Fallece Julio Travieso Serrano, referente de la narrativa cubana

  • El Instituto Cubano del Libro confirmó la muerte del escritor en La Habana a los 85 años; no se informó la causa.
  • Premio Nacional de Literatura 2021 y autor de obras como El polvo y el oro y Llueve sobre La Habana.
  • Formado en Derecho y Economía, fue docente y periodista en Cuba y en instituciones de España, Rusia y México.
  • Recibió el Premio Mazatlán de Literatura, el de la Crítica Literaria y condecoraciones como la Orden Pushkin; habrá cremación y velatorio íntimo.

Fallece Julio Travieso Serrano

El novelista cubano Julio Travieso Serrano ha fallecido en La Habana la noche del sábado 1 de noviembre, a los 85 años, según confirmó el Instituto Cubano del Libro. No se han difundido detalles sobre la causa del deceso, comunicado que llegó a través de canales oficiales.

Considerado una voz mayor de la narrativa cubana, el autor era Premio Nacional de Literatura 2021 y firmó títulos que circularon ampliamente dentro y fuera de la Isla, con ediciones en España. La familia ha decidido la cremación y una despedida en ceremonia privada.

Vida y formación

Nacido en La Habana el 11 de abril de 1940, se licenció en Derecho por la Universidad de La Habana y amplió estudios en la Universidad Lomonósov de Moscú. En 1985 obtuvo el doctorado en Economía en el Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de la URSS.

Alternó la literatura con el periodismo y la docencia universitaria, impartiendo clases en Cuba y en centros de España, Rusia y México. Esa formación transversal se refleja en novelas de armazón firme, cronologías precisas y mirada social atenta a la economía como telón de fondo.

Obra y temas recurrentes

Su catálogo, breve y muy trabajado, incluye Para matar al lobo (1987), Cuando la noche muera (1998), El polvo y el oro (1993), Llueve sobre La Habana (2004) y El Enviado (2010). Son libros de respiración larga y pulso narrativo sostenido, depurados a base de muchas reescrituras.

Obra y legado de Julio Travieso Serrano

El polvo y el oro explora la memoria del país a través de la industria azucarera, la esclavitud y la religiosidad popular, dialogando con ciertas vetas del realismo mágico sin perder el rigor histórico que vertebra su narrativa. En Llueve sobre La Habana, la ciudad aparece en una espera sin fin, con personajes que oscilan entre la supervivencia y la ética mínima. En Cuando la noche muera y Para matar al lobo reaparecen el poder, el azar, los pactos y sus costes.

Su modo de trabajo fue austero y paciente: escribía poco, corregía mucho y buscaba a menudo la quietud de la noche para avanzar. Ese rigor facilitó su circulación internacional: El polvo y el oro se reeditó en España y América Latina, mientras Llueve sobre La Habana llegó a lectores de Brasil y Rusia.

Críticos y lectores han destacado su dominio de la novela histórica y su capacidad para convertir la anécdota doméstica en una metáfora del país, con personajes que negocian con la escasez, el miedo y la resignación sin estridencias ni consignas.

Reconocimientos y condecoraciones

Su obra fue distinguida con el Premio Mazatlán de Literatura (México) y el Premio de la Crítica Literaria (Cuba), entre otros. En 2021 recibió el Premio Nacional de Literatura, máximo galardón a una trayectoria en las letras cubanas.

En el plano institucional, fue miembro de la UNEAC y recibió la Medalla de Combatiente de la Lucha Clandestina (1985), la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Aleksandr Pushkin del Gobierno ruso, señales de una relación fluida con las principales instancias culturales del país.

Una voz y su método

En entrevistas, Travieso describía la escritura como una necesidad vital más que como profesión. Lamentó no haber publicado más por dedicar tiempo a tareas que consideraba poco útiles, asumidas para poder seguir trabajando en el contexto que le tocó vivir.

Publicó su primer libro de cuentos en 1966 y comenzó a cobrar derechos de autor en 1976. Solía escribir de noche, entre las 22:00 y las 02:00, buscando silencio para afinar la voz narrativa, mientras combinaba la creación con la docencia y el periodismo.

Reacciones oficiales y despedida

Tras el anuncio del Instituto Cubano del Libro, el Ministerio de Cultura y la UNEAC expresaron sus condolencias a familiares, amigos y lectores, destacando su labor como profesor, periodista y novelista.

La familia ha optado por la cremación y un velatorio íntimo. Aunque no se ha comunicado la causa del fallecimiento, el legado del autor ya impulsa homenajes y relecturas de su obra en ámbitos académicos y editoriales, también con eco en España y otros países europeos.

Queda la estela de un escritor que prefirió la densidad a la abundancia: novelas de arquitectura sólida, oído social y pulso histórico, leídas a ambos lados del Atlántico y reeditadas en sellos españoles, donde muchos aficionados redescubrieron su narrativa sin alardes, hecha de vidas comunes y memoria persistente.