La leyenda del Rey Arturo vuelve a situarse en el centro de la narrativa contemporánea gracias a una novela que ha logrado capturar tanto el espíritu de los clásicos como la sensibilidad del presente. En La espada fulgurante, escrita por Lev Grossman, encontramos un enfoque completamente renovado del mito: la historia arranca justo después de la muerte de Arturo en la famosa Batalla de Camlann, obligando a los pocos caballeros que sobreviven a replantearse su lugar en un Camelot sumido en el caos.
La nueva obra no solo homenajea el pasado, sino que aporta una perspectiva moderna y profundamente humana. Se trata de un relato donde la reconstrucción de un mundo roto recae en manos de personajes que, lejos de ser los héroes tradicionales, muestran todas sus debilidades y contradicciones. De este modo, se ofrece al lector una reinterpretación del mito artúrico que actualiza la leyenda para el público de hoy, mostrando temas actuales como la diversidad, la salud mental o la identidad de género.
Un mito revisitado tras la muerte del Rey Arturo
La acción se inicia con Collum, un joven caballero que llega a Camelot dispuesto a conseguir un sitio en la Mesa Redonda, solo para descubrir que ha llegado demasiado tarde: Arturo ha muerto, Merlín ha sido traicionado por su aprendiz Nimue, y los grandes nombres de la leyenda, como Lanzarote o Gawain, han desaparecido. En su lugar, se encuentra con un grupo de caballeros insólitos y excéntricos, como Sir Palomides (el caballero sarraceno) y Sir Dagonet, el bufón de la corte convertido en caballero casi de casualidad.
La misión principal de estos personajes es aspirar a reconstruir un Camelot devastado. Tendrán que reclamar la legendaria Excalibur y averiguar el misterio tras la caída del mítico rey, mientras en Britania resurgen las hadas y los antiguos dioses bajo el liderazgo de Morgana. Esta travesía, más allá de la mera búsqueda de un nuevo monarca, se convierte también en una invitación a reconsiderar la armonía y la identidad de un mundo sumido en la incertidumbre tras el fin de la era de la magia y el auge del cristianismo.
Narrativa épica con sensibilidad contemporánea
Lev Grossman se desmarca con una prosa elegante y a la vez cercana. Su estilo poético, sin llegar a la saturación de detalles, logra transmitir una atmósfera casi mítica, mezclando melancolía y humor. Los toques de modernidad son una constante: la novela juega abiertamente con temas sociales actuales como la inmigración, la identidad sexual y la diversidad, dando voz y protagonismo a caballeros homosexuales, transgénero o extranjeros, y reflejando una Camelot mucho más plural de lo habitual en el género.
Lejos de ceñirse a una estructura lineal, La espada fulgurante abunda en historias secundarias y múltiples perspectivas, profundizando en personajes imperfectos y mostrando cómo intentan recomponer un país roto a pesar de sus propias grietas. El resultado es un mosaico de relatos entrelazados que mantiene el interés del lector a lo largo de más de ochocientas páginas.
El libro, traducido por Julio Hermoso Oliveras y publicado por Destino, ya ha cosechado un éxito notable fuera de España, donde ha sido elogiado tanto por la crítica como por grandes referentes de la literatura fantástica. Autores de la talla de George R. R. Martin han recomendado encarecidamente la novela, y la prensa estadounidense (The Wall Street Journal o The New York Times) la ha calificado de «épica, extraordinaria y llena de aventura».
Su narrativa vibrante recoge la esencia de las leyendas de Camelot y la combina con temas actuales, creando una obra que resulta atractiva tanto para los amantes del mito artúrico como para quienes buscan historias que reflejen los dilemas y preocupaciones del siglo XXI.