Petros Márkaris regresa a la actualidad con ‘La ira de los humillados’, una novela que sacude a la sociedad griega contemporánea, poniendo el foco en fenómenos como la violencia juvenil y el acoso escolar. A través del experimentado comisario Kostas Jaritos, el autor griego explora los motivos profundos de esa rabia contenida que cala entre los jóvenes y que termina estallando en tragedias que sorprenden y conmocionan a todo un país.
Como es habitual en su obra, Márkaris utiliza la narrativa negra no solo como vehículo de intriga, sino como un espejo donde se reflejan los problemas sociales de nuestro tiempo. En esta nueva entrega, el autor ahonda en la pérdida de valores solidarios y el auge de una cultura centrada en la competencia y el dinero como objetivos principales. La trama se apoya en hechos reales y mensajes que, según sus propias palabras, le empujaron a escribir para canalizar su propio enfado y preocupación social.
Una novela inspirada en hechos reales: el drama del acoso escolar
‘La ira de los humillados’ nació a partir de una noticia que impactó profundamente a Márkaris: el suicidio de un joven incapaz de soportar el acoso de sus compañeros en el colegio. Esta trágica historia ofrece el punto de partida para un caso policial en el que Jaritos y la comisaria Antigoni Ferleki se ven envueltos en la investigación del asesinato de un profesor de matemáticas en plena revuelta estudiantil. Márkaris traslada así a la ficción un problema real y creciente en Grecia, el bullying y la escalada de violencia entre adolescentes, planteando preguntas incómodas sobre el origen de esa frustración colectiva.
A lo largo de la novela, el autor no elude la crítica social y se muestra especialmente incisivo al relacionar el deterioro educativo y la marginación de las humanidades con el surgimiento de nuevas formas de intolerancia y violencia. En palabras de Márkaris, el sistema educativo prioriza la formación en áreas económicas y técnicas, dejando de lado los valores que antes brindaban cohesión social. En este contexto, el escritor traza un paralelismo entre la falta de comunicación auténtica entre los jóvenes y el papel que juegan las redes sociales y la tecnología en su comportamiento.
Una juventud marcada por la desesperanza y el desencanto
Márkaris sostiene que la juventud actual está atrapada en un modelo donde el éxito personal se mide en términos de riqueza y posición social, y donde las alternativas a este modelo parecen haber desaparecido. El escritor lamenta la falta de movilización colectiva de los jóvenes, en contraste con generaciones anteriores, y denuncia que el poder político solo promueve ciertos mensajes que perpetúan este estado de cosas.
Según el autor, muchos adolescentes terminan por canalizar su rabia en dirección equivocada, buscando convertirse en “ganadores” a través de la brutalidad y la violencia. Márkaris también identifica el auge de los populismos y la extrema derecha como una de las consecuencias directas de esta transformación social. Países como Grecia, pero también otros como Argentina o Estados Unidos, ven cómo segmentos de la juventud depositan expectativas en líderes y soluciones milagrosas que, inevitablemente, acaban defraudando.