Con su nueva novela La Capitana, Susana Martín Gijón abre una puerta a la Granada convulsa del Siglo de Oro para firmar una historia que cruza crimen e historia con pulso de thriller. La obra, publicada por Alfaguara, llega con una recepción entusiasta entre sus lectores de novela negra y entre quienes disfrutan de la ficción histórica que pone el foco en mujeres que resisten.
La escritora sevillana ha presentado el título en la Feria del Libro de Sevilla y lo acerca también al público de Córdoba: a las 12:00, presentación con Azahara Palomeque, y a las 13:00, firma de ejemplares en la caseta de firmas. La puesta de largo se acompasa con una agenda de encuentros donde la autora desgrana claves de su proceso y las fuentes documentales que sostienen la trama.
Una Granada inquieta como telón de fondo
La novela se instala en una Granada herida por las secuelas de las Guerras de las Alpujarras y las deportaciones de moriscos, un tiempo en el que la ciudad busca su lugar y la Iglesia refuerza su papel. En ese paisaje social, Martín Gijón arma un relato que se nutre de inquietud, sospecha y tensiones latentes.
El arranque es contundente: en un convento de carmelitas aparece el cadáver de un hombre sin explicación aparente. A partir de ese hallazgo, la trama se abre a la vida de diez monjas con carácter, secretos y voces propias, que se convierten en motores de un suspense con ritmo de noir y mirada contemporánea.
Los conventos funcionan como refugio intelectual de las mujeres de la época, un espacio donde florecen pensamiento, arte y debate, mientras fuera de los muros se estrechan las libertades. Ese contraste entre clausura y mundo exterior vertebra la tensión moral y social que recorre el libro.
Voces reales que regresan
Entre los personajes que atraviesan la novela destaca Sor Ana de Jesús, discípula de Santa Teresa, apodada en su tiempo «la capitana» por su liderazgo y su empuje reformista. Su figura, con fundaciones en Granada, Madrid y ciudades europeas, sirve de eje para rescatar memorias femeninas relegadas por siglos.
También asoma Fray Juan de la Cruz, poeta místico cuya presencia dialoga con la trama criminal y con la atmósfera espiritual de la ciudad. Ambos aportan densidad histórica a un relato que no se limita al decorado, sino que incorpora voces reales para interrogar al presente.
La autora reivindica igualmente a Juan Latino, nacido en Baena y considerado el primer catedrático negro de Europa, figura cuya relevancia ha quedado a menudo en segundo plano por sesgos de clase y raza. Su mención en la novela contribuye a ampliar el mapa de personajes invisibilizados.
La mirada y el oficio de Martín Gijón
Martín Gijón refuerza su sello propio: una mezcla de novela negra e histórica en la que prima la verosimilitud, el ritmo y un lenguaje que acerca la época al lector actual. La autora insiste en que lleva la documentación al extremo para que la historia respire verdad sin sacrificar agilidad.
Además de recrear un tiempo convulso, la obra propone paralelismos con hoy: derechos que se dan por sentados, memoria frágil y tensiones sociales que, pese a los siglos, parecen repetirse. La autora formula estas resonancias sin subrayados, integrándolas en el pulso del misterio.
Conocida como una de las voces destacadas del noir español, la creadora de Camino Vargas y Annika Kaunda no abandona su instinto criminal: en su universo narrativo siempre hay víctimas, culpables y ambigüedades, y no le tiembla el pulso al construir giros contundentes cuando la historia lo pide.
Presentaciones y encuentros con lectores
En Sevilla, la autora presentó «La Capitana» en el espacio Fundación Unicaja de la feria, en una conversación conducida por Silvia Hidalgo. Entre bromas sobre la voz castigada por la promoción, Martín Gijón compartió claves del libro y del contexto granadino que sustenta la intriga.
En la Feria del Libro de Córdoba, la cita sitúa a la escritora frente a lectores a las 12:00 con la presentación a cargo de Azahara Palomeque, y a las 13:00 para firmas. El encuentro se enmarca en una edición que convierte el Bulevar de Gran Capitán en una gran fiesta de los libros, con la autora como uno de los reclamos de la jornada.
El eco del lanzamiento se extiende más allá de Andalucía: espacios informativos regionales han dado cabida a la obra, multiplicando el interés por una propuesta que combina misterio y memoria con vocación de llegar a nuevos públicos.
Granada, trabajo y residencia
La relación de Martín Gijón con la ciudad no acaba en la ficción: meses antes de la salida del libro, la autora inició una residencia en Granada, lo que le permitió profundizar en su patrimonio, en sus archivos y en su respiración cultural, afinando así el carácter de escenarios y personajes.
Fiel a su mirada del sur, la escritora se mueve entre Sevilla, Granada y Córdoba con naturalidad, y no descarta volver a estas geografías literarias en el futuro. El vínculo con acentos, calles y usos locales es parte de su manera de contar y documentar.
Una obra que nace del cruce entre rigor y narración poderosa, que rescata figuras femeninas y que arranca con un enigma irresistible en claustro. Con La Capitana, Susana Martín Gijón consolida una vía propia en la que la historia late al ritmo de la intriga, y los lectores encuentran un espejo que interpela tanto al pasado como a nuestro presente.