Lope de Vega, «El fénix de los ingenios».
Escuchar decir de boca de los grandes escritores de antaño que Felix Lope de Vega era «el fénix de los ingenios», deja a más de uno pensativo. Este madrileño nacido en 1562 se ganó ese apodo por su capacidad de producción literaria. No había terminado de hacer una obra, cuando ya tenía la temática de otras cinco en mente, igual de virtuosas, igual de profundas, igual de ocurrentes.
Lope de Vega supo codearse entre los mejores escritores de la época, siendo él una de las luminarias más importantes del Siglo de Oro español. Su arte letrado paseó por la dramaturgia con la misma fluidez que por la poesía, a decir verdad, no hubo género literario que le fuese difícil de asumir; el escritor sabía bien lo que hacía y cómo lo hacía. No en vano comió de su oficio, son aclamados sus sonetos y cientos hablan hoy de su gracia.
Y a todas luces, ¿a quien se debe el apodo de «El fénix de los ingenios»?
La historia humana suele estar copada de causalidades enormes. Una de estas fue la de hacer coincidir en vida a dos de los más importantes escritores de lengua española en el mismo espacio y tiempo. Resulta que Miguel de Cervantes y Saavedra no solo vivió en el mismo país que Lope de Vega, sino que también eran vecinos del mismo barrio, y ambos, en un principio, se tenían una amplia admiración por sus trabajos.
Fue Cervantes, muy asombrado por la capacidad literaria e inventiva de Lope, quien le puso «monstruo de la naturaleza» y «fénix de lo ingenios». Los años pasaron y así quedó el aclamado Lope de Vega, el dramaturgo, el hombre de la comedia, el asiduo seguidor y admirador de la obra de Vicente Espinel, un mortal inmortalizado por su genial pluma.
Del amor al odio entre Lope de Vega y Cervantes
La vida tiende a dar muchas vueltas, quien hoy te alaba, mañana, quizá, busque destruirte, no es distinto entre los grandes. Lo cierto es que luego de convivir en cuanta tertulia hubo y alabarse mutuamente sus obras, Lope de Vega y Cervantes resultaron confrontados. Si hablamos de culpables en el inicio la confrontación, la historia presenta muchas teorías.
Frase de Félix Lope de Vega.
Al César lo que es del César, seamos claros. Durante el Siglo de Oro toda la gloria, por sus comedias y buen uso del lenguaje (cercano, vívido, real y no rebuscado), iba para Lope de Vega. Mientras tanto, Cervantes no era comprendido del todo. Y no es que El manco de Lepanto (como le decían al creador de El Quijote) no tuviera mérito, pues lo tiene, y mucho, sino que no era su momento de brillar. Eso, según muchos doctos en el asunto, golpeó el ego de Cervantes. Entonces, el manco de Lepanto se fue con todo contra el Fénix, y este, a su vez, respondió.
Las calumnias de lado y lado no se hicieron esperar, y lo demás es historia pasada. No obstante, hoy en día sus letras redarguyen tales actitudes, quedando la obra, sus frases y enseñanzas para disfrute y crecimiento de la humanidad.