Figuras retóricas

Figuras retóricas

¿Has oído hablar alguna vez de las figuras retóricas? Son muy habituales en la poesía y de hecho a menudo se utilizan sin darnos cuenta, aportando a los textos una belleza diferente, más allá de la propia imagen o sentimiento que ofrece. De hecho, no son solo una herramienta para la poesía, también se pueden utilizar en otros géneros literarios.

Pero, ¿qué son las figuras retóricas? ¿Y cuántas hay? Todo esto, y algunos ejemplos para que te quede claro, es lo que hoy vamos a comentar contigo para que no tengas duda ni de su concepto ni cómo encontrarlas en los distintos textos literarios.

Qué son las figuras retóricas

Las figuras retóricas, también llamadas figuras literarias, no son otra cosa que herramientas o formas de emplear las palabras. Se les llama así porque esas figuras lo que hacen es que las palabras adquieran belleza, expresividad, vida… en otras palabras, se busca que las palabras emocionen, sorprendan, asusten… al lector o al oyente que las escuche.

Normalmente, se necesita más de una palabra para conseguirlo, ya que es la creación de frases, o de una combinación de palabras la que consigue tal efecto.

Además, algo que no muchos reconocen es que, si bien las figuras retóricas se relacionan estrechamente con la poesía, la realidad es otra. También estas pueden estar presentes en otros géneros, como puede ser el drama, el ensayo o incluso la narrativa. Es más, hasta en el lenguaje coloquial se pueden encontrar representaciones de las figuras literarias, con expresiones o giros.

Pero, ¿cuáles son estas figuras? Te hablamos de ellas a continuación.

Qué son las figuras retóricas

Tipos de figuras retóricas (y ejemplos de ellas)

En la actualidad, existen más de 250 figuras retóricas diferentes, muchas de ellas hoy día casi desconocidas para aquellos que no son «eruditos» de la literatura. Por eso, hablarte de todos ellos es muy complicado, ya que tenderíamos a aburrirte. Pero sí que podemos comentar algunas de las figuras más utilizadas y habituales en la literatura, ya sea la poética o la narrativa. Y son estas:

Metáfora

La metáfora se puede entender como una semejanza que se hace entre dos imágenes, conceptos, ideas, etc.

Por ejemplo:

«Sus ojos son la oscuridad». En este caso, indica que el color de ojos es negro, pero realmente no ha utilizado esa palabra sino otra que poéticamente (o sonora) dice lo mismo pero aporta belleza al texto.

Tipos de figuras retóricas (y ejemplos de ellas)

Símil o comparación

Es parecida a la anterior, pero en realidad diferente. Se refiere a hacer una relación de dos elementos y a decir en qué se pueden comparar.

Por ejemplo:

«Es fría como el hielo».

«Se echó sobre él como un águila sobre su presa».

En ambos casos, lo que se hace es comparar una acción, o una forma de ser, con otra cosa que claramente nos da un ejemplo de lo que ocurre. Esta figura retórica permite que la persona evoque esa comparación y, de esa manera, experimente esos «sentimientos» al dar un ejemplo de cómo debe sentirse.

Figuras retóricas: Personificación

La personificación es una de las figuras retóricas más utilizadas. Y se hace porque se dota de personalidad a un concepto o a un objetivo. Por ejemplo:

«El coche se quejaba».

«La alarma gritó».

«El viento amable».

Realmente nada de lo que hemos dicho puede hacer eso, pero sí que es habitual verlo en los textos, sobre todo en la narrativa (en la fantasía, por ejemplo, o en la ficción).

Figuras retóricas: Hiperbatón

El hiperbatón es en realidad una figura retórica que altera el orden de las palabras. Esto es algo habitual en las poesías, ya que de esa manera es más fácil construir una rima o incluso la métrica. Pero no tenemos que irnos a esto para dar un ejemplo. De hecho, hay un cierto personaje de Star Wars, Yoda, que cambia el orden de las palabras, y que, sin darnos cuenta, nos muestra lo que es un hiperbatón.

Ejemplos de esta figura son los siguientes:

«Si mal no recuerdo…». En lugar de «Si no recuerdo mal…».

«Miedo me da que vuelva». En lugar de «Me da miedo que vuelva».

Tipos de figuras retóricas (y ejemplos de ellas)

Figuras retóricas: Onomatopeya

La onomatopeya en las figuras retóricas se refiere a la representación escrita de un sonido. Por ejemplo, cuando ladra un perro, que se pone «Guau», o cuando se le da «click» a un botón. Son formas de hacer que la persona entienda y además experimente ese mismo sonido en su mente, y es un recurso muy usado, sobre todo en la narrativa.

Ironía

La ironía es algo que tenemos muy presente, no solo en los textos literarios, sino también en el día a día, a través de nuestras conversaciones. Se trata de frases que quieren poner en evidencia a la otra persona, pero sin insultarla, sino que usando las palabras habituales, se deja caer sobre ella un velo de enfado.

Por ejemplo:

«Estuve disfrutando de la tarde mientras esperaba a que me llamaras». En este caso busca centrar la atención en la tarde que se pasó esperando una llamada que nunca llegó y que, indirectamente, hizo que fuera aburrida.

Figuras retóricas: Hipérbole

Esta figura se refiere a una exageración o disminución exagerada de algo. Por ejemplo:

«Le he pedido perdón mil veces». Cuando en realidad puede que no sea ese el número exacto que lo ha hecho.

«Hasta el infinitivo y más allá». Es una expresión que suele usarse en el romance (si bien la primera referencia de ella puede venirte por la película «Toy Story») pero realmente ir más allá del infinito es imposible.

Figuras retóricas: Anáfora

La anáfora es en realidad una repetición de ciertas palabras para dar mayor énfasis a la frase o al párrafo en el que está escrito.

Por ejemplo:

«Él lo sabe todo. Él lo hace todo bien. Él, siempre él».

Aliteración

Se refiere a una repetición, no ya de las palabras, como en el anterior caso, sino de un sonido o varios similares. En este caso, es como si usaras palabras que llevaran las mismas sílabas. Por ejemplo:

«Infame turba de nocturnas aves». Como ves, aquí se repite tur, en turba y en nocturnas, y a la hora de leerse, se dota al texto de belleza y expresividad.

Figuras retóricas: Oxímoron

Esta figura, poco conocida pero sí muy utilizada, es en realidad una forma de generar una contradicción o una incoherencia en una frase.

Por ejemplo:

«Menos es más».

«Silencio ensordecedor».

«Griterío silencioso».

Para finalizar, te dejamos el listado de todas las figuras retóricas que existen en la lengua española.


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