendo la jornada
a la inmortalidad el alma asida,
que el cuerpo es nada, y no pretende nada.

Un principio y un fin tiene la vida,
porque de todos es igual la entrada,
y conforme a la entrada la salida.

Obra dramática

El intelectual madrileño fue un verdadero innovador de la escena teatral española. Entre los tres fundamentos estructurales —acción, tiempo y ubicación—, Lope solo aconsejaba respetar el primero con el fin de mantener la credibilidad. En cambio, concedió mayor preponderancia a elementos absurdos, trágicos y jocosos por encima de la cronología y el lugar, especialmente en sus piezas históricas.

Adicionalmente, gran parte de las obras teatrales de Lope de Vega demuestran argumentos inspirados en el amor y el honor. Igualmente, él cautivó a todo tipo de audiencias (aristócratas, plebeyos, iletrados…) gracias a su fórmula de doble trama, una entre ricos y otra entre sirvientes.

Algunos ejemplos de sus temáticas más frecuentes

Varias obras de Lope de Vega.

Varios libros de Lope de Vega.

Comedias de capa y espada

  • La dama boba;
  • Los melindres de Belisa;
  • El castigo del discreto;
  • El caballero del milagro;
  • La desdichada Estefanía;
  • Amar sin saber a quién;
  • El acero de Madrid.

Piezas caballerescas

  • La mocedad de Roldán;
  • El marqués de Mantua.

Religiosas

  • La creación del mundo;
  • El robo de Dina.

Históricas

  • Contra valor no hay desdicha;
  • El bastardo Mudarra.

Políticas

  • La Estrella de Sevilla;
  • Fuente Ovejuna;
  • El caballero de Olmedo.

La última etapa de su vida

Entre 1598 y 1599, el autor ejerció labores de secretario para ganarse la vida porque los teatros estaban vetados por orden real. Primero, sirvió al marqués de Malpica, luego, al de Sarriá. En 1607, Lope comenzó a trabajar para el duque de Sessa, don Luis Fernández de Córdoba, éste lo convirtió en amigo cercano y protegido. Durante esos años pasó sus días entre Madrid y Sevilla.

En 1608, el intelectual español empezó su camino hacia el sacerdocio. En concordancia, ingresó en la Congregación de Esclavos del Santísimo Sacramento y en la Tercera Orden de San Francisco.

Ese mismo año adquirió una vivienda en la actual calle Cervantes (entonces era la calle de Francos). Allí residió hasta su fallecimiento, ocurrido el 27 de agosto de 1635.


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