Pongamos 8 o 9 días. Es lo que he tardado en leerme los tres únicos títulos traducidos y publicados de esta serie del escritor irlandés Ken Bruen sobre su detective y antihéroe Jack Taylor. El enganche, igual que Taylor al alcohol, el tabaco, la coca y lo que se le ponga por delante, ha sido fulminante.
Por suerte, la falta de más «priva» literaria suya se compensa con la excelente adaptación a televisión que protagoniza Iain Glen, ese actor escocés que ya nació elegante y derrocha estilo haga lo que haga y con la pinta que sea. Así que acabo el mes dedicándoles este artículo.
Ken Bruen
Bruen nació en Galway en 1951, y esa ciudad es uno más de sus personajes en sus novelas. Ejerció como profesor de inglés en varios lugares del mundo como África, Japón, el Sudeste asiático o Sudamérica antes de comenzar a publicar libros a principios de los años 90. Ha escrito más de veinte novelas entre las que destacan esta serie de Jack Taylor o la llamada de R & B, protagonizada por los policías Roberts y Brant, entre otras.
Sus obras destacan por ser novelas cortas (apenas 250 páginas), de capítulos también cortos y frases aún más cortas, incisivas y cargadas de ironía. En el caso de la serie de Jack Taylor, esa ironía es mucho más ácida al ser narrada en primera persona por el protagonista. También destacan sus constantes referencias musicales y citas literarias. Y sin duda por un humor corrosivo y un lenguaje áspero en unos diálogos brillantes y que abundan casi más que la narración.
Jack Taylor
Es casi imposible que le echen a uno de la Garda Síochána (policía nacional irlandesa). Hay que esforzarse de veras para lograrlo. A menos que te conviertas en una deshonra pública, casi todo lo demás te lo consienten. Yo había llegado al límite. Una multitud de
Avisos
Amonestaciones
Últimas oportunidades
Indultos.
Y aun así no conseguía mejorar. O mejor dicho, no lograba dejar de beber. No me interpreten mal. Los policías irlandeses y la bebida mantienen una antigua y casi amorosa relación. Un policía abstemio es objeto de sospecha incluso, cuando no de total y absoluto escarnio, dentro y fuera del cuerpo.
Me hizo empezar por Dickens. Poco a poco me introdujo en los clásicos como quien no quiere la cosa. Siempre de forma discreta, haciéndome creer que la elección era mía. Más tarde, cuando los tornados de la adolescencia lo pusieron todo patas arriba, me presentó la novela policiaca. Me hizo seguir leyendo. También ponía aparte una serie de libros y luego me daba un paquete con poesía filosofía y el anzuelo: novelas policiacas americanas. Para entonces me había convertido en un bibliófilo en el verdadero sentido de la palabra. No solamente me encantaba leer, es que además me gustaban los libros como tales. Había aprendido a apreciar el olor, la encuadernación, la impresión, el tacto físico de los volúmenes.
(De Maderos).
Me sentí viejo. Cercano a los cincuenta, cada mal año vivido se había quedado grabado en mi cara. La resaca me echaba encima otros cinco duros años. Jeff preguntó:
—¿Café?
—¿El Papa reza el rosario?
—¿Eso quiere decir que sí?
(De La matanza de los gitanos).
—Jack, pensamos que habías dejado de leer —dijo [Jeff].
—Jamás.
(De El dramaturgo).
Títulos de la serie
- Maderos (The Guards, 2001)
- La matanza de los gitanos (The Killing of the Tinkers, 2002): Después de pasar un año en Londres, Jack regresa a Galway, con una nueva adicción a la cocaína. Nada más volver se encuentra con un nuevo caso. Alguien está asesinando a jóvenes nómadas cuyos cuerpos aparecen tirados en el centro de la ciudad. El jefe de un clan gitano le encarga la investigación. Y Jack Taylor, pese a sus adicciones, mantiene su capacidad para saber dónde mirar y qué preguntas hacer. Con la ayuda de un policía inglés tratará de resolver el caso.
- The Magdalen Martyrs (2003)
- El dramaturgo (The Dramatist, 2004): Apare Jack está limpio, sale con una mujer madura e incluso reconoce que ha vuelto a ir a misa. Pero entonces las muertes de dos estudiantes cuyos cadáveres aparecen con una copia de un libro del escritor John Millington Synge dejan de parecer accidentales. Jack comienza a creer que hay un asesino llamado El Dramaturgo que seguirá actuando. Pero serán otras circunstancias más personales las que lo ponga al borde del abismo en un final que golpea sin piedad.
- Priest (2006)
- Cross (2007)
- Sanctuary (2008)
- The Devil (2010)
- Headstone (2011)
- Purgatory (2013)
- Green Hell (2015)
- The Emerald Lie (2016)
- The Ghosts of Galway (2017)
Jack Taylor en televisión
La serie de televisión (se puede ver en Netflix) consta de 9 capítulos de hora y media de duración. Está basada en los libros y divide tramas que por ejemplo son dos en una novela. También añade personajes que no están o quita a otros, pero básicamente refleja las novelas con fidelidad a su esencia. Y sobre todo destaca la interpretación de Iain Glen.
Derrochando el estilo, la clase y la presencia que lo caracterizan aunque aparezca hecho un despojo, este actor escocés, tan conocido ahora por Juego de tronos, se marca un trabajo de primera dándole su físico más machacado y carácter más sombrío a Taylor. No hace falta decir que es más que recomendable, se sepa inglés o no, verla en versión original.
Una pena que, como suele ocurrir en las adaptaciones a cine o televisión, haya un momento en que los guionistas empiecen a cogérsela con papel de fumar y quieran «suavizar» la dureza de las novelas o ese carácter de sus protagonistas. Taylor es lo peor en los libros y ese afán de redimirlo o ensalzar sus pocas virtudes termina desvirtuando al personaje o, por lo menos, no convenciendo a los lectores que han leído todas las novelas.
No obstante, la ambientación tan buena en Galway, las tramas y las interpretaciones del reparto liderado por el magnífico Iain Glen hacen que la serie valga la pena para todo buen aficionado al género.
volvieron a subirla a netflix, y la disfruto mucho. Acuerdo absolutamente con todo tu comentario. Excelente actor y serie.