Ricardo Alía, la química y el ajedrez como hilo conductor de las tramas de sus novelas.
Tenemos el privilegio y el placer de contar hoy en nuestro blog con Ricardo Alía (San Sebastián, 1971), escritor de género negro con cuatro novelas de éxito en su haber: la Trilogía del Zodíaco, donde utiliza sus conocimientos de química para construir una trama que engancha al lector, y El peón Envenenado, en el que el gran protagonista es el ajedrez.
Actualidad Literatura: Ricardo Alía, un escritor que mezcla sus pasiones en sus libros, el género negro, la química y el ajedrez. El ajedrez como hilo conductor de El Peón Envenenado y la química en la Trilogía del Zodíaco, que no abandonas en El Peón Envenenado, les dan una especial singularidad a tus novelas, un toque distintivo único. ¿Las tres pasiones de Ricardo Alía unidas en sus libros?
Ricardo Alía:
Sí, soy químico de profesión, escritor de vocación y ajedrecista de pasión. En mis libros intento aplicar una recomendación de Stephen King (uno de mis escritores de referencia): “escribe sobre lo que conoces”.
AL: El Peón Envenenado se ambienta en la guerra civil española, con el bombardeo de Gernika como detonante de los hechos que suceden después, en el fin de la dictadura y la trama de intriga principal a principios de los 2000. ¿El pasado tiene consecuencias décadas después? ¿Reflejo de la evolución de la sociedad española?
RL: Una de las reflexiones que quería transmitir con El Péon Envenenado es que el pasado está ahí, no olvida, te acecha y al final te alcanza. En efecto, un fiel reflejo de la sociedad española, a vueltas ahora con la exhumación de Franco, la ley de Memoria Histórica…
AL: Contabas hace unos meses en una entrevista que «Gracias al ajedrez me mantuve alejado de los entornos de ETA». Arturo, el gran maestro del ajedrez, protagonista de El Peón Envenenado, también ve marcado su futuro por su temprana pasión por el ajedrez.
Y todos los personajes son el fruto de sus vivencias. ¿Hay un toque determinista en tus novelas? ¿El ajedrez marcó tu vida como marca la del protagonista de El Peón Envenenado?
RL: El pasado atrapa a los personajes de El Peón Envenenado y determina sus acciones. Esto es fundamental para que el lector “sienta” la evolución de los personajes. En la adolescencia el ajedrez me formó como persona, me inculcó unos valores que hoy en día aplico en la vida. Le debo mucho al arte de las 64 casillas. Tengo unos recuerdos maravillosos de aquellos años.
AL: El Peón Envenenado es una novela negra que se puede leer sin ningún conocimiento de ajedrez, a pesar de que el ajedrez sea el hilo conductor de la trama de principio a fin. Doy fe de que es así. ¿Cómo se logra hacer fácil lo difícil con un tema de semejante complejidad?
RL: Puse cuidado en no saturar la novela con referencias ajedrecísticas (colecciono libros de ajedrez antiguos). La línea que separa una novela de un manual de ajedrez no es tan gruesa como parece. En las galeradas me esforcé en leer el manuscrito una y otra vez evitando la partida de ajedrez entre el protagonista y el asesino, y los diagramas que salpican el texto, y comprobé con alivio que la novela funcionaba como tal; incluso uno de los primeros lectores me dijo que veía el ajedrez como un Macguffin…
AL: Después de La Trilogía del Zodíaco, ambientada en San Sebastián, nuevos personajes y nueva ubicación para El Peón Envenenado: Londres es el escenario que eliges en esta ocasión, aunque conectas con Guernica y con el pueblo imaginario de Monroca. ¿Añade dificultad al escribir, recrear una ciudad y una cultura que no es la tuya? ¿Qué será de los personajes de la Trilogía del Zodíaco? ¿Volvemos a saber de ellos?
RL: Me repito, es importante escribir sobre lo que conoces. A finales de los 90 pasé una temporada en Londres y he traslado esas vivencias a El Peón Envenenado. Monroca se basa en Monroy, el pueblo de mi padre. Quiero crecer como autor y en cada novela exploro nuevos mundos y nuevos personajes. No creo que vuelva a la Trilogía del Zodíaco, quizá escriba una precuela de Max Medina en su etapa madrileña como miembro de la Policía Nacional pero no será en un futuro inmediato.
AL: ¿El Peón Envenenado iniciará una nueva trilogía alrededor del ajedrez o los siguientes proyectos van por otros derroteros?
RL: La idea es alejarme poco a poco de la novela negra y explorar otros géneros literarios. Soy un lector ecléctico y eso se debe reflejar a la hora de escribir. Ahora estoy trabajando en una novela de gánsteres ambientada en el Chicago de los años 90.
AL: Cuéntanos algo más de ti: ¿Cómo es Ricardo Alía como lector? ¿Cuáles son los libros de tu biblioteca que relees cada ciertos años? ¿Algún autor que te apasione, de esos de los que uno compra sus novelas nada más que se publican?
RL: Sólo releo a Gabriel García Márquez y la “biblia” Mientras escribo de S. King; la vida es muy corta y hay mucho por leer. Corro a una librería con lo nuevo de Vargas Llosa, NesbØ, Lemaitre, Don Winslow, Murakami…
AL: ¿Por qué novela negra?
El Peón Envenenado: Una partida de ajedrez. Londres el tablero y seres humanos desconocidos las piezas con las que juega un asesino.
RL: Me apasiona la novela negra, es el género que más placer me proporciona a la hora de leer y me da mucha libertad con la escritura, pero como dije antes no me quiero encasillar, de hecho empecé como escritor “noir” casi por casualidad ya que en el cajón guardaba otros escritos pero la editorial MAEVA buscaba una novela negra ambientada en el norte, el resto es historia…
AL: A pesar de la imagen tradicional del escritor introvertido, encerrado y sin exposición social, hay una nueva generación de escritores que tuitea cada día y sube fotos a Instagram, para los que las redes sociales son su ventana de comunicación al mundo. ¿Cómo es tu relación con las redes sociales?
RL: Reconozco que soy un escritor “estilo Salinger”, si pudiese publicaría con pseudónimo y sin foto pero en la actualidad eso es imposible, hay que dar visibilidad a las novelas y los escritores tenemos que empujar para dar a conocer el producto. Las RRSS son fundamentales, me muevo en todas pero no cada día, no dispongo de tiempo y lo debo administrar entre familia, trabajo, leer y escribir, esas son las prioridades, conozco casos de escritores que leen menos por estar más en RRSS, lo cual considero un grave error.
AL: Pirateo literario: ¿Una plataforma para que los escritores noveles se den a conocer o un daño irreparable a la producción literaria?
RL: En este país está arraigada la idea de que la cultura debe ser gratis pero entonces, ¿de qué viven los creadores? Mis libros a la semana de publicarse ya están pirateados. Es un mal endémico que se debería erradicar desde la base que la piratería hace mucho daño a los autores. Antes que bajarse un libro se puede acudir a bibliotecas, librerías de segunda mano o plataformas gratuitas. Soy un asiduo a la Red de Bibliotecas Municipales de Barcelona.
AL: ¿Papel o formato digital?
RL: Papel, sin duda. Empecé fuerte con el ebook pero la verdad es que ahora no sé ni dónde lo tengo. El tacto del papel, la portada, pasar las páginas, el punto de lectura, es una sensación insuperable.
AL: Y para terminar la pregunta más personal, ¿Cuáles son los sueños cumplidos y por cumplir de Ricardo Alía?
RL: La personal y la más fácil J Publicar es el sueño cumplido y vivir de la escritura es el sueño por cumplir.
Gracias, Ricardo Alía, desearte que continúes coleccionando éxitos en cada nuevo reto y que sigas enganchando a los lectores a las tramas tan bien construidas a las que nos tienes acostumbrados.