Seguro que alguna que otra vez te has topado con frases filosóficas que te han hecho pensar. O quizá no has terminado de entender al 100%. Estas se caracterizan por haber sido dichas por filósofos de la talla de Aristóteles, Descartes, Nietzsche, Sócrates, Platón… Pero, ¿realmente sabes qué son, qué las caracteriza y por qué son importantes?
A continuación te hablamos de ellas y te dejaremos algunos ejemplos para que entiendas a lo que se refieren estas. ¿Empezamos?
Qué son las frases filosóficas
Lo primero que debes saber es que las frases filosóficas son en realidad pensamientos o frases que han dicho algunos filósofos o escritores y que hacen que el lector o el oyente reflexione acerca de ese tema. De esta forma se puede profundizar más en el autoconocimiento profundo de una persona y cuestionar los valores, creencias, incluso mitos, y desmontarlos (o dar otra perspectiva).
Dicho de otro modo, tienes una serie de declaraciones hechas por famosos o no, en el que la idea principal se caracteriza por ser profunda y reflexiva. Los temas que trata pueden ser la vida, la existencia, la moral, el conocimiento… A menudo, son frases que se sacan de ensayos o documentos que son mucho más extensos, pero se hacen famosos en esa frase o párrafo concreto.
Características de las frases filosóficas
Con la definición anterior te quedará mucho más claro a qué nos estamos refiriendo. Pero quizá lo que no sepas es que estas frases tienen una serie de características comunes. Las más habituales son:
- Profundidad del pensamiento. En el sentido de que buscan que aquel que las lea o escuche entienda que hay algo más profundo y complejo en esas palabras que debe analizar. Su objetivo es desarrollar y estimular el pensamiento crítico, el autoconocimiento…
- Brevedad. A pesar de que la extensión de las frases filosóficas no tiene un mínimo ni un máximo, la mayoría podríamos decir que son muy breves, midiendo las palabras exactas para conseguir un impacto en la persona.
- Universales. Relacionando esto con los temas que trata, ya que son universales: la moral, la verdad, el conocimiento, la libertad, la vida…
- Ambigüedad. Relacionado con la profundidad del pensamiento, este tipo de frases se prestan a tener múltiples interpretaciones. Dependiendo del análisis que lleves a cabo, puedes pensar de una forma o de otra.
Por qué son importantes
Ahora que tienes un mejor conocimiento sobre las frases filosóficas, ¿te preguntas por qué son importantes? En realidad, no es simplemente para poner una frase bonita en una carpeta, en un artículo o en un libro. Tienen una utilidad porque ayudan a que te pares y pienses mejor las cosas, para hacer una autoreflexión acerca de si tu estilo de vida, tus pensamientos, lo que crees o lo que no realmente es así o te estás equivocando. Y esto ayuda a conseguir una mejor vida, porque serás más maduro, estarás más feliz y habrás aprendido una lección.
Por supuesto, para conseguir todo esto es muy importante entender esas frases filosóficas. Y es que muchos simplemente las leen y les parecen bonitas o no, pero no ahondan más allá, que es justamente lo que hay que hacer.
Ejemplos de frases filosóficas y su reflexión
A continuación vamos a darte algunas de las frases filosóficas más famosas, que seguro has escuchado alguna vez. Pero lo que quizá no has hecho nunca es entenderlas. Verás:
«Pienso, luego existo». – René Descartes
Esta frase es bastante conocida y ha salido en periódicos, artículos, revistas, anuncios, televisión… Pero lo quizá no sepas es que Descartes buscaba con ella una reflexión sobre el conocimiento. Para él, al dudar de todo, incluso de su existencia, se dio cuenta que había solo una cosa cierta: que estaba pensando. Y si estaba pensando, automáticamente quería decir que existía, ya que era una prueba de la misma.
«Dios ha muerto». – Friedrich Nietzsche
Esta frase no fue dictada como una provocación. Pero lo cierto es que, cuando la lees, sí que puede ser entendida como tal e incluso criticada injustamente. Y es que el autor se centraba en el tema de la pérdida de la fe, en el sentido de que ya no era como antes, sino que el avance de la era moderna había cambiado la manera en la que los creyentes creían en esa figura.
Por eso, para Nietzsche el objetivo era que se reflexionara acerca de cómo eran las creencias actuales, los valores y que se dieran cuenta que la forma de creer había evolucionado, quizá de forma positiva o negativa.
«Sólo sé que no sé nada». – Sócrates
Otra de las frases más habituales y que quizá has escuchado en alguna ocasión (o leído) pertenece a Sócrates. El tema central de esta es también el conocimiento, pero lo mezcla con la humildad y la curiosidad. Verás, la frase en sí da pie a querer aprender muchas cosas partiendo de nuestra ignorancia. Y es que nadie nace sabiendo, sino que va aprendiendo conforme se forma, su experiencia, sus valores, creencias… Y aun así, nunca se aprende del todo porque hay evolución, hay cambios, de ahí que una persona no pueda considerarse como la más inteligente o la mejor porque siempre habrá algo que no sepa.
Cómo crear tus propias frases filosóficas
Para finalizar, ¿qué tal si te ayudamos a crear una frase filosófica? Si bien puede parecer difícil al principio, con un poco de práctica y siguiendo unos pasos, no deberías tener mucho problema.
Estos pasos son los siguientes:
- Identifica el tema central. Toda frase filosófica tiene un único tema central: la vida, la moral, el conocimiento, la libertad, la amistad… Cualquiera te puede valer, pero siempre uno que implique reflexionar.
- Reflexiona. Aquí es donde tienes que pasar tiempo pensando en ese tema. Tienes que conocer las diferentes perspectivas, la complejidad del tema, los matices, todo lo relacionado con ese tema concreto en el que te quieres centrar.
- Simplifica. El paso de la reflexión te va a llevar bastante, pero también el de la simplificación porque tendrás que condensar todas tus reflexiones en una única idea que se entienda y al mismo tiempo que haga pensar a quien la lea o escuche.
- Escoge las palabras adecuadas. Para formular la frase, no basta con decir lo primero que creas y ya está. Es necesario que escojas las palabras más adecuadas que transmitan de verdad lo que quieres decir.
- Revisa y reformula. Por último, tendrás que ver si las palabras escogidas son realmente las adecuadas, si hay innecesarias, si la frase es clara… Y es posible que la reformules varias veces.
¿Te animas ahora a crear tus propias frases filosóficas?