El Teatro de la Zarzuela sigue consolidando su presencia internacional a través de colaboraciones que ponen en valor el género lírico español. Una de las noticias más destacadas del momento es el desembarco de ‘El barberillo de Lavapiés’ en el Teatro Nacional de Costa Rica, una iniciativa que representa una conexión cultural relevante entre España y Latinoamérica y refuerza el papel central del Teatro de la Zarzuela en la difusión de este repertorio.
La llegada de esta producción a San José supone una apuesta por la calidad artística y una celebración de los lazos históricos, musicales y humanos. La obra, que refleja el Madrid del siglo XVIII a través de la historia de Lamparilla y Paloma, será el eje principal de la Temporada de Ópera y Zarzuela 2025 de la Compañía Lírica Nacional de Costa Rica, y servirá como homenaje tanto al legado de Barbieri como al aniversario de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Un despliegue artístico internacional: más de 120 intérpretes sobre el escenario
Del 25 de julio al 3 de agosto, el público costarricense podrá disfrutar de seis funciones de esta zarzuela de tres actos, con la participación de más de 120 artistas entre músicos, cantantes, bailarines y directores. Se trata de un montaje que reúne a figuras de primer nivel internacional, como Borja Quiza (Lamparilla), Andrea Rey (Paloma) y Andrés Sulbarán (don Luis), junto a destacados talentos del programa Ópera Estudio de Costa Rica, como Gimena Sánchez, Cristina Mora, Karla Pineda, Kevin Godínez, Alejandro Cardona y Marcelo Páez.
La parte musical estará a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro Sinfónico Nacional, con dirección musical de Andrés Salado y Johanna Sierralta. La Compañía Nacional de Danza y la Compañía de Cámara de Danza de la Universidad Nacional también tendrán un papel destacado en la puesta en escena, que ha sido ideada a partir de las creaciones originales de Alfredo Sanzol (dirección escénica) y Antonio Ruz (coreografía), adaptadas para este proyecto por Begoña Quiñones y Verónica Garzón. El pianista del Teatro de la Zarzuela, Ramón Grau, se encargó de la preparación musical previa.
Un proyecto de cooperación entre instituciones culturales
La realización de este evento ha sido posible gracias a la colaboración entre instituciones clave de ambos países. El Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica ha coordinado esfuerzos con organizaciones como el Centro Nacional de la Música, el Teatro Nacional y el Teatro Melico Salazar, además de recibir el apoyo del Ministerio de Cultura de España, el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), así como del Teatro de la Zarzuela de Madrid.
La producción incluye también el respaldo del Centro Cultural de España y la Embajada de España en Costa Rica, junto a otras entidades colaboradoras como la Universidad Nacional, la Fundación Parque Metropolitano La Libertad y la Organización de Estados Iberoamericanos. Este entramado institucional permite que una producción de tal magnitud y complejidad escénica llegue a buen puerto y ofrezca al público una experiencia inolvidable.
El vestuario, confeccionado en Costa Rica y compuesto por más de 100 piezas exclusivas, junto con una escenografía local de gran nivel, refuerza la apuesta por la excelencia y el intercambio cultural. Todo el equipo artístico y técnico ha trabajado para situar a Costa Rica como referencia dentro de la programación internacional de la zarzuela.
Significado cultural y celebración de aniversarios
El ministro de Cultura y Juventud de Costa Rica, Jorge Rodríguez Vives, ha destacado la función de la zarzuela como puente sonoro entre España y Costa Rica a lo largo de generaciones, subrayando que este estreno no solo conmemora 175 años de relaciones diplomáticas, sino que también refleja el profundo aprecio que la sociedad costarricense siente por este género lírico.
Por su parte, Calio Alonso, director artístico de la Compañía Lírica Nacional de Costa Rica, remarcó el enorme esfuerzo de producción. Según sus propias palabras, hacía más de cuatro décadas que no se montaba una zarzuela completa de estas características en el país, lo que convierte al evento en una ocasión especial tanto para el público como para el sector musical y escénico local. La celebración del 45 aniversario de la institución sirve como marco perfecto para este reencuentro con el género y sus raíces iberoamericanas.
El director del Teatro Nacional, Guillermo Madriz, también expresó su satisfacción por acoger este espectáculo en la Sala Principal, ya que permite poner en valor el talento de los artistas nacionales y promover el patrimonio musical común.
