Cómo escribir una novela: la creación del guión o escaleta

Cuando comenzamos a escribir una novela, no partimos de cero. Por pequeña que sea tenemos una idea de los hechos que van a tener lugar, de los personajes que tomarán parte en ella y de algunas escenas sueltas que hemos imaginado.

Para muchos eso es suficiente para enfrentarse al folio en blanco y empezar la redacción, pero la mayor parte de manuales sobre creación narrativa recomiendan la elaboración de un guión o escaleta que nos permita planificar más o menos lo que vamos a contar y que potenciará como veremos, algunos aspectos de la novela tales como la verosimilitud y las causalidades de la misma.

En este post daremos algunas ideas acerca del modo de elaborar dicha escaleta y comentaremos algunas de sus ventajas.

Como dijimos al principio, el germen será esa idea inicial que tenemos, que puede ser espontánea o llevar mucho tiempo rondando nuestra cabeza, pero casi con toda seguridad necesitamos ampliarla para la creación de la escaleta. Un buen procedimiento para ello es la tormenta de ideas. Se trata de coger un papel y un bolígrafo y anotar todo aquello que se nos ocurra, hechos, escenas que van a tener lugar, causas y consecuencias de cada hecho, motivaciones de los personajes, etc..

Una vez que tenemos todo eso, ya podemos empezar a elaborar el guión que consistirá en detallar por escrito lo que sucede en cada parte, capítulo o escena (según lo meticulosos que seamos) con la finalidad de tener una guía que nos permita centrarnos en la parte formal a la hora de la redacción en lugar de tener que seguir teniendo que preocuparnos por crear el contenido. Lo detallado de la propia escaleta queda al gusto de cada uno, pero por norma general, cuanta más información contenga, mejor, ya que luego seremos libres de usar esas ideas o de descartarlas. No nos ata, pero sí nos puede servir de ayuda en momentos de bloqueo.

Por supuesto, la escaleta no es sagrada, es decir, no todos los escritores la usan, y no todo lo que ésta contenga tiene que aparecer de manera obligatoria en la versión final de la obra: se pueden modificar, añadir o eliminar elementos a medida que avanzamos en la redacción de la novela.
Así pues, las principales ventajas de trabajar con guión o escaleta son las siguientes:

• Nos permite centrarnos en la parte formal de la novela durante la redacción de la misma, con lo que el aspecto lingüístico se verá reforzado. 
• Es un buen aliado contra lo bloqueos.
• Nos permite no olvidar ninguna idea y al liberar a la mente de tener que recordar todo lo que ya tiene pensado que ocurra es muy posible que surjan nuevas ideas.
• El hecho de tener ese esqueleto de la novela, de manera previa a la redacción de la misma, nos permite apreciar de manera rápida y visual algunos aspectos básicos de la misma como por ejemplo las causalidades. De este modo es más sencillo enriquecer aquellos puntos en los que podríamos flaquear. Siempre será menos costoso que tener que enriquecer algún aspecto de la novela con ella ya redactada.
• Finalmente, es posible que nos sea de utilidad de cara al orden en que presentamos los hechos. Al verlos plasmados de manera escueta puede sernos más sencillo imaginar diversas presentaciones de los mismos u otro tipo de orden que favorezca la tensión o la intriga.