¿Por qué la piratería de libros morirá en 10 años?

La piratería de libros será historia en 10 años de la mano de BlockChain

La piratería de libros será historia en 10 años de la mano de la tecnología.

La piratería de libros asesina la cultura. No la acerca a los más desfavorecidos, aunque eso es una batalla pendiente que hay que seguir luchando: para que la sociedad avance, la cultura debe estar al alcance de todos no puede ser una un bien de lujo. Si queremos ser una sociedad puntera y justa,  la cultura, como la sanidad deben ser un bien común.

El oficio de escritor es vocacional. Todo escritor pretende hacer un mundo mejor con sus obras, llevando al lector imaginación, opinión o conocimiento, pero los escritores necesitan sobrevivir. Si la piratería gana, la cultura muere. 

Confianza y Supervivencia.

Sobrevivimos porque confiamos. La sociedad existe porque existe la confianza: cada día ponemos nuestra vida y la de los que más queremos en manos de muchas personas, la mayoría de las cuales ni siquiera conocemos: Conducimos coches porque confiamos en que el conductor de al lado respetará las normas. Comemos la comida que compramos en el supermercado porque confiamos  en que no estará envenenada. Subimos a un avión porque confiamos en que el piloto es un profesional responsable.  Llevamos a nuestros hijos a la guardería porque confiamos que estarán bien cuidados y así todos los actos vitales cotidianos que hacemos a diario.

La confianza es la clave de la vida. Por eso nos horrorizamos cuando alguien la traiciona y ocurre una tragedia: un conductor borracho, un asesino, un profesor pervertido o una partida de leche infantil contaminada. Son situaciones que nos remueven el alma y nos generan impotencia, traicionan lo que nos mantiene vivos.

Si los escritores no confían en que podrán vivir de su trabajo, dejarán de escribir y entonces, no habrá cultura para nadie: La escritura quedaría en manos de unos pocos autores gestionados por multinacionales o entidades políticas y eso supondría el fin de la libertad.  Preservar a los escritores independientes es garantizar la libertad de expresión.

¿De dónde vendrá la solución?

De la tecnología. De algo llamado Blockchain. No vamos a perdernos en los entresijos técnicos de cómo funciona, aunque si alguien tiene interés, puede contactar conmigo.  El Blockchain es un rastreador que acumula la información de cada movimiento que hace aquello que rastrea.

Confianza social en internet: ¿Garantías?

Confianza social en internet: ¿Garantías?

La piratería de libros o de música es solo uno de las múltiples aplicaciones que tiene esta  tecnología que ya empieza a usarse ¿cómo no? En las transacciones financieras. Igual que protege y rastrea el dinero,  Blockchain progresivamente protegerá y rastreará otras cosas. No sé en qué puesto de la lista de espera tecnologíca está la cultura, pero la buena noticia es que, antes o después,  llegará. Lo que consigue esta tecnología es marcar cada copia, cada descarga que se hace de un libro y seguirla hasta que se destruya. ¿Qué supone esto? Nosotros, lectores, compraremos un libro digital, lo leeremos, y cuando acabemos, podremos revenderlo en el mercado de segunda mano o regalarlo, como si fuera un libro en papel. Esta tecnología de rastreo detectará cada paso que dé esa copia del libro: si se vende mil veces, podremos saber en cada momento quién la ha comprado, en qué fecha y por cuanto dinero. Lo mismo ocurrirá con la música, las películas, los videojuegos o cualquier otra cosa que podamos descargar.

Veremos esta tecnología rastreando las inversiones, las acciones, los bonos, los registros públicos, los seguros, dando fe pública con más fiabilidad que un notario, incluso sustituyendo el sistema tradicional electoral de acudir a las urnas.  En un ejemplo cotidiano, si queremos comprar una casa, momento muy importante en nuestras vidas ya que nos hipotecará por treinta años, sabremos cuando se construyó, quien la compró, si hizo o no reformas, en qué consistieron, si la comunidad tiene deudas, si ha habido derramas, si hay averías repetitivas en la casa o en las zonas comunes, si ha estado alquilada o si algún vecino tiene una denuncia por ruidos. Todo esa información junta cuando encontremos una casa que nos planteemos comprar.  Lo mismo ocurrirá si estamos interesados en comprar  un coche de segunda mano, sabremos todos los propietarios que ha tenido el coche, los mantenimientos,  averías recurrentes o no, si ha tenido un accidente o si ha sido robado,  cambios de neumáticos, seguros… todo lo sucedido en la vida útil del coche. Y podremos consultarlo desde nuestra casa.

Cuando tenemos toda la información, la confianza deja de ser un acto de fe y se sostiene sobre hechos reales. Así se consigue  una sociedad mejor y más justa.

¿Cuándo la confianza tecnológica será parte de nuestra vida diaria?

Diez años dicen los expertos que tardará en extenderse a todas las cosas cotidianas de nuestra vida. Diez años para el fin de la piratería.


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      Juan Carlos Ocampo Rodríguez Sala de Lectura (Pnsl) "Veracruz 500 años" dijo

    Felicidades Ana Lena.

    Llegaste hasta el tuétano del hueso y además, «con sal y limón en la yema».

    Lamentablemente los chinos son expertos en la piratería y el plagio editorial, en confabulación como resultado de los altos precios de los libros en el mercado original de las casa editoras.

    «…De vez en cuando necesito oler el mar,…» (sic)

    Bienvenida a Veracruz, Ver., México, a un pestañeo de cumplir 500 años en que Hernán Cortés arribó y desembarcó en 1519, a las playas de Chalchihuecan, (aguas de color de jade, verde).

    Me reitero a la correspondencia de tus finas atenciones.

      María Briceño dijo

    Las profecías sobre «el fin de las cosas» suelen acabar en mitos. Después de todo, hace 20 años pronosticaban el fin del papel y el libro, la extinción de los combustibles fósiles y al menos tres Apocalipsis. Es una analogía muy categórica, pero es mi manera de decir que no creo que haya manera de acabar con la piratería. La piratería avanza y se actualiza. Si el Blockchain llegara a abarcar las descargas de cualquier tipo de material en Internet, se creará algún software que permita cortar la cadena de recolección de información y las personas puedan usar los materiales como les plazca sin ser monitoreados.

    Por otro lado, decir que la piratería asesina la cultura es exagerado. La cultura es tan amplia, polifacética, inmesurable, que forma parte de un intercambio que nos involucra a todos como sociedad, no está ligada a la explotación de la propiedad, aunque quieran convencernos a todos de que así es. Definitivamente se debe respetar y defender los derechos de propiedad, pero sin perjudicar a lo que denomina en el artículo como «más desfavorecidos», porque sí, desafortunadamente esta sociedad no es justa, ni todos tenemos el mismo acceso a la cultura, ni a la sanidad, ni siquiera a la educación, así que es lamentable que una persona no tenga cómo comprarse un libro y por ello decida recurrir a una descarga ilegal. Para mí es un problema social, no tanto de confianza, ni de buscar métodos de control y rastreo. Lo que asesina la piratería entonces, son los intereses monetarios de la explotación de los derechos sobre una obra.

    Las brechas siguen abriéndose más y más, la cultura lucha por difundirse y no quedar en el olvido, los autores tienen más plataformas para dar a conocer sus obras, pero si se cree que por rastrear sus creaciones evitarán que se pirateen… es vivir bajo las profecías del fin del mundo, es vivir incautos un mito.

      Ana Lena Rivera Muñiz dijo

    Gracias por tu opinión, encantados de tener distintos puntos de vista. Quizás de esto salga un futuro artículo: Estoy firmemente convencida de que la tecnología va a acercar la cultura a todas las personas, empezando por las bibliotecas públicas digitales, donde podremos suscribirnos y descargar un número limitado de libros cada vez, sin ninguna restricción temporal, leer y devolver. Será más fácil tener un surtido de libros mucho más completo que el actual, ya que hay cada vez más obras que solo se publican en formato electrónico y muchas obras descatalogadas en papel se están recuperando a formato digital. Estoy totalmente de acuerdo contigo: Es esencial que la cultura esté al alcance de todos, la formación es la base del progreso y de la paz, y confío en que ese va a ser el futuro no muy lejano.