En el corazón de Zaragoza, la Casa de los Morlanes se convierte este verano en el escenario para una muestra singular: “365º” de Eugenio Recuenco. Hasta el 17 de agosto, los visitantes podrán adentrarse en el universo creativo del reconocido fotógrafo madrileño, conocido por su innovadora visión de la imagen y la narrativa visual.
La exposición reúne una selección de 136 fotografías que forman parte de un proyecto más amplio de 365 imágenes, tantas como días tiene un año. Lejos de ser un simple recorrido cronológico, la muestra abarca todo tipo de escenas y mensajes, dialogando sobre la historia, la cultura y la experiencia cotidiana a través de un lenguaje artístico muy personal.
Una mirada a lo cotidiano y lo histórico
Recuenco propone en cada fotografía una escena autosuficiente y cargada de significado, un pequeño fragmento de realidad detenido en el tiempo. Estas instantáneas, ambientadas en un habitáculo reducido que remite a los dioramas, presentan desde reconocibles escenas históricas y homenajes a la cultura popular hasta pequeñas historias autobiográficas. La colección invita a reflexionar sobre la belleza, el absurdo y la ironía de las acciones humanas diarias.
Uno de los aspectos característicos de la muestra es su triple nivel de lectura. En un primer plano, la estética cuidada y fantasiosa llama la atención del espectador; un segundo nivel invita a descubrir detalles, símbolos y guiños recurrentes, como el calendario que aparece oculto en cada imagen; y finalmente, en un tercer plano, se desvela la intención del autor, ya sea crítica, humorística o intimista.
Todas las escenas han sido construidas sin retoque digital. Recuenco y su equipo —compuesto por 120 modelos y 300 colaboradores técnicos— han invertido más de ocho años en desarrollar el proyecto. El resultado es una colección que, pese a su complejidad, conserva un halo de artesanía y autenticidad pocas veces visto en el ámbito de la fotografía actual.
Una producción internacional y reconocida
“365º” no es una exposición que haya pasado inadvertida. Desde su estreno en 2018 en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, ha visitado importantes ciudades como Berlín, Shanghái, Taipéi y Estambul, consolidando a Recuenco como una referencia internacional en la fotografía escenificada.
La puesta en escena en Zaragoza incluye por primera vez escenografías y objetos originales empleados en la realización de las fotografías —desde robots de gran tamaño hasta elementos de utilería—, lo que ofrece al público una experiencia más inmersiva y didáctica sobre el proceso creativo del artista. Los visitantes pueden ver también un vídeo “making of” que documenta la meticulosa preparación y rodaje de cada imagen.
El acto inaugural contó con la asistencia de Natalia Chueca, alcaldesa de Zaragoza; Sara Fernández, consejera de Cultura, Educación y Turismo; además del propio Eugenio Recuenco y la comisaria Paz Otero. Durante la presentación, el compromiso de la ciudad con la cultura contemporánea fue subrayado, señalando la importancia de acoger propuestas artísticas internacionales.
Eugenio Recuenco: trayectoria y referentes
Madrileño de nacimiento, Recuenco inició su andadura en el arte a través de la pintura de gran formato antes de decantarse por la fotografía. Su talento ha sido reconocido en revistas de prestigio internacional como Vogue, Vanity Fair y Madame Figaro, así como en campañas de grandes marcas como Nina Ricci, Yves Saint Laurent y Sony.
A lo largo de su carrera, ha recibido galardones destacados como el León de Oro en Cannes, el Sol de Bronce en el Festival Iberoamericano de la Comunicación Publicitaria Sol y el Premio Nacional de Fotografía ABC. Además, fue responsable del icónico calendario Lavazza en 2007 y su cortometraje “Esencia de una Seducción” cosechó premios en España y México.
La exposición “365º” es el trabajo más personal de Recuenco hasta el momento, consolidando su papel como pionero en el desarrollo de la fotografía conceptual y escenificada en España. El propio artista señala que esta colección no pretende cambiar el mundo, sino ofrecer una mirada sincera y, en ocasiones, lúdica sobre la realidad cotidiana.
Quienes visiten la Casa de los Morlanes podrán recorrer una experiencia visual única que combina artesanía, creatividad y reflexión sobre lo humano a través de la fotografía, enriquecida por elementos escenográficos originales y materiales audiovisuales que desvelan los secretos del proceso creativo.