Aunque de todos es sabido que la primera la primera biblioteca que se creó fue en Alejandría en el siglo III a.C., ¿sabías que fue una mujer la que construyó la primera biblioteca del mundo casi mil años después? Sí, fue una mujer musulmana, concretamente, Fátima Al-Fihri, quien utilizó toda su parte de la herencia de su padre (era un comerciante muy rico e importante en la zona) para crear todo un centro de conocimiento que albergase una biblioteca, una universidad y una mezquita, y todo en un mismo lugar.
Ocurrió en el año 854 d.C y actualmente ha sido restaurada por la arquitecta Aziza Chaouni. Según la propia arquitecta, Fátima Al-Fihri rompió por entonces con el típico cliché machista y anticuado: ¿Cómo una mujer del siglo IX hereda esa gran cantidad de dinero, lo dona y además pasa gran parte de su vida supervisando la construcción de ese centro de conocimientos?
Fátima Al-Fihri, cuando planeó esta inmensa y cultural construcción no tenía en mente que dicho complejo fuese importante únicamente para Marruecos, sino que supusiera un gran avance para todo Oriente Medio.
La arquitecta Aziza Chaouni, con doble nacionalidad marroquí-canadiense, empezó a restaurar esta biblioteca en 2012, a la cuál le une bastantes cosas: su bisabuelo estudiaba en esa biblioteca, ella creció en ese pueblo hasta los 18 años, pero nunca pudo entrar en ella porque no estaba abierta al público.
Dicha biblioteca conserva hoy más de 4000 libros, teniendo la mayoría de ellos 1200 años. Una de las «anécdotas» del proyecto de restauración, es que la arquitectura tuvo que lidiar con muchos comentarios sexistas porque no se entendía como no habían elegido un arquitecto marroquí en vez de una mujer para esa labor. Según ella, lo más gratificante es que los habitantes de Fez puedan acudir a la biblioteca a estudiar, entre los que se encuentra su propio hijo.