Fallece a los 75 años el escritor y periodista valenciano Guillermo Galván en Madrid, según han confirmado su editorial HarperCollins y diversas instituciones locales. Figura respetada de la novela negra española y vecino de Tres Cantos desde 1982, su obra y su trayectoria dejan una estela de lectores fieles y colegas que celebran su legado.
Autor de la serie protagonizada por el expolicía republicano Carlos Lombardi, Galván mantuvo un vínculo muy estrecho con Tres Cantos y Aranda de Duero. La despedida tendrá lugar en el Tanatorio de la Paz de Alcobendas, mientras el consistorio tricantino propondrá dar su nombre al salón de actos de la Biblioteca Municipal Lope de Vega.
Vida y trayectoria profesional
Nacido en Valencia en 1950 y criado en Madrid desde la infancia, Galván estudió Ingeniería Aeronáutica, aunque su carrera transcurrió principalmente en el periodismo. Durante 35 años trabajó en la Agencia EFE, donde fue jefe de Política y puso en marcha el departamento de radio a finales de los ochenta.
Con el tiempo, decidió abandonar la redacción para dedicarse de lleno a la literatura, una apuesta que consolidó a mediados de la década de 2000. En el plano personal, era melómano y aficionado al fútbol, y llegó a presidir en 1987 la primera Asociación Deportiva Juvenil de Tres Cantos.
Obra, premios y el universo Lombardi
Su debut literario llegó en 1998 con La mirada de Saturno, que se alzó con el Premio Tiflos de la ONCE. A partir de ahí, encadenó títulos y galardones que lo situaron como una voz sólida de nuestra narrativa.
- Aislinn: Sinfonía de fantasmas (Premio Río Manzanares) y El aire no deja huellas, dos pasos firmes en su consolidación como novelista.
- De las cenizas (Premio Felipe Trigo 2003) y Llámame Judas (Premio Alfonso VIII), muestras de su versatilidad temática.
- También publicó Antes de decirte adiós y Sombras de mariposa, además de relatos en obras colectivas como Estigma de cal y Tal vez.
En 2019 inauguró su aplaudida saga policíaca con Tiempo de siega, protagonizada por el expolicía republicano Carlos Lombardi y ambientada en la posguerra española. La serie continuó con La virgen de los huesos —cuyo argumento se desarrolla en gran medida en Aranda de Duero—, Morir en noviembre y El club de las viudas.
Su narrativa, de pulso histórico y mirada crítica, exploró con maestría la memoria del siglo XX, convirtiéndolo en un imprescindible para los amantes del género negro y de la ficción con trasfondo social.
Huella cívica y sentimental: Tres Cantos y Aranda de Duero
Instalado en Tres Cantos desde 1982, Galván mantuvo una implicación constante con la vida cultural del municipio. Colaboró con la Biblioteca Municipal Lope de Vega —donde presentó la mayoría de sus libros—, participó en la Feria del Libro y en el festival literario Rosa y Negro, y recibió en 2022 el Premio 21 de marzo en la categoría de Cultura. El Ayuntamiento propondrá que el salón de actos de la biblioteca lleve su nombre y la red de bibliotecas municipales ha expresado en X su pesar por la pérdida.
En Aranda de Duero su huella también es profunda: fue pregonero de las fiestas en 2023, el Ayuntamiento ha celebrado un minuto de silencio en su memoria y la ciudad cuenta con una ruta turístico‑literaria por los escenarios de La virgen de los huesos. Mantuvo una estrecha relación con el entorno de la librería Todo Libro —con Elías Domínguez y Ángela Gavilán—, y en agosto de 2024 repasó sus vínculos con la comarca en el programa Hoy por Hoy Aranda; además, le unía un lazo familiar con la cercana Villalbilla de Montejo.
Su editorial, HarperCollins, lo ha recordado como un autor esencial del noir español contemporáneo, capaz de combinar rigor documental y sensibilidad literaria. Entre las muestras de afecto, también se han sumado lectores y colegas del periodismo, mundo en el que dejó una impronta duradera.
En el plano familiar, la literatura siguió presente: su hijo Guille Galván, además de escritor, es conocido por su faceta musical como integrante de Vetusta Morla. La despedida se celebra en el Tanatorio de la Paz de Alcobendas, lugar al que numerosos admiradores han acudido para darle el último adiós.
Figura de convicciones firmes y pluma meticulosa, Guillermo Galván unió el oficio periodístico con la ficción para narrar, con claridad y memoria, los pliegues de nuestra historia reciente; sus libros y el afecto de sus lectores garantizan que su voz permanezca mucho tiempo entre nosotros.