Libros difíciles de leer

libros difíciles de leer

En el mundo de la literatura existen libros míticos que no siempre satisfacen a todos los lectores, bien por su complejidad o por una estructura demasiado experimental respecto a lo que el mundo está acostumbrado. Estos siguientes libros difíciles de leer causan tanto amor como odio, y quizás sea en ese aspecto en el que radique su grandiosidad.

El lobo estepario, de Herman Hesse

El lobo estepario de Herman Hesse

Aunque obras de Hesse como Siddhartha se han convertido en perfectos libros que leer de una sentada gracias a su lenguaje sencillo y su escasa extensión, otras como la que aquí nos ocupa se ha convertidon en verdaderos retos literarios. No products found., uno de los grandes libros del siglo XX es a su vez un relato quizás demasiado filosófico para personas que busquen material más ligero. Escrito durante la profunda crisis espiritual que Herman Hesse sufrió en la década de los años 20, la novela sigue los pasos de un personaje totalmente desligado de la sociedad y el tiempo en el que le toca vivir, desarrollando una conducta totalmente hermética y desarraigada. Un clásico, pero quizás no para todos los gustos.

El Silmarilion, de J.R.R.Tolkien

El silmarilion de JRR Tolkien

Muchos adeptos a la fantasía de Tolkien descubrieron al autor gracias a la famosa trilogía de El señor de los anillos y al mucho más ligero El hobbit. Sin embargo, cuando tocó adentrarse en El Silmarilion la cosa cambió radicalmente. Ambientada durante las guerras de Melkor, considerado como antecesor de Sauron en una Tierra Media aún carente de elfos y hombres, El Silmarilion, tanto en estructura como en temas, dista mucho de las obras de Tolkien que atrajeron a unos seguidores que viajaron junto a Frodo o Bilbo a través de un mundo mágico cuyas historias aportaban una narrativa más comercial y adictiva. Para muy fans del mundo mágico de Tolkien.

Rayuela, de Julio Cortázar

Rayuela de Julio Cortázar

Aunque a día de hoy se trate de una de las grandes obras de la literatura del siglo XX, la publicación de Rayuela en 1963 supuso todo un desafío para los lectores de todo el mundo al proponer una estructura dividida en diferentes episodios que obedecía a diferentes procesos de lectura, alterando el típico esquema de inicio, nudo y desenlace. Considerado como «antinovela» en su momento de publicación, la historia de amor de Horacio Oliveira y La Maga posee tanta magia como capacidad para provocar en el lector cierto rechazo en comparación a otras obras del conocido boom latinoamericano mucho más fáciles de consumir que la obra magna de Cortázar.

Ulises, de James Joyce

Ulises de James Joyce

Aunque parte de una premisa aparentemente sencilla, esta versión moderna de La Odisea de Homero cambió para siempre la literatura del siglo XX tras su publicación en 1922. La novela, un recorrido por un día en la vida de su protagonistaLeopold Bloom (según muchos alter ego del propio Joyce) a través de las calles de Dublín, supone una mirada hacia el mundo cargada de simbolismos; tantos que lo que parecía una historia sencilla termina convirtiéndose en una oda metafísica en la que no todo el mundo se sumerge de la misma forma. Quizás sea ese el motivo por el que el Ulises de Joyce continúa siendo todo un misterio, tan fascinante como universal.

El arco iris de gravedad, de Thomas Pynchon

El arco iris de gravedad de Thomas Pynchon

El propio nombre de esta obra nos indica que estamos ante algo grande e interesante, pero también quizás demasiado complejo para según qué lectores. Ambientada en la Europa de finales de la Segunda Guerra Mundial, la novela del estadounidense Thomas Pynchon se centra en el proceso de construcción y lanzamiento del cohete V-2 lanzado por el ejército alemán y convertido en el primer artefacto humano en realizar un vuelo suborbital. Una premisa que sumerge al lector en un mundo donde lo físico y lo inmaterial, lo real y lo infrahumano, se combinan dando forma a una obra en la que resulta difícil penetrar a la hora de apreciar toda su esencia. Considerada como una de las mejores novelas del siglo XX por varios expertos, la misma fue una de la candidatas al Premio Pulitzer en 1974, si bien no lo consiguió, según los rumores, debido a un pasaje que incluía referencias a la coprofilia.

¿Te gustaría leer El arco iris de gravedad?

Crimen y castigo, de Fiodor Dostoievski

Crimen y castigo de Fiódor Dostoievski

Los diálogos filosóficos y la extensión de las obras son dos de los aspectos que caracterizan a una literatura rusa difícil de leer para algunos lectores que no llegaron a terminar ninguno de los libros de autores como León Tolstoi o, en este caso Fiodor Dostoievski y su famoso Crimen y castigo. Publicada en 1866, la novela sigue los pasos de Rodión Raskólnikov, un joven estudiante que se ve incapacitado para costear sus pagos, cayendo en una profunda miseria de la que trata de escapar entre prestamistas y un crimen del que no podrá escapar. La historia supone un huracán in crescendo que termina resolviéndose en un último párrafo al que no todo el mundo llega.

Paradiso, de José Lezama Lima

Paradiso de José Lezama Lima

La que es una de las grandes novelas latinoamericanas de la historia, Paradiso es una novela de aprendizaje que supone un recorrido por la vida de su protagonista, José Cemí, desde su infancia hasta sus primeros años universitario. Marcada por un lenguaje novedoso para la época, tan exuberante como la isla de Cuba que vio nacer a Lima, Paradiso es una obra en la que su forma llega a importar más incluso que la historia que nos relata, dividiendo a una comunidad lectora que abraza y huye por igual de este fruta literaria tan sabrosa como áspera.

Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

Durante una conferencia realizada por Gabo, uno de los asistentes le preguntó al Premio Nobel por qué la mayoría de los personajes de Cien años de soledad se llamaban igual. Fue entonces cuando el escritor preguntó al oyente por su nombre. «Enrique»- dijo él. «¿Y su padre?» – preguntó García Márquez. «Enrique también» – contestó. «¿Y su abuelo?». «Enrique. . .» Tras soltar una risa en referencia a las costumbres familiares de la Colombia del siglo XX, Gabo no tuvo que seguir con la conversación, aunque no por ello haya podido evitar que ciertos lectores se perdiesen en las desventuras de una saga de los Buendía que llevó a muchos de nosotros a ojear el árbol genealógico de Google a fin de poder seguir perdiéndonos por el que es uno de los mejores libros de la historia.

¿Cuáles han sido para ti los libros más difíciles de leer?


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  1.   David Canales Perea dijo

    Cuando uno lee algún libro sobre teología cristiana, especialmente católica, si no te acompañas de una cajetilla de cigarrillos, un termo de café negro y harta paciencia; el cerebro explota. Y si quieres entrar a un laberinto mental, lee algún libro de filosofía o ciencia comentado por un sacerdote.

  2.   David dijo

    David Canales Perea, para gustos, colores, y esta claro que tu comentario tiene más de mal gusto que otra cosa.

  3.   Kalex dijo

    Habría que agregar El sonido y la furia de W. Faulkner

  4.   David Canales Perea dijo

    Los entendidos recomiendan por claridad y no turbidez a: – filosofía: Bergson; -historía: Jaeger; antropología: Campbell; critica: A. Reyes; etc. El mal gusto no exagera ni lo exótico ni lo churrigueresco.

  5.   Manuel Bello dijo

    No soy un experto, pero de ahi yo leí de muy buena gana Rayuela, Crimen y castigo y Cien años de soledad y creo que se hace poca justicia a este último que si bien es cierto tiene muchos personajes y se repiten bastante los nombres es una gran novela, y toda la gente que lee gusta de ella.

  6.   Luis Alberto Vera dijo

    Para mí, de los libros más difíciles de leer y entender, están «El juego de abalorios» de Herman Hesse, «Martin Eden» de Jack London, «Me llamo Rojo» de Orhan Pamuk, «L´écume des jours» y L´automme à Pekin» de Boris Vian, «El Capital» de Karl Marx, «L´être et le néant» de Jean Paul Sartre.

  7.   Lautaro Romo dijo

    De los mencionados he leído varios, pero en lo personal se me hizo muy denso La Montaña Mágica de Thomas Mann.